El gasto de los medios públicos alemanes, en la mirilla del ministro de Finanzas


El canciller Scholz cobra menos que una responsable de cadena regional alemana
El vicecanciller y ministro de Hacienda alemán, el político liberal Christian Lindner, señala el “considerable potencial de ahorro” que hay en los medios públicos germanos.
En grandes citas de actualidad, como el entierro de la reina del Reino Unido Isabel II, la red de medios públicos alemanes han desplegado cerca de medio centenar de empleados, según el diario Bild.
Para seguir en televisión el reciente entierro de la reina del Reino Unido Isabel II, en Alemania había muchas opciones. Muchas de ellas correspondían a medios de titularidad pública, y esto no ha podido pasarlo por alto el responsable de las arcas del Estado alemán, el vicecanciller y ministro de Hacienda además de líder del partido liberal (FDP), Christian Lindner.
Por eso, en la edición de este martes del diario regional Neuen Osnabrücker Zeitung a Lindner se le citaba hablando del “considerable potencial de ahorro” en lo que respecta a los grandes medios de titularidad pública.
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“Que ARD, ZDF y Phoenix live emitan en paralelo el entierro de la reina desde Londres cada uno con su propio personal muestra de forma clara que hay un considerable potencial de ahorro”, decía Lindner. Las cadenas públicas ARD y ZDF emplearon para su cobertura en Londres un total de medio centenar de empleados, según las cuentas del diario Bild.
Christian Lindner, un ministro liberal, en principio, anti-deudas en Alemania, que ha pasado ser el "rey de las deudas", en @NiusDiario. https://t.co/ybbpMNUHTZ.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 9 de abril de 2022
Que el poderoso ministro de Hacienda de Alemania se pronuncie sobre el trabajo de esas cadenas públicas da cuenta de un debate que tiene la sociedad germana desde hace mucho tiempo. Suele estar latente, y a veces, como ahora, surge con fuerza.
Se trata de discutir qué hacer con los medios públicos cuando éstos presentan redundancias como las vistas estos días en Londres y, de manera general, cómo adaptar esos medios a un contexto marcado por la oferta en Internet y la competencia de plataformas como Netflix o Amazon.
“Hay gente, por ejemplo, que ya no ve la televisión, porque consume más la oferta de las nuevas plataformas”, dice a NIUS Nils Diederich, politólogo y profesor de la Universidad Libre de Berlín.
Para él, sin embargo, el contexto en el que habla Lindner no es tanto el de las redundancias vistas en Londres o, no hace tanto, en el último congreso de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el principal partido de la oposición, una cita política a la que también asistieron medio centenar de periodistas y empleados de las cadenas públicas.
Según Diederich, Lindner habla del “potencial de ahorro” en los medios públicos en un contexto también marcado por las “irregularidades” registradas en las radio-televisiones públicas de Berlín y Brandenburgo (RBB) y la del Norte alemán (NDR). Esas dos instituciones están en la picota y han puesto el sistema de medios de comunicación público en el centro del debate político, al mismo nivel que la crisis energética y las dificultades económicas que atraviesa el país.
Escándalos de nepotismo, malversación y aprovechamiento
En la RBB viven días convulsos desde que el pasado agosto fuera despedida por el Consejo de Administración Patricia Schlesinger, directora de este medio de comunicación regional desde 2016. En agosto trascendieron abundantes reproches contra ella por su gestión. Ha sido supuestamente poco cuidadosa con el gasto.
Para el ciudadano de a pie, que una directora de un medio de comunicación regional gane más dinero que el canciller es motivo para sacarle de sus casillas.
Caras cenas de empresas y reuniones privadas en su casa, coche de lujo con chófer y lujosas reformas de instalaciones son algunos de esos cuestionados elementos de esa gestión de Schlesinger. A esta periodista, de 61 años y cuyo salario al frente de la RBB ascendía a 303.000 euros a los que hay que sumar una serie de bonificaciones que totalizaban un montante de cuatro ceros, las autoridades la están investigando por supuestos delitos de “malversación” y “aprovechamiento”.
Paralelamente, en la NRD han dimitido estos días atrás varios altos cargos acusados de malas prácticas. Sabine Rossbach, directora de la sede central de la NRD en Hamburgo es uno de ellos. Ha perdido su cargo después de haber sido acusada de nepotismo, favoreciendo supuestamente la contratación de una hija suya en la cadena de radio-televisión del norte de Alemania.
El canciller Scholz cobra menos que una responsable de cadena regional alemana
“Esos casos han generado un debate en el que, para el ciudadano de a pie, que una directora de un medio de comunicación regional gane más dinero que el canciller es motivo para sacarle de sus casillas. Pero es que además, en algunos casos hay sospechas de corrupción”, explica Diederich desde la Universidad Libre de Berlín.
Alude este politólogo, entre otras cosas, al sueldo del canciller alemán, Olaf Scholz, que está en los 362.000 euros anuales. Se puede suponer que Schlesinger, gracias al sistema de bonus que se le reprocha, esté por encima de Scholz. Sí que lo está definitivamente el responsable de la Radio-televisión de Alemania Occidental (WDR), otro de los medios públicos. Su jefe es Tom Buhrow y cobra 413.000 euros. En la cadena generalista ZDF, su director, Norbert Himmler, cobra 372.000 euros.
El de las altas remuneraciones es otro de los puntos que ha criticado Lindner. “Al frente de los medios de comunicación públicos se gana muchísimo dinero. Estoy en contra de todo debate envidioso, pero ningún director [de medio de comunicación público ndlr.] debería de ganar más que el canciller”, indicaba Lindner en declaraciones a la última edición del dominical Bild am Sonntag.
“Es necesario un compromiso voluntario para utilizar el dinero de los contribuyentes con moderación”, abundaba en esa publicación el vicecanciller y ministro de Hacienda. Pero los medios públicos alemanes, al estar controlados, o bien por los estados federados, o bien por consejo de vigilancia en los que participan representantes de instituciones de la sociedad civil, no tienen obligación de alcanzar un acuerdo con Lindner.
Forderung nach freiwilligem Gehälterdeckel - Lindner-Klatsche für die Öffentlich-Rechtlichen https://t.co/VfOwyv5w7H
— BILD (@BILD) 17 de septiembre de 2022
Medios que “podrían estar controlados de forma más profesional”
“Está claro que hay que hacer algo con la RBB y con la NDR, pero los responsables de los medios públicos pueden estar seguros en sus puestos de trabajo”, conviene en afirmar Diederich. Ahora bien, “existe una sensación en el debate actual de que los medios públicos podrían controlarse de una manera más profesional”, sostiene este politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
En momentos en los que la inflación está limitando ya el poder adquisitivo de la población, oír hablar de los casos de supuesta corrupción en la RBB y la NDR, de las remuneraciones y coberturas desproporcionadas ha contribuir a que hasta el 84% de la población esté a favor de que los ciudadanos dejen de pagar por financiar los medios de comunicación públicos, según un reciente estudio de opinión publicado por el Bild am Sonntag.
En Alemania, todos los hogares pagan una cuota que sirve para financiar los medios de comunicación públicos. En el actual debate sobre los excesos de las televisiones regionales ha vuelto a ganar fuerza la opinión de aquellos que quieren acabar con ese modo de financiación. Sólo esas cuotas les han hecho disponer en 2021, según cuentas recientes del Frankfurter Allgemeine Zeitung, de 8.400 millones de euros.
Algo que explica, también, por qué han movilizado la ARD y la ZDF hasta medio centenar de personas para cubrir el entierro de la reina Isabel II.