Putin limita a Alemania aún más el acceso a su gas por la visita de Scholz a Zelenski


El Nord Stream 1, gasoducto que trae gas ruso directamente a Alemania por el mar Báltico, ha reducido considerablemente su suministro hacia suelo germano esta semana.
El cierre parcial del grifo ruso coincide con el viaje a Kiev del canciller Olaf Scholz para apoyar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
El ministro de Economía alemán, el ecologista Robert Habeck, denuncia una “estrategia rusa para subir los precios” de ese hidrocarburo y mantiene su petición a la población de “ahorrar energía”.
Alemania parece correr un maratón a marchas forzadas para independizarse del gas ruso. Pero la fuerte dependencia adquirida durante décadas de negocios energéticos con la Rusia de Vladimir Putin – hasta el 55% del gas que Alemania compraba en 2021 era ruso – y la búsqueda de alternativas a dicho hidrocarburo no son los únicos obstáculos que han de superar en el país del canciller Olaf Scholz.
Según denunciaba esta semana el ministro de Economía alemán, el ecologista Robert Habeck, su país se enfrenta también a una “evidente estrategia” de Rusia “para desestabilizar y hacer subir los precios” del gas. “Es una decisión política”. Con esos términos se refería Habeck, también vicecanciller en el Gobierno de Scholz, a la reducción del suministro observada estos días en el Nord Stream 1, el gasoducto que trae directamente gas ruso a Alemania a través del mar Báltico.
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Gazprom, el gigante energético ruso, hacía saber a principios de esta semana que esa infraestructura había pasado a funcionar a, aproximadamente, un 40% de sus niveles habituales. El jueves de esta semana pasaban por allí sólo unos 67 millones de metros cúbicos de gas. El lunes eran 167 millones de metros cúbicos diarios los que pasaban por allí. El martes fueron 100 millones de metros cúbicos.
Explican en la compañía rusa que es un problema en una la estación de compresión de gas situada en la ciudad portuaria de Vyborg (noroeste ruso) lo que está causando este problema de suministro. Están a la espera, dicen en Gazprom, de equipos que tendrían que haber llegado ya de la empresa alemana Siemens Energy.
De acuerdo con unas declaraciones del CEO de Gazprom, Alexey Miller, recogidas por la agencia británica Reuters, son las sanciones internacionales impuestas contra Rusia por la invasión de Ucrania lo que está dificultando que esas piezas de Siemens Energy lleguen hasta Vyborg. En Berlín, el Gobierno germano niega que eso sea cierto. “Las razones técnicas son excusas”, decía Habeck en una alocución pública difundida en los canales de redes sociales de su ministerio.
Bundesminister #Habeck äußert sich zu den gedrosselten Lieferungen durch Nord Stream 1. #Versorgungssicherheit #Energiesparen pic.twitter.com/yBZLiQosf4
— Bundesministerium für Wirtschaft und Klimaschutz (@BMWK) 15 de junio de 2022
"Putin está haciendo esto, algo que nos temíamos desde el principio, que es reducir el suministro de gas. No lo hace de golpe sino poco a poco", llegaba a decir Habeck en ese mensaje.
Sea como fuere, que Gazprom esté limitando ahora aún más el acceso al gas ruso coincide con el viaje del jueves a Kiev de Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro italiano, Mario Draghi. Los tres apoyaron, entre otras cosas, la candidatura de Ucrania para formar parte de la UE, además de asegurar solidaridad financiera, humanitaria y militar.
Gazprom: “nuestro producto [el gas, ndlr.], nuestras reglas”
No contribuye a creer a Gazprom que Miller haya dejado dicho que, en el actual contexto geopolítico, marcado por la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania, el comportamiento ruso debe ser el siguiente: “nuestro producto [el gas, ndlr.], nuestras reglas”.
“No vamos a jugar con unas reglas que nosotros no hemos creado”, decía en el Miller esta semana en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, una cita que “ha perdido peso en el mundo”, según ha apuntado el diario estadounidense The Wall Street Journal, en vista de las medidas tomadas contra el país del presidente Vladimir Putin tras lanzar su invasión contra Ucrania el pasado 24 de febrero.
Entre esas medidas figuran el embargo de la UE al carbón ruso, y el embargo parcial al petróleo del país de Putin. Las compras de gas ruso se mantienen en Europa para países como Alemania, tradicionalmente dependientes del gas ruso. La ilegal guerra rusa contra Ucrania ha puesto a Scholz, Habeck y compañía en busca de alternativas. Pero, a corto plazo, con el gas del Nord Stream 1 se sigue contando en Berlín.
La amenaza de un cierre total del grifo del gas
En Alemania, “un 9% de las empresas que utilizan gas natural tendrían que detener su producción por completo y el 18% tendría que hacer recortes importantes” ante ostensibles reducciones o el cierre del suministro de gas ruso, recordaba recientemente en sus páginas económicas el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, que citaba datos de una encuesta en el mundo empresarial llevada a cabo por el Instituto para el Mercado de Trabajo y el Empleo (IAB, por sus siglas alemanas).
Precisamente el peor de esos escenarios era el que presentaba este viernes en su portada del diario Die Welt, que anunciaba: “el Kremlin amenaza con la suspensión total del Nord Stream 1”. Esa medida no está “descartada”, según los términos que el embajador ruso ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, empleaba en unas declaraciones al diario ruso Kommersant.
El Nord Stream 1, de 1.230 kilómetros, se inauguró en 2011. Es capaz de traer a suelo germano 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año.
Este año se supone que podía entrar en funcionamiento en Nord Stream 2, pero esto es algo que ha impedido el Ejecutivo canciller Olaf Scholz como medida sancionadora ante el reconocimiento de Rusia, días antes de su invasión, de las separatistas y las prorrusas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), situadas en el este ucraniano. Desde allí también ha lanzado Rusia su invasión contra Ucrania.
Reservas de gas alemanas al 56%
Esa guerra ha obligado a Alemania a cambiar su tradicional política de acercamiento con Rusia, lo que implica tener ahora a Habeck negociando para conseguir compras de gas natural para su país que vengan de otras naciones exportadoras de esta infraestructura, como puede ser Catar o Estados Unidos. En los esfuerzos de Habeck y compañía también figura la adquisición temporal de cuatro terminales móviles de gas natural líquido de las cuales, al menos una, en la ciudad portuaria Wilhelmshaven (norte alemán), podría entrar en funcionamiento a finales de este año.
Según las cuentas que ofrecía Oliver Krischer, secretario de Estado del Ministerio de Economía, las compras alemanas de gas ruso se han reducido, pero están lejos de suponer la independencia energética alemana. Según Krischer, el 40% del gas que actualmente compra Alemania procede de Rusia.
Para hacer frente a problemas asociados a dificultades como las que experimenta el Nord Stream 1 e, incluso, su eventual cierre, Alemania también está rellenando sus reservas de gas, que ahora mismo están al 56% de sus capacidades, de acuerdo con el Ministerio de Economía. Ese porcentaje es mayor que el que, a estas alturas del año, podían presentar las reservas del país antes de que Rusia invadiera Ucrania.
“La seguridad del suministro está garantizada”, decía Habeck esta semana. “No tenemos problemas de suministro, hay gas que sigue llegando a Europa. Nos hemos preparado para esta situación”, decía Habeck. A la población, Habeck sigue pidiendo, por otro lado, ahorrar energía. “Es el momento de ahorrar gas, de ahorrar energía”, según Habeck.