El Gobierno alemán asume una recesión con alta inflación para 2023


Las últimas correcciones en las cuentas del Ejecutivo del canciller Olaf Scholz muestran una Alemania entrando en recesión en 2023.
A esta problemática situación se añade una inflación actual al 10%. Ese porcentaje podría mantenerse todo el otoño, según el Bundesbank.
Ha dejado de ser algo que amenaza a la economía de Alemania. La recesión ya ha llegado al país del canciller Olaf Scholz. Al menos lo ha hecho a las cuentas del ministro de Economía y vicecanciller, el político ecologista Robert Habeck.
Según contaban en exclusiva la televisión pública ARD y el diario Bild a finales de esta semana, los cálculos que hacen en el Ministerio de Economía germano han dejado de tener que ver con los que hacían hace un año. Esas cuentas eran optimistas.
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La marcha de la economía ha empeorado tanto que en 2023 habrá una recesión del 0,4%, de acuerdo con las previsiones que hacen Habeck y compañía. En principio, el vicecanciller ecologistas alemán y su ministerio habían previsto un crecimiento del 2,5% para 2023.
La caída de la economía alemana se nota desde ya. Prueba de ello es que, hace justo un año, en el Gobierno germano estimaban que en 2022 la economía del país iba a crecer un 4,1%. Ahora, sin embargo, a esos números se han dado la vuelta. Este año la economía alemana crecerá sólo un 1,4%, según las cuentas del Ejecutivo.
Después de la clara recuperación vivida en la economía alemana ante la contracción que supuso la COVID-19 en 2020 (-3,06%) - en 2021 el PIB teutón se expandió un 6,1% -, las consecuencias de la ilegal invasión de Rusia contra Ucrania parecen cebarse con el país de Scholz, una nación que también lucha por salir de la dependencia energética forjada durante décadas con el país de Vladimir Putin.
Los altos costes de la energía, pese a los esfuerzos de Scholz y compañía por aliviar los efectos de esta crisis, no están impidiendo los efectos negativos que está teniendo, sobre todo, que el gas que compra ahora Alemania ya no es barato como cuando venía de Rusia. Los tres paquetes de medidas que lleva ya presentados el canciller con medidas para ayudar a los ciudadanos nunca fueron pensados para animar el crecimiento, sino para acolchar la caída económica.
Eso no ha evitado que, según comenta a NIUS Hubertus Bardt, del Instituto para la Economía Alemana (IW, por sus siglas en inglés), un instituto económicos estudios económicos con sede en Colonia, “la confianza de los hogares ha caído a niveles tan bajos como nunca se han visto. La pregunta que hay en el ambiente es: ¿Qué es lo que está por venir?”.
Según los números de Habeck que han trascendido en la ARD y en el Bild, en la mayor economía de Europa parece confirmarse el mal escenario de la recesión. Sin embargo, una contracción del 0,4% no es el peor de los futuros que se han previsto para Alemania.
El peor escenario, una recesión del 7,9% en 2023
Cuatro de los grandes institutos dedicados a estudios económicos, el IfO de Múnich, el Instituto para la Economia Mundial de Kiel (IfW), el Instituto para la Investigación Económica de Halle y el Instituto para la Investigación de Essen (RWI) han planteado un nefasto escenario en el que la caída del PIB alemán llega a ser del 7,9% en 2023. Así sería la caída si todo lo que puede ir mal va mal. Es decir, si este invierno resulta especialmente frío y escasea el gas en Alemania.
Aún creciendo económicamente este año, en Alemania se sufre una inflación que se estima llegó al 10% el pasado mes, según datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis). El país no veía un encarecimiento de la vida así desde los años 50, según recordaba esta semana en sus páginas económicas el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Die #Inflationsrate in Deutschland wird im September 2022 voraussichtlich 10,0 % betragen. Im August 2022 hatte sie bei 7,9 % gelegen. Nach bisher vorliegenden Ergebnissen steigen die #Verbraucherpreise im Vormonatsvergleich um 1,9 %. Mehr dazu: pic.twitter.com/r6C56SKAF7
— Statistisches Bundesamt (@destatis) 29 de septiembre de 2022
Para el Bundesbank, ese 10% de inflación podría mantenerse todo el otoño, algo animado en parte, según dicha institución, por la reciente entrada en vigor del salario mínimo a 12 euros la hora, una promesa electoral cumplida de Scholz.
La inflación, en septiembre del 10%; en todo 2022 del 7,9%
De momento, en lo que va de 2023, la inflación media está en un 7,9%. En el Ministerio de Economía ven en 2023 una inflación casi idéntica, del 8%.
Sobre la evolución de los precios, hay cuentas elocuentes según las cuales, respecto a 2021, los costes de la energía han subido hasta un 57,5%. En según qué alimentos, la subida de los precios es aún mayor. En comparación con los precios del año pasado, por ejemplo, la mantequilla ha subido un 60,5%, los pepinos un 50,4% y la pasta un 45,5%
Para los principales economistas del país ya está muy claro que la inflación no es un fenómeno temporal, sino que, según ha reconocido Torsten Schmidt, del RWI: “nos va a tener ocupados largo tiempo”.
Con él coincide Bardt, del IW. “La actual situación es diferente a la crisis del coronavirus. En esa crisis se tomaron medidas y se sabía que se podría volver a la situación anterior. Ahora los altos precios de la energía, la subida del gas, por mucho que se logren bajar, serán mayores a los que teníamos antes de la crisis”, explica Bardt.
Temor la desestabilización de la producción industrial
En este contexto, se ha llegado a estimar que los precios de la producción han aumentado del orden del 37% en los últimos doce meses. Observadores internacionales, como Rémi Bourgeot, economista del Instituto Francés de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) con el foco puesto en la economía germana, hablan de una Alemania en la que las circunstancias económicas cuestionan “el posicionamiento industrial” del país.
#ANÁLISIS | La ilegal guerra de Rusia contra Ucrania saca a relucir lo peor de los 16 años de política internacional en los que Angela Merkel estuvo al frente de la Cancillería Federal
— NIUS (@NiusDiario) 17 de abril de 2022
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“La perspectiva de un racionamiento energético es lo que más hace temer la desestabilización de la producción industrial, algo que se añadiría a la larga lista de penurias a las que ya se enfrenta la industria europea”, ha explicado Burgeot a la plataforma de noticias gala Atlantico.
En este sentido, y a falta de ver qué forma adopta finalmente el plan de 200.000 millones de euros que contiene el tercer paquete de medidas anti-crisis de Olaf Scholz, Bardt tiene claro que “habrá empresas que no serán capaces de funcionar”, incluso si se les presta ayuda más pronto que tarde.