Disputas de los “mejores enemigos” en la coalición de Olaf Scholz


El ecologista Robert Habeck y el liberal Christian Lindner, vicecancilleres alemanes, protagonizan tensiones políticas en la coalición gubernamental que lidera Olaf Scholz.
“Mejores enemigos”. En política, no sería un problema entrar en esa categoría sino es porque esa expresión se refiere estos días en Alemania a Robert Habeck y a Christian Lindner. Ambos forman parte del Gobierno que lidera el canciller Olaf Scholz. Habeck es vicecanciller, ecologista y ministro de Economía. Lindner también tiene el título de vicecanciller, es el líder de los liberales del FDP y ejerce de ministro de Finanzas de Scholz.
Ambos protagonizaron una armoniosa relación política cuando Los Verdes y FDP dieron los primeros pasos que acabaron en la formación de la “coalición semáforo” que ha llevado a Scholz a la Cancillería Federal. Se habló incluso de la existencia de “una coalición de cítricos” formada por ecologistas y liberales poco después de las últimas elecciones generales, celebradas el pasado mes de septiembre.
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Sin embargo, la concatenación de crisis, ya sea por colear los efectos económicos de las medidas anti-COVID-19 o asociadas al drama geopolítico y energético causado por la ilegal invasión de Rusia contra Ucrania ha obligado a revisar la armoniosa relación entre ecologistas y liberales. De hecho, los propios Habeck y Lindner han tenido que reinventarse.
Lindner, que llegó a la “coalición semáforo” como la voz de la ortodoxia germana frente a la voluntad de gasto de socialdemócratas y ecologistas, se ha convertido en lo que se ha llamado “rey de la deuda”. Ha tenido que aceptar medidas de gasto para tratar de paliar el impacto, entre otras cosas, el alza del precio de la energía. A Lindner se le ve estos días sudar por recuperar los favores de quienes quieren ver al país apretarse de nuevo el cinturón y no depender tanto del endeudamiento.
A Habeck, por su parte, los hay que lo ven con cara de canciller. Suya es la crucial tarea de conseguir fuentes de energía alternativas a las que proceden de Rusia. Habeck trabaja a marchas forzadas para acabar con las dependencias energéticas de Rusia, pues todavía no ha conseguido liberar a su país del gas ruso, que todavía representa más del 30% del que importa Alemania.
El contexto en el que liberales y ecologistas se aliaron al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) para formar gobierno no tiene mucho que ver con el que ha impuesto la guerra de Rusia contra Ucrania. Por eso, la alianza de la “coalición de cítricos” parece ya agua pasada.
Esto es así, sobre todo, si se atiende a los no pocos asuntos en los que vienen chocando ecologistas y liberales. En el Gobierno, Habeck y Lindner son los máximos exponentes de este pulso que Scholz a buen seguro espera no desestabilice demasiado a su Gobierno.
Tensión por los impuestos
En los últimos días, Habeck y Lindner se han enfrentado a cuenta de la idea de un nuevo impuesto a las ganancias excesivas que estarían registrando las empresas beneficiadas por la circunstancias creadas por la guerra. Firmas como las del sector energético debieran sentirse concernidas.
En defensa de los señalados por este “impuesto de guerra que quieren Los Verdes”, según los términos del diario Bild, el diario más leído del país, ha tenido que salir Lindner, quien, en principio, llegó a la coalición semáforo con la intención de frenar los deseos impositivos de ecologistas y socialdemócratas.
A cuenta del último impuesto ideado por Los Verdes, Lindner decía hace unos días que “existe un gran peligro de que se consiga lo contrario de lo que quieren los defensores del impuesto sobre los beneficios excesivos". "El impuesto sobre el exceso de beneficios puede llevarnos a la escasez en Alemania", alertaba el ministro de Hacienda.
A otra medida relativa a impuestos a la que Lindner ha dicho 'no' es la idea que están rondando socialdemócratas y verdes consistente en subir los impuestos a quienes más ganan para pagar así otras medidas para paliar las dificultades económicas que viven muchos hogares a cuenta de la inflación. “Eso no sería más que sabotear la recuperación económica del país”, decía Lindner este martes en un discurso ante la Asociación Federal de la Industria de Alemania (BDI, por sus siglas alemanas), que en esta jornada celebraba el “Día de la Industria”.
