Asoma la recesión para la economía de Alemania, el 'motor del crecimiento' europeo


El crecimiento económico se revalúa a la baja en el país del canciller Olaf Scholz, considerado el motor de la economía del 'viejo continente'.
Una inflación que incluye precios energéticos por las nubes, falta de materiales para la industria y las incertidumbres asociadas a la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania invitan pensar en la recesión como uno de los escenarios para Alemania.
Que la inflación haya bajado de mayo a junio en Alemania no es motivo de celebración. Es de apenas unas décimas el descenso entre al alza de los precios registrado entre mayo y el pasado mes de junio. En mayo, estaba en un 7,9%. En junio, el alza de los precios estaba en un 7,6%.
La crisis de la inflación, según las palabras del propio canciller Olaf Scholz, “no pasará en unos meses”. “Tenemos que estar preparados para que esta situación no cambie en un futuro previsible", decía Scholz en el día de inicio de las reuniones entre Gobierno, sindicatos y patronal para promover medidas ante el alza de los precios.
Scholz ha prevenido de que su país – pero seguramente también toda Europa – está “ante un desafío histórico”. Tanto es así que hay indicadores en la economía germana que ya hablan por sí solos de lo excepcional del momento en que ha Scholz le ha tocado ocupar la Cancillería Federal.
Wir stehen vor einer historischen Herausforderung. Aber: Unsere Gesellschaft ist stark. Der faire Ausgleich zwischen den Interessen, in einem Geist der Gemeinsamkeit, prägt unser Land. Diesen Geist gilt es zu erhalten und zu stärken. #KonzertierteAktion pic.twitter.com/B0ZwquW4xJ
— Bundeskanzler Olaf Scholz (@Bundeskanzler) 4 de julio de 2022
Así, en mayo de este año, el valor de las importaciones alemanas fue mayor que el de las exportaciones, algo que no se veía en Alemania desde el mes de enero de 2008. Ese año fue el del contagio a todo el mundo de la última gran crisis financiera global.
El ministro de Finanzas de Scholz, el liberal Christian Lindner, ha formulado otro aviso a cuenta de la situación causada por el alza de los precios, especialmente el de la energía, más los problemas de distribución de componentes industriales y la incertidumbre derivada de la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania. Para Lindner, actualmente hay "riesgo de una crisis económica muy grave”, de acuerdo con unas declaraciones suyas recogidas en el mensual Cicero.
Sin embargo, Lindner, que ya ha presentado las cuentas presupuestarias que el Ejecutivo de Scholz quiere aprobar para 2023, prevé que el crecimiento económico alemán será de un 2,2% este año y de un 2,5% en 2023. Al presentar en Berlín hace unos días esas previsiones, Lindner certificaba un frenazo que se veía venir. En 2021 todavía se creía que el país iba a crecer un 3,6%.
Entrar en recesión depende del precio del gas
Frente a esos escenarios de crecimiento, más o menos realistas, en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung se leía este fin de semana que el “colchón antirecesión” de Alemania estaba perdiendo capacidad para amortiguar la caída económica. De acuerdo con las páginas económicas de dicho diario, mucha de la capacidad de aguante de ese colchón depende del precio del gas natural.
Die Energiekrise und die Inflation setzen der deutschen Wirtschaft immer stärker zu. Ob eine Rezession noch abzuwenden ist, hängt maßgeblich an der Entwicklung der Gaspreise, berichtet @SveaJunge. https://t.co/5bZ6B9KeWk
— Frankfurter Allgemeine gesamt (@FAZ_NET) 1 de julio de 2022
“La crisis energética y la inflación afectan cada vez más a la economía alemana. La posibilidad de evitar una recesión depende en gran medida de la evolución de los precios del gas”, se leía en el periódico de Fráncfort.
Para Alemania, el gas fue durante décadas barato y abundante. Procedía de Rusia, país del que Alemania se hizo dependiente desde un punto de vista energético. La invasión de Rusia contra Ucrania, sin embargo, obligó a Scholz a dar la orden a su ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, de buscar alternativas y de acabar con esa relación de dependencia.
En 2021, 50% del gas de Alemania viene de Rusia; para la UE, el 40%
Antes de que comenzara la ofensiva de Rusia contra Ucrania, algo más del 50% del gas que Alemania importaba procedía del país de Vladimir Putin.
Las alternativas a ese gas no son fáciles de encontrar. Ademas, el gas importado de otros puntos del mundo resulta más caro que el que solía llegar por los gasoductos construidos esa relación energética entre alemanes y rusos desde mediados del siglo pasado. Para colmo de males alemanes, Putin está cerrando el grifo del gas.
Estas complicaciones permiten ver una recesión en el horizonte económico alemán. Una situación así resulta siempre de calado en Europa porque se asume que Alemania, la mayor economía de la Unión Europea, funciona como un motor económico para el 'viejo continente'. La propia UE también está sujeta a su relación económica con Rusia. De acuerdo con estimaciones de 2021, el 40% del gas que se importaba en Europa procedía del país de Vladimir Putin.
"Las posibilidades de que se dé una recesión aumentan"
El pasado mes de junio, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dejaba dicho que se “dan las condiciones para mantener el crecimiento económico”. En Alemania, sin embargo, ya los hay que parecen querer preparar ante la llegada de una recesión.
Por eso escribía en uno de sus editoriales de junio Bert Losse, responsable del semanario económico WirtschaftsWoche, el siguiente titular: “Sin miedo a la recesión”. “Una recesión ayuda contra la inflación”, entre otras cosas, porque desciende el riesgo “de caer en una espiral de precios” y porque “los sindicatos priorizan la seguridad del empleo” ante otras demandas. “Todas la anteriores grandes espirales de precios del pasado reciente terminaron cuando la la recesión se convirtió en un factor”, según Losse.
En su publicación consideran que "las posibilidades de que se dé una recesión aumentan" en el actual contexto, según términos de otro reciente editorial de WirtschaftsWoche en el que se avisaba: "¡Atención! ¡Recesión!".
Wichtige Frühindikatoren für die Konjunktur brechen ein. Die Wahrscheinlichkeit einer Rezession nimmt zu. Das Dilemma für die EZB wird größer. Halten die Notenbanker an der angekündigten Straffung der Geldpolitik fest? https://t.co/EhFHze3Uqe
— WirtschaftsWoche (@wiwo) 24 de junio de 2022
Según ha explicado a NIUS Michael E. Burda, economista y profesor en la Universidad Humboldt de Berlín, el tipo de “recesión” que necesita Alemania es, en realidad, el que genera una subida de los tipos de interés.
“Cuando un país tiene el control de su política monetaria, lo que se hace para luchar contra la inflación es subir los tipos de interés, así se genera una desaceleración de la economía, se causa una recesión y se pone presión al sistema que fija los precios. Pero Alemania no tiene el control de la política monetaria, para eso tendría que salir del euro”, expone Burda.
Está previsto que el próximo día 21 de este mes se produzca la primera subida de los tipos de interés en once años. Subirán al 0,25%, según han explicado en el BCE. En septiembre, volverán a subir hasta el 0,75%.