El futuro de Johnson pende de un hilo


La renuncia conjunta de sus ministros de finanzas y de sanidad ha provocado una ola de dimisiones y le ha dejado en una posición muy delicada
Las dimisiones fueron provocadas después de que Johnson mintiera sobre su conocimiento de los abusos sexuales de un aliado
Diputados rebeldes conservadores están intentando cambiar las normas internas para poder forzar una nueva moción de censura y hacerle caer
La dimisión conjunta de los ministros de Finanzas y de Sanidad, Rishi Sunak y Sajid Javid, por perder la confianza en el primer ministro ha provocado una ola de dimisiones y ha dejado a Boris Johnson en una posición muy delicada. Ahora mismo pende de un hilo. Sunak y Javid eran dos de los pesos pesados de su partido. Javid había sido el predecesor de Sunak en Finanzas, cargo del que dimitió en 2020 al no aceptar que Johnson le impusiera los asesores. Esta, por tanto, es la segunda vez que presenta su renuncia ante Johnson. Sunak, por su parte, era la segunda persona más importante del ejecutivo, su mano derecha. Su baja es sensible. Después han dimitido el vicepresidente del partido y hasta cinco subsecretarios. Aunque otros miembros de su gabinete se han afanado a alinearse con Johnson, no se descartan más dimisiones.
Las dimisiones fueron provocadas por el escándalo de Chris Pincher, el vicelíder del grupo parlamentario conservador (‘deputy whip’ es su cargo en inglés) y diputado que presentó su dimisión el viernes tras admitir haber manoseado en estado de ebriedad a dos jóvenes en uno de los más selectos clubes privados de Londres, frecuentado por diputados conservadores. Más tarde la prensa publicó que Pincher tenía antecedentes de abusos sexuales a jóvenes asesores, aunque sin cargos criminales. También que Johnson estaba al corriente de estas quejas cuando lo ascendió a vicelíder el pasado mes de febrero, un cargo de confianza clave para intentar la rebelión cada vez mayor que habían dentro de su grupo por las fiestas ilegales del Covid en Downing Street. Pincher era un aliado de Johnson. Una de sus funciones era la de mantener la disciplina de partido.
Pellizcador por naturaleza
Diversos portavoces de Johnson se apresuraron a desmentir estas acusaciones y aseguraron que el primer ministro no sabía nada de los antecedentes de Pincher. Hasta que este lunes Simon McDonald, ex secretario permanente del ministerio de Exteriores, envió una carta a la presidenta de la comisión parlamentaria de Ética, Kathryn Stone, asegurando que las afirmaciones de Downing Street de que nunca se interpusieron quejas formales contra Pincher eran falsas. Aseguraba que “Johnson fue informado personalmente del inicio y del resultado de las investigaciones sobre Pincher (llevadas a cabo en verano de 2019)”. La oficina del primer ministro tuvo que reconocer que era cierto, que Johnson lo sabía, aunque dijo que creyó que no eran importantes. El exasesor principal de Johnson, Dominic Cummings, no perdió la ocasión para hacer más daño a Johnson y aseguró que éste se refería a Pincher como “pincher by name, pincher by nature” (pellizcador de nombre, pellizcador por naturaleza) cuando lo ascendió en febrero.
Johnson reaccionó de la misma forma cuando en diciembre trascendió a la prensa que se habían organizado fiestas ilegales durante el Covid. Lo negó. Más tarde no solo se confirmaron las fiestas, sino que se probó que Johnson había participado en algunas de ellas. Entonces Johnson reconoció estar al corriente, pero se escudó alegando que pensaba que eran reuniones de trabajo. En su comunicado, Javid asegura haber perdido la confianza en el primer ministro, mientras que Sunak considera que no cumple los estándares de conducta y competencia requeridos.
Cambio de reglas
El mes pasado un grupo importante de diputados de su partido forzó una moción de confianza contra Johnson que éste salvó, aunque un 41 por ciento de sus diputados votaron contra Johnson. Ahora estos rebeldes están intentando cambiar las normas del partido para poder forzar una nueva moción de censura y echar a Johnson. Las reglas actuales no permiten convocar más mociones durante un año. Johnson es un experto superviviente. Pero los comentaristas políticos británicos y cada vez más miembros de su partido creen que acabarán forzando su dimisión en los próximos días y recuerdan que Thatcher tampoco sobrevivió a la renuncia de su segundo, Geoffrey Howe, en 1990, después de ganar también una ajustada moción de confianza. Johnson ha nombrado a los sucesores de Sunak y Javid, pero su situación dentro de su partido es muy delicada y no se descartan más dimisiones.