Finanzminister @c_lindner beim #TDI22: "Wir müssen nach fast einem Jahrzehnt der expansiven Finanzpolitik wieder eines lernen: Erst muss die Wirtschaft den Wohlstand erwirtschaften, bevor die Politik ihn danach verteilen kann."#ScalingTheNew pic.twitter.com/ksUZxmjhUe
— BDI 🇺🇦 (@Der_BDI) 21 de junio de 2022
El crecimiento económico del PIB alemán lleva ya tiempo revaluándose a la baja en vista de la marcha de la economía mundial. Desde la BDI señalaban este martes que la economía teutona iba a crecer este año un 1,5%, un dato que corrige la estimación del pasado mes de enero. Entonces en la BDI veían al país crecer económicamente hasta un 3,5%.
La energía nuclear, otro campo de batalla
Otra gran preocupación para Scholz y compañía es la cuestión energética. Habeck lleva ya semanas, sino meses, apelando a la población a ahorrar energía. El país aún no cuenta con suficiente gas natural en las reservas como para tener asegurado su normal funcionamiento el próximo invierno. Según el ministerio de Habeck, las reservas de gas alemanas están al 57%.
Deutschland muss Gas einsparen und bis zum Winter dafür sorgen, dass sich die Speicher wieder füllen - sonst "sind wir politisch erpressbar", sagt Bundeswirtschaftsminister Habeck. Er plant deshalb u.a., für die Stromproduktion stärker auf Kohlekraftwerke zu setzen. pic.twitter.com/Nsu3BQ41pv
— WDR aktuell (@WDRaktuell) 19 de junio de 2022
En este contexto, Habeck tienen que tratar de frenar la iniciativa de los liberales en el Gobierno que consiste en valorar el mantenimiento de la actividad de las tres centrales nucleares que siguen en funcionamiento, independientemente de que estuviera previsto que a finales de este año tuviera lugar el apagón nuclear.
El pasado mes de marzo, Habeck y compañía parecían dispuestos a valorar la idea, al menos más que ahora. Precisamente ahora los liberales están dejando claro que quieren hablar de esa medida “de forma no ideológica”, una expresión que suena a reproche contra Los Verdes. El partido de Habeck ha hecho de la salida de la energía nuclear uno de sus históricos caballos de batalla. Habeck y los suyos cuentan con el apoyo de Scholz.
Hay otros temas en los que Habeck y Lindner están chocando. Baste recordar las medidas para abaratar el coste de la gasolina defendidas por los liberales a disgusto de los ecologistas o la defensa liberal del apoyo con subvenciones a la compra de coches eléctricos. “No hay apenas un tema en el que ambos no tengan una feroz disputa”, señalaba a principios de esta semana el diario económico Handelsblatt, señalando a los vicecancilleres de Scholz.
Lindner, mal parado ante Habeck
En estos enfrentamientos que tensan la relación de fuerzas de la “coalición semáforo”, el liberal es el que parece peor situado para salirse con la suya. Dicho semáforo, de hecho, funciona sobre todo con los colores rojo, el del SPD, y el verde, el del partido de Habeck.
Al menos así lo ve Jasper von Altenbockum, editorialista de política nacional del influyente diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung, una publicación en principio más afín a la agenda del FDP. “A Habeck le está yendo mejor en unos tiempos de crisis en los que ser verde o liberal cuenta poco”, según von Altenbockum.
Bien es cierto que, ante la población, según las encuestas, Habeck es el político mejor valorado. Una encuesta del instituto de estudios de opinión Forschungsgruppe Wahlen, de hecho, situaba a Habeck como político que despierta más “simpatía” y cuyo “rendimiento” mejor se valora.
Lindner aparecía por detrás de Habeck, la ministra de Asuntos Exteriores, la también ecologista Annalena Baerbock; el propio Scholz; el también 'verde' Cem Ozdemir, ministro de Agricultura; y el ministro de Sanidad, el socialdemócrata Karl Lauterbach.
Bewertung wichtiger Politiker | Umfrage Forschungsgruppe Wahlen/ZDF
— Deutschland Wählt (@Wahlen_DE) 17 de junio de 2022
Skala von -5 bis +5
Habeck: +2,1
Baerbock: +1,6
Scholz: +1,1
Özdemir: +1,1
Lauterbach: +0,7
Lindner: +0,1
Merz: ±0,0
Söder: ±0,0
Wagenknecht: -0,7
Lambrecht: -0,7
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De las dificultades de los liberales también habla los más que discretos resultados de las últimas elecciones regionales alemanas. En las más importantes, celebradas en Renania del Norte-Westfalia (oeste teutón), el FDP se quedó con un 5,9% de los votos, un 6,7% menos que en la anterior cita con las urnas.
En ese Land, el más poblado de Alemania, el FDP había estado en el poder junto a conservadores y ecologistas. Ahora, el cristianodemócrata Hendrick Wust quiere formar gobierno con Los Verdes, sin los liberales.