Las sanciones europeas contra Rusia se aligeran pese a la movilización de reservistas rusos


Los países de la UE absolutamente divididos respecto de qué medidas tomar contra Rusia en un momento crítico para las economías
La semana pasada, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE acordaban lanzar un nuevo paquete de medidas sancionadoras contra Rusia por su invasión contra Ucrania.
El acuerdo de los ministros se produce al tiempo que la UE relaja sus sanciones al aclarar qué materias primas rusas pueden transportar empresas del 'viejo continente' a terceros países.
Al entramado de sanciones que la Unión Europea (UE) ha puesto en marcha contra Rusia por su ilegal invasión contra Ucrania se le va a sumar un nuevo paquete medidas sancionadoras. Esto quedaba claro tras la última reunión que mantenían la semana pasada los ministros de Asuntos Exteriores europeos.
El jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell, decía a cuenta de dicho acuerdo que la nueva ronda de sanciones estaba destinada a golpear “los sectores más relevantes de la economía rusa y la gente responsable de la guerra de agresión contra Ucrania”. Así se expresaba Borrell al dar cuenta del acuerdo entre ministros europeos, del que parece que se destilará más pronto que tarde el octavo paquete de medidas contra Rusia.
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After Putin announced another major escalation in the war against #Ukraine, EU Foreign Ministers met for emergency ad-hoc meeting.
— European External Action Service - EEAS 🇪🇺 (@eu_eeas) 22 de septiembre de 2022
They stressed EU unity to stand by Ukraine and continued support to Ukraine’s ability to defend its territorial integrity.https://t.co/HxxwzqTaEC pic.twitter.com/CdT8Que6As
Esa era, en una primera instancia, la respuesta más sonada de la UE al anuncio de la “movilización parcial” del presidente ruso, Vladimir Putin, a la vista del avance de la contraofensiva ucraniana en el norte y el este de Ucrania. Sin embargo, un par de días antes, desde Bruselas se había producido un movimiento que lejos de complicar la vida a la economía rusa, parecía darle algo de aire.
Se trata de una nueva versión de las “Preguntas Frecuentes” sobre las sanciones de la UE contra Rusia. Ese documento se ha ido actualizando desde que comenzaran a aprobarse los sucesivos paquetes de medidas para castigar al régimen de Putin desde que éste lanzara su invasión contra Ucrania por tierra mar y aire.
En la última versión de dicho documento quedaba claro que entre las materias primas rusas que las empresas europeas pueden transportar a otros países figuran el carbón y los fertilizantes. En agosto, sin embargo, ese transporte aparecía como prohibido en las “Preguntas frecuentes”. Pero eso fue así hasta el pasado lunes 19 de septiembre.
A partir de esa fecha, en las “Preguntas frecuentes” sobre las sanciones contra Rusia se responde con una clara negativa al interrogante: “¿Se permite la transferencia de las mercancías enumeradas en los anexos XVII, XXI y XXII del Reglamento 833/2014 del Consejo por parte de una empresa de la UE cuando las mercancías están destinadas a un tercer país y no transitan por el territorio de la Unión?”. “No”, se lee en la respuesta.
“Un aligeramiento de las sanciones energéticas"
Estamos ante “un aligeramiento de las sanciones energéticas de la UE” contra Rusia, dice a NIUS Ben McWilliams, investigador del think tank Bruegel, una organización especializada en el estudio de asuntos económicos con sede en Bruselas. Es más, todo esto es síntoma de que “al carbón ruso se le debe ayudar para que siga llegando a terceros países y evitar así un empeoramiento de las consecuencias económicas globales” producidas por las sanciones derivadas de la invasión, añade este experto.
Según informaba la semana pasada la agencia estadounidense Bloomberg, este aligeramiento ha causado malestar entre los países del este europeo, los que más cerca ven el conflicto en Ucrania y más temen el hostil comportamiento internacional de la Rusia de Vladimir Putin. En concreto, se sienten así Polonia y los Países Bálticos, cuatro naciones que comparten, entre otras cosas, el tener fronteras con Rusia.
