Crisis en el país del codillo: alarma por una futura falta de carne de cerdo en los supermercados alemanes


El sector de la producción de carne de cerdo hace sonar las alarmas en Alemania por el aumento de los costes de un negocio que algunos presentan en caída libre y que hace temer carestía de productos.
“La carne será un producto de lujo”. Tal es el escenario que presentaba esta semana en sus páginas económicas del diario Die Welt al dar cuenta de las quejas formuladas por el sector cárnico alemán.
Dese la Federación de la Economía Cárnica (VDF, por sus siglas alemanas), Hubert Kelliger, uno de sus responsables, dejaba dicho a los medios de comunicación esta semana que, dadas las circunstancias económicas actuales, “en los próximos meses habrá menos productos” derivados del cerdo a disposición de los consumidores.
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La repercusión sobre los precios de esta situación será negativa. Falta saber cuán negativa será para el precio y si las estanterías refrigeradas de productos cárnicos se vaciarán con el paso del tiempo en los supermercados.
“Si los precios subirán un 20%, un 30% o un 40% es algo que no se puede calcular, pero los precios subirán claramente”, decía Kelliger, quien también trabaja como responsable del grupo industrial cárnico Westfleich, una de las grandes empresas del sector.
La inflación en Alemania, según datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis, por su acrónimo alemán), se situaba el pasado mes de Octubre en el 10,4%. Los precios de la carne, por supuesto, también han subido en Alemania, aunque en el pulso que mantiene productores y distribuidores, los primeros aún no han podido trasladar a su precio de venta el alza de los costes de producción en un país que sufre especialmente por los efectos energéticos que está teniendo la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania.
No en vano, en 2021, el 55% del gas natural que importaba Alemania procedía de Rusia. Ahora Alemania compra a otros países, a mayor precio, el gas natural que consume.
La invasión rusa contra Ucrania ha obligado al país del canciller Olaf Scholz a replantearse su política energética, de defensa, de seguridad y sus relaciones exteriores. Para el ciudadano de a pie, eso parece implicar que la carne de cerdo podría empezar a escasear en las dietas de un país donde son platos típicos el codillo o donde el consumo de salchichas está a la orden del día.
Según datos de 2021 del portal de estadística alemán Statista, 17,12 millones de alemanes comen “más de una vez por semana” salchichas empaquetadas. Hasta 6,46 millones lo hacen a diario.
“Nadie quiere ser el primero en tener que cerrar el negocio”
Según datos de la VDF, una inmensa mayoría de los alemanes come carne regularmente. Hasta el 92% de la población consume carne habitualmente. Así, titulares como el del diario Welt en el que se pronostica que la carne será un bien “de lujo” de no cambiar nada deberían generar cierta preocupación.
Los productores alemanes de carne de cerdo, por su parte, llevan ya meses viviendo preocupados. Según la descripción que ofrecían al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung desde la consultora Ebner & Stolz, el sector del cerdo en Alemania estaba allá por el mes de septiembre “replegada sobre sí misma”. “Nadie quiere ser el primero en tener que cerrar el negocio”, afirmaban en dicha empresa de consultoría a cuenta del sector al diario de Fráncfort.
Dicho periódico ya sostenía en septiembre que en los mataderos se temía por tener que recurrir a parones de actividad. La VDF pronosticaba entonces que este año habrá un 25% menos de actividad en los mataderos alemanes.
De momento, eso sí, los prospectos de ofertas de los supermercados siguen presentando productos cárnicos, como los 600 gramos de costillas de cerdo a 4,99 euros, de acuerdo con los precios de la cadena de supermercados Aldi. Por 6.99 euros, la cadena Lidl ofrece en sus ofertas de alimentos 1,2 kilos de carne picada de origen alemán, compuesta en el 70% de cerdo, y el 30% restante de vacuno.
Explosión de los costes de producción
Apenas un par de semanas después del inicio de la ilegal guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, desde la VDF ya lamentaban “la explosión” de los costes de producción, especialmente los relativos a la electricidad y gas. Desde entonces se viene planteando la necesidad de ayudas a este sector.
El sector de la carne, como prácticamente todos los sectores de la economía alemana, viven pendiente del futuro del plan especial de 200.000 millones de euros con el que Scholz quiere ayudar a hogares y empresas a pagar facturas del gas.
Ocurre, sin embargo, que el sector cárnico no goza de grandes defensores en Alemania. Al menos no parece tenerlos en el Gobierno de Scholz. El ministro de Agricultura, el político ecologista y vegetariano Cem Özdemir, desde luego no parece especialmente interesado en hacer que la carne tenga un precio especialmente asequible. Hace ya casi un año que asumió el cargo declarando la guerra a los “precios basura” de la carne en Alemania.
El ecologista Cem Özdemir, ministro de Agricultura de Olaf Scholz, desata el debate en Alemania sobre el, a su entender, precio excesivamente reducido de la comida en su país.
— NIUS (@NiusDiario) 2 de enero de 2022
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La producción de cerdo en Alemania, un negocio a la baja
Entre tanto, Alemania se ha convertido en el tercer país que más alimentos importa en el mundo, sólo estando por detrás de Estados Unidos y China, según las cuentas que hacía el pasado mes de marzo Kelliger, el responsable de la VDF y de Westfleisch.
El negocio de la producción de carne de cerdo también se ha visto afectado por esta tendencia, a buen seguro agudizada en el contexto de crisis que ha traído la guerra de Rusia contra Ucrania y las sanciones occidentales contra el país de Vladimir Putin. En estadísticas oficiales de principios de año publicadas por el diario Die Welt señalaban que en los últimos diez años han cerrado 13.000 negocios vinculados a la cría de cerdos. En 2021 cerraron 800, un año después del pandémico 2020 en el que el sector cárnico generó muy mala prensa debido a las condiciones laborales de los mataderos alemanes.
Alemania asume la recesión con alta inflación para 2023 en @NiusDiario. https://t.co/aTIzhChX2s.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 11 de octubre de 2022
Más recientemente, la televisión pública ZDF emitía el pasado mes de septiembre duras imágenes dando cuenta del aparente maltrato animal que sufrían cerdos en varios mataderos de Baden Wurtemberg (suroeste germano). Ese es un tema recurrente del periodismo televisivo teutón. Al saberse de la existencia de esas imágenes, la Fiscalía abría una investigación.
Crisis de imagen a parte, el sector cárnico alemán parece más que seriamente tocado por la crisis energética. En palabras de la Asociación Federal de la Industria Alimentaria Alemana, estamos ante la “mayor crisis de materias primas desde la Segunda Guerra Mundial”.