La proclamación de Carlos III inicia una transición real de 10 días


El Consejo de Adhesión proclama oficialmente a Carlos III como rey de Inglaterra este sábado
Arranca un proceso de diez días cargado de actos y ceremonias que culminará con el funeral de Estado y entierro de la reina Isabel II
Carlos III renueva "la promesa de servicio" de su madre Isabel II en su primer discurso como rey
Convertirse en rey de Inglaterra es a la vez una realidad sencilla - el heredero de Isabel II ya lo era desde el mismo momento en que falleció su madre - y un largo y ceremonioso proceso cargado de actos, proclamaciones, procesiones y juramentos. La sucesión se puso en marcha nada más confirmarse la muerte de la reina el pasado jueves y se prolongará durante un periodo de diez días argados pompa y boato que culminarán con el funeral de Estado de Isabel II en la Abadía de Westminster.
El día cero del reinado de Carlos III de Inglaterra puede considerarse que fue este viernes. Fue el día en el que el nuevo monarca llegó a Londres procedente de Balmoral acompañado por la reina consorte; el día en que mantuvo su primera audiencia como rey con la primera ministra, Liz Truss; y el día en el que pronunció su primer discurso - pregrabado en el Salón Azul del Palacio de Buckingham - El mensaje se emitió en diferido a las siete de la tarde, hora española, y el nuevo monarca cerró su alocución con un "Gracias mamá" visiblemente emocionado.
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Algunas de sus frases más destacadas estuvieron dirigidos a sus madre: "Hizo sacrificios por el deber. Su dedicación y devoción como soberana nunca cedieron, en tiempos de cambio y progreso, en tiempos de alegría y celebración, y en tiempos de tristeza y pérdida". También se mostró orgulloso de sus hijos y proclamó a Guillermo como nuevo príncipe de Gales: "Con Katherine a su lado, nuestro nuevo Príncipe y Princesa de Gales, lo sé, continuarán inspirando y dirigiendo nuestras conversaciones nacionales, ayudando a traer lo marginal al centro del terreno donde se puede brindar ayuda vital. También quería expresar mi amor por Harry y Meghan mientras continúan construyendo sus vidas en el extranjero", apostilló el nuevo rey que no quiso pasar por alto la oportunidad de pronunciar unas palabras sobre como ha cambiado el mundo en los 70 años de reinado de su madre: "Hemos visto a nuestra sociedad convertirse en una de muchas culturas y muchas religiones (...) Nuestros valores se han mantenido y deben permanecer constantes", proclamó un Carlos III que hablaba ya como rey pero cuya proclamación oficial, protocolo obliga, está fijada para este sábado.
Día 1: Proclamación
El escenario elegido es el Palacio de Saint James en Londres, el momento: las once de la mañana - hora española - y el procedimiento tiene que realizarse frente a un cuerpo ceremonial conocido como el Consejo de Adhesión. Está compuesto por miembros del Consejo Privado, un grupo de parlamentarios de alto nivel, pasados y presentes, y lores, así como algunos funcionarios públicos de alto nivel, altos comisionados de la Commonwealth y el alcalde de Londres.
En teoría, más de 700 personas tienen derecho a asistir al Consejo de Adhesión, pero dada la poca antelación con la que se convoca, es probable que el número real sea mucho menor. En el último Consejo de Adhesión fue en 1952, cuando fue proclamada Isabel II, asistieron alrededor de 200. La tradición indica que el rey no asiste. En la reunión, el Lord Presidente del Consejo Privado (actualmente la parlamentaria Penny Mordaunt) anunciará la muerte de la reina Isabel II y se leerá una proclamación en voz alta.
La proclamación consiste en una serie de oraciones y promesas que incluyen un elogio de la monarca anterior y un compromiso de apoyo al nuevo rey. Al finalizar, figuras institucionales destacadas como la nueva primera ministra Liz Truss, el arzobispo de Canterbury y el Lord Canciller firman la proclamación.
Una vez hecho esto el Consejo de Adhesión se reúne nuevamente, esta vez sí, con la presencia del nuevo rey y su Consejo Privado, que incluye a Camilla, la nueva Reina, y a su hijo Guillermo, que también son consejeros. El protocolo establece que Carlos III haga una declaración de acuerdo con una tradición que data de principios del siglo XVIII en la que jura preservar a la Iglesia de Escocia y posiblemente haga una primera aparición pública ya como rey proclamado.
