Bruselas ultima una "revolucionaria" reforma del Pacto de Estabilidad


La Comisión Europea seguirá como único indicador el techo de gasto
La reducción de la deuda pública tendrá un ritmo diferente para cada Estado miembro y el déficit público dejará de ser la medida de todas las cosas
El estallido de la pandemia hizo que la Comisión Europea reaccionara de urgencia con las pocas medidas contundentes a su alcance. Una de ellas fue, con el visto bueno de los ministros de Economía y Finanzas, la suspensión temporal del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, el que fija que las políticas fiscales deben ir a reducir el déficit público por debajo del 3% del PIB y la deuda pública por debajo del 60% del PIB. Lo que era temporal se alargó y el Pacto de Estabilidad seguirá suspendido al menos hasta el 31 de diciembre de 2023, prácticamente cuatro años.
La formación del Gobierno de coalición alemán hace casi un año puso en el Ministerio de Finanzas al liberal Christian Lindner. Desde que llegó no ha dejado de repetir que el Pacto de Estabilidad debe volver a aplicarse, que la urgencia ya pasó. Pero Francia, España e Italia se niegan si antes no se reforma. La Comisión Europea entiende que es inaplicable con la segunda, la tercera y la cuarta economías de la Eurozona en contra. Finalmente Alemania se abrió a una reforma que la Comisión Europea debe presentar la segunda quincena de octubre. Lo que nadie esperaba es la revolución a la que apunta la Comisión.
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Valdis Dombrovskis, miembro del Partido Popular Europeo y vicepresidente de la Comisión Europea encargado de las carteras económicas, explicó a los ministros de Economía y Finanzas el sábado en Praga las líneas maestras de la propuesta, que de aprobarse revolucionaría la forma en que funcionó hasta ahora el Pacto de Estabilidad.
Rich discussion on EU fiscal rules ahead of the Commission’s orientation paper.
— Valdis Dombrovskis (@VDombrovskis) 10 de septiembre de 2022
Key goals:
📌ensure public debt sustainability
📌more leeway for countries to tackle public debt, but within common rules
📌stronger enforcement of simpler rule
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Dombrovskis dijo que el objetivo final sigue siendo la sostenibilidad de la deuda, pero que a ese objetivo se puede llegar por vías diferentes de las usadas hasta ahora. La normativa en vigor obliga a reducir la deuda pública en una veinteava parte al año para toda la parte de la deuda que supera el 60% del PIB. Da igual el tamaño de la deuda o la situación del país en cuestión. Es una receta igual para todos. También obliga a aprobar políticas económicas que reduzcan el déficit por debajo del 3%, también sin importar la situación económica. La Comisión Europea entiende ahora que imponer la misma receta económica a países con deudas en el entorno del 150% (Italia), del 115% (España o Francia) o del 25% (Luxemburgo) es una vía al fracaso. “No puede haber una solución igual para todos”, reconoció el comisario. Que Italia reduzca su deuda una veinteava parte anual de todo lo que supere el 60% del PIB equivale a una reducción anual de aproximadamente 130.000 millones de euros, el 7,3% de su PIB. Lo que vendría a ser la medicina medieval a base de sangrar al enfermo para sacarle los malos humores.
La idea sobre la mesa acaba con todo eso y pone como único indicador primordial el techo de gasto, pero además se usará de forma contra cíclica. Porque Dombrovskis cree que el Pacto de Estabilidad tiene que sustentarse en tres patas: responsabilidad fiscal, reformas estructuras y, otro cambio, inversiones reforzadas en asuntos como transición energética, digital y Defensa. El uso de la regla de gasto de forma contra cíclica haría que los gobiernos pudieran aumentar el gasto público cada año en función del potencial de crecimiento. Si la economía acelera y hay riesgo de recalentamiento, ese aumento del techo de gasto sería menor. Si la economía frena y se enfría para crecer por debajo de su potencial, los gobiernos podrían aumentar el techo de gasto por encima del potencial de crecimiento. Puro Keynes. La idea no debe sonar mal a los oídos franceses, italianos, españoles, portugueses o griegos. Para hacerla más apetecible para Alemania y otros países del norte, Bruselas promete que será más dura aplicando la norma y las posibles sanciones por incumplimiento. Para que no suceda lo que en varias ocasiones cuando Francia incumplía el Pacto de Estabilidad y la Comisión Europea no se movía, en palabras del entonces presidente Jean-Claude Juncker, “porque es Francia”.