La huelga de taxis colapsa las ciudades italianas


Los parones, a los que se han adherido más de 40.000 taxistas, se deben a una negociación fallida con el Gobierno
Temen que una nuevo proyecto de ley sobre la competitividad y la digitalización del servicio en el sector abra una vía a la liberalización
Desde hace años el enfrentamiento con multinacionales como Uber frena su difusión en el país como ocurre en otras ciudades del mundo
A medianoche entre el lunes y el martes se iniciaba una gran huelga nacional del mundo del taxi en Italia que se espera que dure 48 horas. Seguido por 14 importantes asociaciones del sector, y por 40.000 trabajadores, que llevan semanas mostrando su discrepancia, incluso con algunos parones sin autorización de los sindicatos y sin anuncio previo. Todo en un marco de descontento en el que las iniciativas, hasta la fecha de hoy, eran dispares y respondían a diferentes sensibilidades. Tanto que, finalmente, esta mañana, se ha sabido que uno de los principales sindicatos italianos, Uil, se había desmarcado de estas dos jornadas de huelga y apostaba así por mantener abierto el diálogo con el Gobierno. El gran motivo de disidencia es un proyecto de ley, aprobado ya en el Senado italiano, que se discute ahora en la Cámara de Diputados y que habla sobre la "competitividad" en el mercado del taxi. O, lo que es lo mismo, define unos nuevos marcos estructurales para el sector. En Roma, taxistas de toda Italia se manifestaban en las calles de la capital durante la jornada del martes con algunas escenas violentas en el centro.
#Italy National taxi strike in Rome 5/6-07-2022 (the taxi drivers ask for the complete removal of article 10 of the Competition Bill) pic.twitter.com/yBBdn1zcbL
— NiCoLeEliSei (@NiCoLeEliSei1) 6 de julio de 2022
El motivo central del enfrentamiento es el artículo 10 de este borrador de ley que pretende sentar las bases para una liberalización del sector, cuestión a la que los taxistas se han opuesto durante muchos años y que ningún gobierno ha podido abordar hasta ahora de forma concreta. Este punto encarga al Ejecutivo adoptar un decreto que permita modernizar en líneas generales el sector del taxi y los servicios VTC para mejorar, en un futuro, su eficiencia. Aunque, en realidad, no es concreto ni introduce medidas a corto plazo, dice que se debe trabajar para “garantizar una mejor protección del consumidor”. Otro de los aspectos del artículo en discusión es la mención de la “oferta de servicios de movilidad mediante el uso de aplicaciones web que utilizan plataformas tecnológicas para conectar al conductor y al pasajero” y promover “la competitividad, también en la concesión de licencias, para una mayor calidad”, que significaría la sinergia definitiva del servicio con la demanda a través de una app.
È cominciato alle 8 lo sciopero nazionale di 48 ore dei tassisti che protestano contro l'articolo 10 del Ddl Concorrenza. A Piazza della Repubblica, a Roma, è prevista la concentrazione dei conducenti delle auto bianche. Garantiti i servizi sociali #ANSA https://t.co/UinB9TYBJi
— Agenzia ANSA (@Agenzia_Ansa) 5 de julio de 2022
Todo remite a la lucha que desde hace años se libra entre la comunidad taxista y los servicios de VTC en el país. En Italia fue muy complicado para la multinacional UBER establecerse en la última década, como hacía en otras grandes capitales mundiales, y no consiguió hasta este mes de mayo un acuerdo definitivo con la empresa italiana It Taxi que daba la posibilidad a 12 mil taxistas de ofertarse en la famosa plataforma internacional. Este sería otro de los motivos de descontento en el sector que piensa que todos estos pasos se dirigen a una definitiva liberalización del taxi. En una nota, los sindicatos dijeron que no están dispuestos "a ningún paso atrás, a ningún tipo de acuerdo" y que "nuestra batalla es la lucha de 40.000 trabajadores contra la especulación financiera, pero también la defensa de los usuarios de un servicio público contra mecanismos como algoritmos y mercados libres que los estrangulan en su momento de necesidad”. Demostrando, de esta forma, que los límites de negociación son muy reducidos mientras la convivencia entre los dos servicios lleva ya mucho tiempo siendo conflictiva. Muchos de los usuarios se quejaban de la huelga de taxis y del propio enfrentamiento del sector, poniendo de ejemplo el nivel de servicio al salir de Italia, país en el que muchos taxistas aún te impiden pagar con tarjeta, a pesar de que existe una ley que obliga a hacerlo.
Poi vai all'estero e i taxi ci sono a qualsiasi ora, puoi pagare con carta senza urlare "ha la carta?", se vuoi prendi Uber a pochi euro. Cari tassisti inutile rivendicare diritti con questo servizio. Ci sono anziani e malati che devono raggiungere un ospedale. Dai su #taxi
— Alessio Lasta (@alessiolasta) 5 de julio de 2022
El partido de Matteo Salvini, la Liga, y el de Giorgia Meloni, Hermanos de Italia, han apoyado al sector taxista, como ya han hecho en muchas otras ocasiones y han presentado enmiendas a la reforma propuesta, así como lo ha hecho desde la izquierda el PD. Pero, en la medida encuentra algunos grandes apoyos en la política como Fuerza Italia de Silvio Berlusconi y otros grupos menores como +Europa y Azione que estarían completamente a favor de una verdadera liberalización del sector. El enfrentamiento sigue, no es una batalla fácil de librar, ya en el 2006 el ministro de Desarrollo Económico Pierluigi Bersani hizo un intento y, posteriormente, en el 2012 el primer ministro Mario Monti, pero en ambos casos no se consiguió nada, en gran medida por el peso que tiene el lobby del taxi en Italia.