Unión Europea: Hungría se opone a las sanciones a la energía nuclear rusa


La mitad de la energía de Hungría depende de Rusia
A pocas semanas de la reunión de los ministros de energía de la Unión Europea y con la reunión de los primeros ministros y jefes de estado para decidir qué hacer con la políticas energética en Europa, Hungría se desmarca claramente. El país, muy dependiente de la energía rusa se ha opuesto este lunes a cualquier sanción de la Unión Europea que pudiera afectar a la cooperación nuclear con Moscú.
"Desafortunadamente, algunas entidades dentro de la UE (...) continúan tratando de poner obstáculos en el camino de las inversiones en energía nuclear" ha dicho el ministro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto en la Conferencia General anual de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena.
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Hungría defiende la energía nuclear como vital para su país ya que no cuenta con litoral y que no se beneficia de las derogaciones del embargo petrolero europeo. Hungría no quiere ni oír hablar de otras sanciones energéticas, ni siquiera indirectas (construcción, ingeniería o servicios informáticos) a Rusia, mientras haya dudas sobre "su soberanía en materia de energía nuclear". Es "una línea roja" ha dicho.
Hungría tiene previsto comenzar a trabajar en dos nuevos reactores nucleares en breve, en colaboración con el conglomerado ruso Rosatom. Una vez terminados los trabajos, las nuevas centrales completarán las cuatro unidades actuales, abastecidas con combustible desde Rusia y que aportan casi la mitad de la producción eléctrica.
La ruptura de la cooperación nuclear con Rusia es una de las medidas que reclaman los países partidarios de sanciones fuertes a Rusia, entre ellos los Estados bálticos, Polonia e Irlanda, pero no logra consenso dentro de los Veintisiete, según una fuente diplomática europea. Bulgaria, ya ha renunciado al gas ruso y muestra, según la agencia de noticias AP, preocupación: su única central nuclear produce alrededor de un tercio de la electricidad del país.