Some EU nations push back against new guidance from the bloc's executive that they fear weakens sanctions and could allow countries to transport key Russian commodities such as coal globally https://t.co/aZ5osqXtTP
— Bloomberg (@business) 20 de septiembre de 2022
“En agosto, el día 10 de ese mes, vivimos un endurecimiento de las sanciones. La UE lo que hizo entonces fue prohibir el transporte de las materias primas y bienes rusos sancionados”, recuerda a NIUS, por su parte, Hendrik Mahlkow, experto en comercio internacional del Instituto para la Economía Mundial de Kiel (IfW, por sus siglas alemanas), uno de los más prestigiosos centros dedicados al estudio económicos en Alemania.
Pero “cuando se prohibe a empresas navieras europeas el transportar materias primas a terceros países, por ejemplo, a países de África, entonces a esos países no les llega casi nada, porque hay que tener en cuenta que Rusia tiene una flota de barcos muy limitada”, abunda Mahlkow.
Las sanciones, también un problema para los países en vías de desarrollo
Siendo, a su entender, Europa un prestador de servicios importante en lo que respecta al transporte de mercancías, la prohibición de transportar materias primas y otros productos rusos “no sólo es un problema para los países europeos, también constituye un problema dramático, sobre todo, para los países en vías de desarrollo”.
“Esto ha provocado ya grandes disturbios en algunos de esos países, por eso la UE ha corregido esa decisión, permitiendo a las empresas europeas el comercio de esos productos de Rusia, desde Rusia hacia terceros países”, abunda Mahlkow.
En este sentido, en Bruselas hacen especial hincapié, al dar cuenta de “qué NO [sic] hacen las sanciones de la UE contra Rusia”, en afirmar que “las sanciones de la UE no van dirigidas contra alimentos ni productos agrícolas, pues “la seguridad alimentaria y asequibilidad de los alimentos son una prioridad clave para la UE y sus Estados miembros”. “Las sanciones de la UE no afectan a la seguridad alimentaria y sólo cubren el comercio bilateral entre la UE y Rusia, no el comercio internacional”, se lee en documentos explicativos del Consejo de la Unión Europea sobre las sanciones contra Rusia.
Sanciones con menor efecto
“Rusia es un importante productor de abonos y fertilizantes en el mundo, también de gas natural, algo que es muy importante para la producción de abono”, reconoce desde el IfW Mahlkow, quien entiende que, en este sector, el país de Putin es a corto plazo insustituible. “No podemos, por ejemplo, en Europa, facilitar el acceso a créditos a los países en vías de desarrollo para que accedan a esos fertilizantes en otras parte del mundo porque, en el mercado internacional, no hay suficientes”, abunda este experto.
Como gran productor de fertilizantes, Rusia figura como principal fuente de esos productos, todavía en junio de este año según el portal de estadística alemán Statista, de países europeos como son Estonia, Letonia, Finlandia o Moldavia. De esos países, Letonia es el que, en porcentaje, menos fertilizantes importa de Rusia. A saber, un 66,07%, según los datos de Statista.
Sin embargo, el impacto de la medida relativa al transporte a países terceros de materias primas rusas no se queda en cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria mundial. De hecho, que el carbón figure en la lista de materias primas rusas transportables por firmas europeas podría abrir la puerta a que, en el futuro, el petróleo también pueda hacerlo.
Para McWilliams, investigador del think tank Bruegel, “las implicaciones” del aligeramiento de las sanciones operado en Bruselas “son enormes” para las medidas impuestas al petróleo ruso. “La posibilidad de que la UE mantenga las sanciones al transporte de petróleo a otros países (algo que se tendrá que decidir entre los próximos meses de diciembre y enero de 2023) se ha debilitado”, según McWilliams.
Mahlkow, por su parte, cree que no hay duda de que ahora las sanciones europeas van a tener “menos efecto” sobre la economía rusa. Al menos hasta que llegue el octavo paquete de medidas del que hablaba Borrell la semana pasada.