Las enfermeras británicas convocan su primera huelga nacional en un siglo


Piden una subida salarial del 5% por encima de la inflación, apenas dos años después de los aplausos durante la pandemia
Exigen a Sunak que muestre que está con ellos en la presentación del presupuesto la semana próxima cuando se esperan más recortes
Se suman a los paros de maestros de escuela, de trabajadores de correos y del servicio de trenes y prácticamente todo el sector público
Las huelgas del sector público británico son una bomba de relojería que le puede explotar en las manos en cualquier momento al nuevo Gobierno de Rishi Sunak. Prácticamente todos los colectivos han amenazado con huelgas para este invierno. El último en sumarse es el de la enfermería. El Colegio Real de Enfermeros (RCN, en inglés), principal sindicato de enfermería británico que representa a cientos de miles de enfermeros y enfermeras, ha votado este miércoles convocar una huelga nacional por primera vez en sus 106 años de historia. La huelga afectará a la mayoría de hospitales del país.
La secretaria general de RCN, Pat Cullen, dijo que “la ira se ha convertido en acción”, que sus miembros han dicho basta y que lo hacían por ellos, pero también por los pacientes, por los enfermos, a lo que, cuentan, no pueden atender como se merecen. Dice que los estándares de servicio han bajado muchísimo en los últimos años y que tienen el apoyo de los ciudadanos en esto. “La voz de la enfermería en el Reino Unido es fuerte y me aseguraré de que el Gobierno nos escuche. Nuestros miembros ya no tolerarán el filo de la navaja financiera en sus casas y un trato injusto en el trabajo”, aseguró. Y añadió: “Los ministros deben mirarse en el espejo y preguntarse cuánto tiempo harán pasar al personal de enfermería por esto”.
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Las enfermeras demandan un aumento salarial de 5% encima de la inflación, que ya ha superado el 10%. Mientras que la inflación solo en los supermercados está en el 14,7%, según la firma Kantar. La cesta de la compra ya se ha incrementado en 682 libras anuales (unos 774 euros anuales). A todo esto, hay que sumar que los precios de los recibos de la luz y del gas se doblarán prácticamente a partir del próximo mes de abril, cuando termine la protección del Gobierno a los hogares.
Aún no se ha determinado cómo será la huelga ni cuando, pero posiblemente interrumpirán cirugías y citas, pese a que los pacientes ya se enfrentan a larguísimas listas de espera, uno de los grandes problemas que hay en la sanidad pública británica. La Servicio Nacional de Salud (NHS) es la joya de la corona del estado del bienestar británico y está cada vez más deteriorado. En él trabajan tres millones de personas. Los aplausos brindados por políticos durante la pandemia y el confinamiento en homenaje al esfuerzo de los trabajadores sanitarios y el reconocimiento público no se ha visto traducido en una subida de las nóminas.
El sindicato ha anunciado que habrá piquetes. El Gobierno de Johnson ya aprobó el pasado mes de julio nueva legislación que anulaba la prohibición de reemplazar a los trabajadores en huelga por otros temporales y que penalizaba a los piquetes, aunque todavía no se ha aplicado. Liz Truss quería parar como fuera las huelgas y tirar adelante nueva legislación para debilitar todavía más los sindicatos, pero su sucesor, Rishi Sunak, por el momento, adopta una postura más dialogante.
Invierno de descontento
Será muy complicado que Sunak ceda a las pretensiones de los sindicatos de los distintos sectores (todos piden un incremento de los salarios acordes con la inflación) porque el próximo 18 de noviembre presentará un presupuesto en el que se espera una fuerte subida de los impuestos y recortes en la mayoría de los ministerios para hacer frente al agujero de 45.000 millones de euros anuales de deuda pública. “La semana que viene (con la presentación del presupuesto) el Gobierno tendrá una oportunidad de oro para poder mostrar la nueva dirección del país con una inversión seria -dijo Pat Cullen-. Los políticos tienen el poder de poder detener esta huelga en cualquier momento”.
Sin embargo, la ministra de Educación, Gillian Keegan, dijo que no había motivo para las enfermeras para ir a la huelga porque hay millones de personas pendientes de operaciones y consultas médicas. Y explicó que el salario de las enfermeras era superior a la media del sector público del país. El sueldo medio es de 24.000 libras anuales (27.000 de euros). Esta huelga se une a la de correos, a la de trenes, a la de maestros de escuela y otros sectores públicos. Los siguientes en ir a la huelga podrían ser los trabajadores de las universidades públicas de todo el país. También los médicos están disconformes con sus condiciones y podrían tomar la decisión en las próximas semanas. El primer ministro Rishi Sunak se enfrenta a un “invierno de descontento”, como lo llaman aquí rememorando el invierno de huelgas de 1978 y 1979 que acabó con el Gobierno laborista de aquella época.