Qué sabemos del caso de Lola, la niña hallada muerta dentro de un baúl en París

Los investigadores se afanan en reconstruir las últimas horas de Lola. Esto es lo que ha trascendido. La niña, de 12 años, sale de su colegio este pasado viernes a la tres de la tarde en el distrito XIX, en el extrarradio de París. Una mujer joven, de unos 20 años y "origen magrebí", según los testigos, se le acerca. Una cámara de seguridad capta la escena. Lola se muestra incómoda. No sabemos de lo que hablan, pero ambas se van juntas. Otra cámara las capta entrando en el edificio de Lola. Pero no llegan a casa de la niña. Ahí se pierde su rastro.

A esa misma hora, su padre, portero de la finca, comienza a impacientarse. Esperaba a Lola para comer. Angustiado por la tardanza, da aviso en la comisaría del barrio. A su vez, la madre comienza a revisar las imágenes de las cámaras situadas en el portal. Descubre a la joven misteriosa que acompaña a Lola. Enseguida cuelga en Facebook una foto de su hija y otra de la sospechosa. Pide la ayuda de cualquier testigo. “Fue vista por última vez a las 15:20 horas en compañía de una niña a la que no conocemos”, dice en un mensaje. Los amigos del colegio comienzan a buscarla por todo el barrio, algunos en motos. Nada, Lola no aparece.

Pasan las horas y la inquietud crece. A las once de la noche de ese viernes, una persona sin hogar encuentra un baúl y dos maletas de mano en el portal de la vivienda de Lola. Hay rastos de sangre. Examina el contenido del baúl y descubre un cuerpo sin vida debajo de unas telas. Tiene un corte en la garganta y magulladuras en las muñecas. También lleva inscritos los números 1 y 0. Avisa a la policía. Poco después, los padres confirman que es el cadáver de Lola.

Empieza el examen de las cámaras de seguridad. La acompañante de Lola es localizada y detenida. No solo se la capta con su víctima en el colegio, sino también arrastrando el baúl sospechoso. La policía tira del hilo y detiene a otros cuatro sospechosos. Estaban todos juntos en una misma vivienda.También es arrestado el indigente que halló el baúl, aunque no tiene relación con el resto. A la vez, se conocen los resultados de la autopsia: Lola murió asfixiada.

Falta saber el móvil del crimen. Las primeras inspecciones hallan cinta adhesiva y un cutter en los bajos del edificio de Lola. Todo compatible con un intento de secuestro. Gana peso la hipótesis de un crimen relacionado con el tráfico de órganos. Pero son todo filtraciones. No hay nada oficial.

Lola vivía en el distrito XIX, cerca de una zona marginal o banlieu parisina afectada por el tráfico de drogas, la degradación urbana y los guetos de inmigrantes. Los amigos de Lola han colocado flores en su recuerdo en la puerta de su edificio. Los padres de estos chicos se confiesan angustiados. La madre de una compañera de Lola confiesa que su hija ya no irá a la escuela y tampoco lo dejará sola por el barrio.