La Justicia francesa investiga a Macron por la financiación de la campaña electoral


Investigan las relaciones de Macron con la consultora McKinsey
Macron no puede ser condenado penalmente durante todo su mandato gracias a la inmunidad que le da el cargo de jefe de Estado
Las relaciones del presidente francés Emmanuel Macron con la consultora McKinsey le pueden costar un disgusto. Durante el último año antes de las presidenciales del pasado abril la oposición política y la prensa ya se fijaron en cómo el Gobierno de Macron daba cada vez más contratos a McKinsey. La consultora hacía informes, bien pagados, que en principio debería poder hacer la Administración francesa, como una estrategia de vacunación durante los peores momentos de la pandemia. McKinsey llegó a embolsarse más de 1.000 millones de euros al año. Más que ninguna otra consultora.
Aquella estrecha relación entre el Elíseo y la consultora podría tener un trasfondo ilegal, cree ahora la Justicia francesa. La Fiscalía de Asuntos Financieros, encargada de la lucha contra la corrupción económica, acaba de abrir una investigación sobre la financiación de la última campaña electoral de Emmanuel Macron, la que le dio la victoria en las presidenciales de abril. La Fiscalía cree que las sospechas de que la consultora financió ilegalmente parte de los gastos de campaña de Macron tienen la consistencia necesaria para abrir una investigación.
El diario ‘Le Parisien’, que dio la exclusiva de la investigación judicial, cuenta que la Fiscalía de Asuntos Financieros ya puso el caso en las manos de tres jueces de instrucción. Uno de ellos es un personaje muy conocido en Francia, Serge Tournaire. La prensa lo llama “el incorruptible” y ha sido el responsable de casos muy mediáticos, entre ellos varios procesos contra el ex presidente Nicolas Sarkozy. Su instrucción llevó a la primera condena del ex presidente.
¿El Gobierno de Macron favoreció con sus contratos a la consultora McKinsey a cambio de que esta financiera parte de su campaña electoral de forma ilegal? Las relaciones entre el presidente y la consultora no son ningún secreto. Cuando Macron se lanzó en política, varios empleados de McKinsey se unieron a su partido. Después de su victoria, cayeron en los gabinetes de los ministros. Cuando arreciaron las críticas por el uso de las consultoras para hacer trabajos que debía hacer la Administración, Macron se defendió diciendo que los gabinetes ministeriales estaban desbordados de trabajo por la pandemia. Y que el suyo no era el primer Gobierno francés que se apoyaba en las consultoras, aunque con él ese recurso se disparó.
McKinsey tiene más problemas legales
La consultora está siendo investigada por no haber pagado ni un euro de impuesto de Sociedades durante 10 años a pesar de tener beneficios cada año y de haber ingresado, sólo en 2020, más de 320 millones de euros. McKinsey está siendo investigada por blanqueo de capitales y fraude fiscal. Esa investigación empezó cuando el Senado francés denunció a la Justicia que, durante una comisión de investigación, dirigentes de McKinsey habían mentido en sede parlamentaria. La investigación se divide en dos. La primera, que arrancó el 20 de octubre, es sobre “mantenimiento no regular de cuentas de campaña y minoración de elementos contables en cuentas de campaña” por “las condiciones de intervención de consultoras en las campañas electorales de 2017 y 2022”. La segunda parte es sobre “favoritismo”.
Macron no puede ser condenado penalmente durante todo su mandato gracias a la inmunidad que le da el cargo de jefe de Estado. No puede ser interrogado ni procesado. Sus ministros sí. Si los eventuales delitos no hubieran prescrito, Macron sí podría ser procesado a partir de mayo de 2027, cuando ya no sea presidente. La única reacción del Elíseo fue un comunicado que decía: “La Justicia debe investigar con total independencia”.