Le Pen rompe el cordón sanitario


El acuerdo de macronistas, conservadores y extrema derecha dejaba fuera de esos cargos a los melenchonistas, tercera fuerza política
Conservadores y macronistas pactan con la extrema derecha el reparto de la Mesa de la Asamblea Nacional
El cordón sanitario de la clase política francesa a la extrema derecha de Marine Le Pen, el conocido en Francia como ‘Frente Republicano’, saltó por los aires la noche del miércoles. La extrema derecha francesa pasa a ser así un partido más del bloque de la derecha, una situación parecida a la de VOX en España y alejada de la de AfD en Alemania, donde con un grupo parlamentario mayor y más puestos a repartir nunca obtuvieron representación en la Mesa de gobierno del Bundestag.
Las primeras sesiones de la nueva Asamblea Nacional sin mayoría absoluta están siendo tormentosas. Si el martes ocurrió lo previsto y la macronista Yaël Braun-Pivet salió elegida presidenta de la cámara, este miércoles se rompieron todas las costuras.
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Ante el estupor general, que en gran parte de los diputados era falso porque habían votado por ellos, entre los seis vicepresidentes, en una cámara de 577 diputados, salieron elegidos Sébastien Chenu y Hélène Laporte, dos miembros del partido de Marine Le Pen.
Le front républicain était donné pour mort après l’élection présidentielle. Le voici enterré. https://t.co/gJVlr06Kaz
— Le Monde (@lemondefr) 30 de junio de 2022
¿Cómo habían conseguido respectivamente 290 y 284 votos cuando su grupo parlamentario sólo suma 89 escaños en una Asamblea de 10 grupos? ¿De dónde habían salido prácticamente otros 200 votos para sentar en la Mesa de la Asamblea a dos diputados de extrema derecha, algo inédito en Francia?
A los pocos minutos de anunciado el resultado de la elección de vicepresidentes de la cámara empezó a entenderse el pacto. Además de esos seis puestos había que elegir otros 15: los tres responsables de vigilar el presupuesto de la Asamblea Nacional y 12 secretarios. Mientras Braun-Pivet reunía a primera hora de la mañana a todos los presidentes de los grupos parlamentarios para intentar un reparto proporcional a su peso en la cámara, los conservadores de ‘Les Républicains’ y los macronistas pactaban con la extrema derecha un reparto diferente.
Super 👍👍👍https://t.co/A5QZMb7f6z
— Havrais Insoumis φ (@haca76) 30 de junio de 2022
El pacto de las fuerzas conservadoras y reaccionarias hacía saltar por los aires la tradición de que los tres puestos de los responsables de finanzas de la cámara se repartían entre los tres primeros grupos. El acuerdo de macronistas, conservadores y extrema derecha dejaba fuera de esos cargos a la extrema izquierda de los melenchonistas, tercera fuerza política.
La bronca muestra por dónde pueden ir los derroteros de la gobernabilidad en Francia. Los macronistas, primera fuerza con diferencia y que sólo necesitan 44 votos de otros grupos para asegurar la mayoría absoluta, parecen decididos a gobernar con los partidos a su derecha, sin descartar a la extrema derecha.
🏛 En place !#AssembleeNationale pic.twitter.com/VV9ivKksfh
— Aurélien Lopez-Liguori (@LopezLiguori) 22 de junio de 2022
El apoyo buscado por Macron en la extrema derecha y la elección de dos de sus miembros para dos vicepresidencias de la Asamblea Nacional es un gran paso en el proceso de “desdiabolización” (así se llama en la política y los medios franceses) del antiguo Frente Nacional de Marine Le Pen. Los macronistas podían haber votado por dos candidatos ecologistas pero lo hicieron por dos de extrema derecha.
Las filas de Macron asumían ya ayer que el cordón sanitario pasó a la historia. “Podemos enorgullecernos de no excluir a nadie”, decía el diputado Vincent Bru.
Faltaba por decidir un cargo de influencia mayor en la Asamblea Nacional, sobre todo en tiempos sin mayorías absolutas, el del presidente o presidenta de la comisión de finanzas. La tradición dice que es un cargo que va un diputado del primer grupo de la oposición y a él aspiraban tres: Véronique Louwagie (conservadora), Jean-Philippe Tanguy (lepenista) y Eric Coquerel (melenchonista). Esta vez sí se respetó la tradición y Coquerel fue elegido este jueves para el puesto con el voto de los macronistas.