El Coliseo romano abre un espacio para que las madres turistas puedan dar de mamar

El Coliseo romano es uno de los lugares más visitados del mundo. El monumento, emblema de los cimientos de la civilización en la Antigua Roma, recibía históricamente hasta siete millones de turistas anuales. Durante los dos años de la pandemia la cifra se rebajó quedándose en casi dos millones pero ahora recupera sus mejores datos en el primer verano de “vuelta a la vida”. Desde esta semana, además, las madres que viajan con sus hijos o hijas podrán acceder a un espacio, diseñado por los responsables del Parque arqueológico del Coliseo junto con la colaboración de Unicef, para que puedan dar de amamantar. La estructura, que se encuentra en el primer piso del monumento, ofrece dos pequeñas habitaciones con todas las dotaciones necesarias para que la madre y el niño tengan un lugar para poder dar el pecho o cambiar el pañal no solo de una manera más íntima, sino también más cómoda. Una opción que hasta ahora no existía y que obligaba a muchas turistas a hacerlo en un lugar más improvisado y con incomodidades como el calor ahora o el frío en invierno.

La idea fue llevada a cabo con la intención de facilitar la vida a muchas turistas que visitaban Roma con sus familias y de hacer el Coliseo, un emblema de la ciudad amado por todos, un lugar más accesible. Maria Grazia, una de las mujeres del staff del monumento, explica cómo ha sido la acogida del servicio por las primeras turistas. “Sobre todo por la mañana esto es un continuo trajín de familias con carritos. Aquí en la puerta siempre hay alguien que les indica y dentro tienen también algunos juegos para poder descansar o distraer a los otros hijos mientras dan de mamar. Ambas habitaciones están dotadas de todo lo que necesitan", explica. Se encuentra en el plano superior y al inicio del recorrido que habitualmente los turistas realizan en la visita del monumento. En el caluroso verano romano es también un lugar para coger aire entre la gran cantidad de visitantes que inundan las calles y lugares más emblemáticos. Es, dice Maria Grazia, un paso más para cuidar a los turistas que cada día llenan su ciudad y que son fundamentales para un lugar como Roma.

Estos primeros días varias turistas se acercan con sus carritos y su familia a la zona interesadas por el espacio. Una de ellas acababa de dar de mamar hacía solo unos minutos en otra zona del Coliseo porque no sabía que habían abierto un lugar especialmente para eso. “No es muy común y no me lo esperaba”, explica la visitante de origen inglés. A pesar de que durante todo el recorrido, y también en el ascensor, varias pegatinas y anuncios anticipan el espacio muchos de los turistas no se esperan que se haya dispuesto una área para dar de mamar en un modo tranquilo. Todas las que pasan lo agradecen y reconocen el uso que puede tener en un lugar tan concurrido como es el Coliseo romano. Durante la mañana algunas de ellas lo han usado en medio de la visita y luego han continuado conociendo el monumento. Un cartel en la puerta dice “Hola mamá, párate aquí” en inglés y en italiano junto con el dibujo de un bebé para estimular el descubrimiento del servicio.

Los valores que quiere trasmitir el proyecto están también vinculados a la salud a través del estímulo a la lactancia materna y los beneficios que tiene para los bebés, explican los promotores de la iniciativa. Esta estancia para dar el pecho dentro del Coliseo forma parte de un proyecto mayor llamado ‘Un parque para todos’ destinado a facilitar la visita a todos los que cada día llenan el monumento italiano. Con la entrada estándar, que cuesta 18 euros, está incluida la visita al Coliseo y a las áreas arqueológicas del Foro Romano-Palatino y también los Foros Imperiales, además de las exposiciones permanentes. Ahora las madres que estén de turismo por Roma verán también este lugar no solo como fascinante, sino también como acogedor y, sobre todo, más fácil.