La proclamación es anunciada con una fanfarria de trompetas que precede a un un pregón público declarando a Carlos como nuevo rey. Es un funcionario conocido como el Rey de Armas de la Jarretera el que lee el pregón desde un balcón sobre el Friary Court del Palacio de St James. Grita: "Dios salve al Rey" y suena el nuevo himno nacional con la letra ya modificada para cambiar el "God save de the Queen' por el renovado "God save the king". A continuación se dispararán salvas de cañonazos en Hyde Park, la Torre de Londres y desde barcos de guerra.
Durante todo este proceso el féretro de la reina continúa en el Palacio de Balmoral.
Día 2: proclamación en Edimburgo, Cardiff y Belfast
A mediodía está previsto que se lea la proclamación que anuncia a Carlos como Rey en Edimburgo, Cardiff y Belfast. Se espera que el domingo el féretro de la Reina sea trasladado en coche fúnebre desde Balmoral hasta el Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo por carretera para descansar hasta el día siguiente.
Día 3: procesión de la Milla Real
Los planes para el lunes incluyen una procesión ceremonial a lo largo de la Milla Real hasta la Catedral de San Giles en Edimburgo. También se espera una moción de condolencia por el fallecimiento de Isabel II en Westminster y que el nuevo rey anuncie las fechas para iniciar una gira en los días siguientes que lo lleve a visitar Escocia, Gales e Irlanda del Norte como parte de la Operación Marea de Primavera.
Día 4: La reina llega a Londres
El martes sería el día señalado para que el féretro de la reina sea trasladado por avión a Londres. Allí descansará en el Palacio de Buckingham. También ese día daría comienzo un ensayo para la que será la procesión ceremonial del féretro de Isabel II en Londres.
Día 5: Gran procesión en Londres
El miércoles tendrá lugar, si todo sigue el guion previsto, la primera gran ceremonia en Londres. Ese día, el féretro de la Reina será llevado en un carro de combate desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall para su reposo. Se espera que los miembros de la familia real asistan a un breve servicio en la abadía y que cientos de miles de personas pasen por delante del féretro para presentar sus respetos durante los siguientes cinco días. En algún momento de esos días de velatorio se espera que los miembros más importantes de la familia real hagan guardia alrededor del féretro, tradición conocida como la Vigilia de los Príncipes.
Días 6, 7 y 8: vigilia y visitas de Estado
El jueves no hay previstas más ceremonias que continuar con el velatorio de la reina Isabel II en Westminster Hall. El viernes y el sábado la agenda del nuevo rey proseguiría con sus visitas a las diferentes naciones del Reino Unido y con sus reuniones de Estado en Londres.
Día 9: Llegada de los jefes de Estado y familias reales extranjeras
El próximo domingo, 18 de septiembre, se espera que comience la llegada de los primeros jefes de Estado y miembros de las familias reales extranjeras a Londres para acudir al funeral de Estado de la reina Isabel II que, si todo va según el plan, tendrá lugar el lunes, 19 de septiembre.
Día 10: funeral de Estado
El funeral de Estado de la Reina tendrá lugar en la Abadía de Westminster y se espera que el féretro de la reina llegue desde Westminster Hall hasta la Abadía de Westminster en un carro de combate tirado por marinos de guerra. La acompañaran en la procesión, a pie, los miembros de la familia real británica. El servicio será televisado y se guardarán dos minutos de silencio a nivel nacional.
Tras el funeral, el féretro de la Reina será llevado al Castillo de Windsor para un servicio de entierro televisado. El féretro será bajado a la bóveda real y su lugar de descanso final será la capilla conmemorativa del Rey Jorge VI en la capilla de San Jorge, Windsor. A la ceremonia de inhumación privada asistirán altos miembros de la familia real.
La coronación tendrá que esperar
El punto culminante y más simbólico de todo el proceso de sucesión sería la coronación de Carlos III. Sin embargo, debido a la preparación necesaria, no es probable que se lleve a cabo muy pronto. Aún no hay fecha.
La reina Isabel accedió al trono en febrero de 1952, pero no fue coronada hasta junio de 1953. Durante los últimos 900 años, la coronación se ha llevado a cabo en la Abadía de Westminster: Guillermo el Conquistador fue el primer monarca en ser coronado allí, y Carlos será el número 40. Es un servicio religioso anglicano dirigido por el Arzobispo de Canterbury. En el clímax de la ceremonia, colocará la corona de San Eduardo en la cabeza de Carlos, una corona de oro macizo que data de 1661 y pesa 2,23 kilos. Esta es la pieza central de las Joyas de la Corona en la Torre de Londres, y solo la usa el monarca en el momento de la coronación.