Una crisis dentro de otra crisis: la falta de mano de obra en Alemania


Abundan los sectores de la economía alemana en los que faltan trabajadores cualificados.
Se cuentan por centenares de miles los puestos de trabajo que no encuentran quiénes los puedan ejercer.
Desde el pasado mes de marzo, los trabajadores del sector sanitario en Alemania han de estar vacunados, por ley del gobierno del canciller Olaf Scholz, contra el SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19. Sin embargo, según ha informado el diario Süddeutsche Zeitung, “debido a la escasez de personal, muchos estados federales se abstienen de sancionar a los enfermeros que no se han vacunado contra el coronavirus”.
La escasez de personal del sector sanitario no es en modo alguno una excepción en la economía alemana. Ésta no sólo sufre estos días por la inflación, las dependencias energéticas de Rusia o el contexto geopolítico abierto por la invasión que sufre ucrania a manos del Ejército ruso desde el pasado 24 de febrero.
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El crecimiento económico se revalúa a la baja en el país del canciller Olaf Scholz, considerado el motor de la economía del 'viejo continente'
— NIUS (@NiusDiario) 6 de julio de 2022
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De hecho, el mercado laboral alemán, por mucho que escasee el paro – un 5,6% en junio, según datos oficiales –, atraviesa una importante crisis de falta de mano de obra. Es algo que viene de lejos. Parece casi estructural. De lo contrario, no se sumarían ya años en los que los responsables del país cuentan con decenas de miles los empleos cualificados que quedan sin cubrir en Alemania.
Por ejemplo, el sector sanitario, afectado desde 2020 por los no pocos trabajadores que han dejado la actividad por las condiciones extremas a las que ha obligado a trabajar la pandémica COVID-19, es una de las áreas afectadas por lo que aquí llaman “situación de emergencia” laboral debido a la falta de personal. Pero esa "situación de emergencia" afecta a diestro y siniestro en Alemania.
Tanto es así que muchos alemanes están hoy día preocupados por tener que tomar el avión para realizar sus viajes de vacaciones estivales. En muchos aeropuertos del país reina el “caos”, según el término más empleado en la prensa teutona para dar cuenta de la degradación de los servicios en estas infraestructuras.
Retrasos por falta de personal, entre otras cosas, han obligado al Gobierno germano a intervenir, planteando facilidades para la contratación de empleados extranjeros, fundamentalmente procedentes de Turquía, para que ayuden durante un tiempo limitad en los aeropuertos, necesitados de personal de tierra y de servicios de seguridad.
La falta de personal en este sector, al igual que ocurre con el ámbito sanitario, tiene que ver con los efectos de la pandemia. Al menos eso parece si se creen los argumentos que presentaba a su personal en un correo reciente Carsten Spohr, el el CEO de Lufthansa, la gran compañía aérea de Alemania. “Bajo la presión de más de diez mil millones de euros en pérdidas relacionadas con la pandemia, ¿nos hemos excedido con el ahorro en uno u otro lugar? Seguramente”, se lee en dicha misiva, de la que los medios alemanes daban cuenta a finales de junio.
Falta de mano de obra en aeropuertos, restaurantes, educación...
Ahora que, vacunas mediante, la peor fase de la pandemia fase parece ser cosa del pasado, la necesidad de ahorro que se tradujo en despidos parece no tener arreglo inmediato. De ahí la idea del Gobierno de recurrir a trabajadores temporales turcos.
Esta situación de trabajadores despedidos durante la pandemia que no vuelven al sector donde habían estado empleados también está ocurriendo en la gastronomía. De ahí que de un tiempo a esta parte no sea raro ver restaurantes alemanes limitando su oferta y tiempo de apertura al público por falta de personal. La enseñanza es otro de estos sectores, concretamente el sector de las academias y el apoyo escolar.
Ahí también falta la mano de obra y, por eso, los ministros de Educación de los Länder del país quieren que el Ejecutivo siga financiando el programa llamado “Ponerse al día tras el coronavirus”, una iniciativa dedicada a la recuperación en términos del aprendizaje académico y social que no pudo tener lugar tras los cierres de las escuelas que trajo la lucha contra pandémica COVID-19.
Centenares de miles de empleos vacantes
Según datos de la Agencia Federal para el Trabajo (BA, por sus siglas alemana), los empresarios comunicaron en mayo un total de 864.884 vacantes. Esa cifra es mayor con respecto a los días anteriores a la pandemia, según ha recogido el semanario económico WirtschaftsWoche.
El sector servicios, con casi un cuarto de millón de vacantes, es el más afectado de la economía alemana. Según WirtschaftsWoche, en el sector sanitario y el sector del trabajo hay hasta 270.000 empleos vacantes desde hace por lo menos seis meses.
La carestía es tal que, según se apuntaba desde la Asociación Central de los Artesanos de Alemania (ZDH, por sus siglas alemanas), hasta los objetivos climáticos del Gobierno de Scholz están peligro. La “coalición semáforo”, formadas por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), la formación de Scholz; Los Verdes y los liberales del FDP se han puesto de acuerdo el país sea neutral desde un punto de vista climático de aquí a 2045.
Con el canciller Olaf Scholz, Alemania se ha puesto, entre otros objetivos, que el 80% de la energía que consuma el país en 2030 venga de fuentes renovables
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"Alemania se está quedando sin trabajadores"
Al parecer, ese objetivo pasa porque de aquí a 2040 las 43 millones de casas que hay en Alemania también sean neutrales, algo que obliga a obras y reformas de optimización del consumo energético. Pero, ahora mismo, no hay suficiente mano de obra para llevar a cabo esas reformas.
“En unos 70 empleos hay falta de personal cualificado”, ha dejado dicho al dominical Welt am Sonntag Detlef Scheele, máximo responsable de la BA. En sus cuentas más recientes, la economía germana está en busca de hasta 792.000 empleados cualificados.
Pero tal vez, por lo que dice Scheele, lo peor de esta crisis no es que en “Alemania falten trabajadores por todas partes, desde el sector sanitario hasta la logística o el ámbito académico”. Más sombría es esta otra constatación del responsable de la BA: “Alemania se está quedando sin trabajadores”.
La evolución demográfica sigue siendo desfavorable para el país de Scholz. Hacer algo al respecto es otra de las cosas que faltó en los algo más de tres lustros en el poder de la canciller Angela Merkel, predecesora de Scholz.
Así, dado el envejecimiento de la población y las próximas jubilaciones, en 2035 quedarán 48 millones de personas en edad de trabajar en Alemania, según datos del WirtschaftsWoche. Son unas 3,6 millones menos que las que había en 2020, el año en que no pocos perdieron su empleo por culpa del coronavirus.