Marta Lempart, la activista feminista que desafía al gobierno polaco

NIUS entrevista a una de las líderes más importantes del movimiento feminista de Polonia en el día que se celebra el aniversario del voto femenino
Este lunes la organización que fundó Lempart en 2016 'Strajk Kobiet' saldrá a las calles para seguir reivindicado sus derechos
A la también abogada le preocupa realmente los derechos reproductivos de las mujeres: “Si estás embarazada y vas al hospital, hay un riesgo elevado de que vayas a morir”
Si algo ha dejado claro el actual gobierno de Polonia PiS ('Ley y Justicia') es que entre sus prioridades no están los derechos de las mujeres, más bien los ha desbancado. Sus duras políticas contra el aborto se han materializado en una de las leyes más restrictivas que hay ahora mismo en Europa. El ejecutivo polaco no ha ocultado tampoco su poca simpatía al Convenio de Estambul, uno de los tratados internacionales más importantes contra la violencia de género. De hecho, el ministerio de Justicia inició este verano los trámites para que Polonia abandone este convenio al que se unió en el año 2015.
Y frente a esta realidad, la lucha feminista polaca ha cobrado más sentido que nunca. Esta no se puede entender sin el trabajo que ha realizado una de las activistas más importantes del país, Marta Lempart. Lleva liderando protestas y todo tipo de acciones a través de la organización 'Strajk kobiet' ('mujeres en huelga') que ella misma fundó en el 2016, año en el que el parlamento polaco empezó a debatir la prohibición del aborto. Cuenta que heredó de su madre esa “rebeldía” necesaria para plantar cara al sistema y que, en muchas ocasiones, le han conllevado unas cuantas demandas judiciales y amenazas de muerte. “Nuestra lucha está centrada en los derechos humanos en general, pero ponemos el foco en los de las mujeres y también en el colectivo LGTBI. También por supuesto, reivindicamos una democracia con plenas garantías y la independencia del sistema judicial”, explica desde la oficina de la organización, ubicada en Varsovia, para NIUS.
MÁS
Lempart y sus compañeras saldrán este lunes de nuevo a las calles, puesto que se celebra el aniversario del voto femenino en Polonia. No obstante, más allá del simbolismo de esta fecha, esta protesta quiere responder a las recientes declaraciones de Jaroslaw Kaczybski, uno de los históricos y presidente del partido PiS. “Nos preocupan sus recientes declaraciones en las que se ha atrevido a decir que la tasa de natalidad en Polonia está bajando porque las mujeres cada vez beben más alcohol”, critica.
La situación del aborto
En este sentido, Lempart no quiere pasar por alto lo que pasa cada día en su país en todo lo referido a los derechos reproductivos de las mujeres. “El aborto está prácticamente prohibido. Y esto no es solo culpa del gobierno, también lo es de la comunidad médica. Las mujeres embarazadas están muriendo en los hospitales”, lamenta. Para la también abogada, reconoce que la situación del aborto en Polonia es cada vez más complicado, puesto que los propios médicos incluso se están negando a practicar abortos en los casos que la ley sí contempla. “Nuestras organizaciones lo que recomiendan a las mujeres embarazadas es que eviten cualquier contacto con el sistema de salud polaco. Los médicos han dejado morir a embarazadas cuando su estado de salud estaba en peligro. No podemos comprender esta situación”, lamenta.
Las últimas encuestas publicadas por los medios polacos apuntan a que un 70% de la población estaría a favor de legalizar el aborto. “Hay más apoyo entre la sociedad, pero el problema sigue siendo el mismo: la negativa de los médicos. No quieren realizar abortos y odian a las mujeres que peleamos por este derecho. Y esta falta de atención también la vemos en mujeres con otros problemas como la endometriosis”, denuncia. Lo cierto es que al menos seis casos de mujeres fallecidas en estas circunstancias se han dado a conocer. “Las cifras oficiales solo han publicado seis vergonzosos casos en los que se ha dejado morir a mujeres por no querer practicar un aborto, pero sabemos que hay muchos más. Por eso, muchas de ellas van a Alemania porque si estás embarazada y vas a un hospital polaco hay posibilidades de que mueras”, sentencia.

La violencia de género, abandonada
Y, ¿cómo está el gobierno actuando en temas como la violencia de género? El país no hace un recuento de las víctimas por este tipo de violencia como si lo hace por ejemplo España. Según explica Lempart y su compañera Aquiesrke Czeredevecke, encargada de este tema, el dinero que reciben las víctimas de esta lacra es muy poco. “Las ayudas económicas las reciben de las administraciones locales donde mayoritariamente gobierna el partido de la oposición. Otro gran problema es que los cuerpos policiales han dejado de recibir formación en temas de género”, explica Czeredevecke. Asimismo, critica como la falta de sensibilidad por parte de la prensa polaca a la hora de abordar este tema. “No se habla de violencia de género, se habla muchas veces de suicidio cuando el marido ha matado a la mujer y sus hijos y posteriormente a él”, lamenta.
Un futuro fuera de Polonia
El movimiento que encabeza Lempart ha protagonizado no solo las protestas más importantes del país en materia de derechos humanos en los recientes años, sino que ha brindado ayuda a miles de mujeres polacas en temas de aborto, ayuda psicológica o atención por casos de violencia de género. No obstante, esta activista tiene claro que su futuro lo ve fuera de Polonia: “No quiero vivir en un país donde no se me considera persona por pertenecer al colectivo LGTBI”. Su idea es mudarse a Noruega cuando en las próximas elecciones -previstas para el año que viene- el actual gobierno pierda el poder. “Confío en que todas esas generaciones que han inundado las calles estos años, acudan a las urnas a votar”, dice.