De Valencia a Ucrania: el exsoldado español dispuesto a luchar en la guerra

NIUS acompaña a este exmilitar en un día de entrenamiento en un campo de tiro en Cracovia, donde pasará unas semanas antes de cruzar la frontera
Pide preservar su identidad y lanza un claro mensaje: “Yo no voy a matar soldados rusos, voy porque sé que puedo ayudar”
Estos espacios, bastante comunes en Polonia, se han convertido en lugares de entrenamiento a raíz del estallido del conflicto
¿Qué impulsa a una persona a querer ir a la guerra en Ucrania? ¿A ir, en definitiva, a un conflicto donde sabe que va a exponer su vida? Son preguntas que generan dilemas y seguramente diferentes respuestas según a quien se las plantee. En este caso, A.T. un exsoldado valenciano que ha decidido unirse al ejército ucraniano, lo tiene claro: “porque sé que puedo ayudar”.
El entrevistado pide a NIUS preservar su identidad puesto que no toda su familia ni amigos conocen esta decisión, aunque él hacía meses que interiormente ya la había tomado. “Desde que empezó la invasión me surgió ese sentimiento, por decirlo de alguna manera quijotesco, de ir hacia allí. Es una invasión injusta. Mi familia me quiere, por eso no ven bien que vaya allí. Los entiendo. Tengo mujer y dos hijos, pero a veces, me siento incomprendido”, explica.
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Acaba de llegar a Cracovia, donde pasará unas semanas antes de entrar en Ucrania. En la que es la segunda ciudad más grande de Polonia hay varios campos de tiro y allí se desplaza para tener una primera toma de contacto con algunas de las armas que, posiblemente, le toque tener entre manos. “Tengo experiencia militar, pero nunca antes había usado una AK-47, por eso creo que es mejor familiarizarme un poco con ella antes. Según me ha comentado, ese es el modelo que me tocará tener”, detalla.

A este punto le acompaña un amigo que lleva viviendo más de veinte años en esta localidad polaca. “Es su decisión así que poco más podemos decirle”, explica. Antes de empezar a disparar, el encargado de este campo de tiro reparte los cascos y las gafas de plástico obligatorias para realizar estas prácticas. Entre disparo y disparo, también le va haciendo indicaciones al entrevistado sobre cómo debe coger el arma y la posición que debe adoptar en su cuerpo a la hora de apuntar.
Las detonaciones suenan fuertes y son reales. Es la simulación de uno de los tantos escenarios que este exmilitar tenga que hacer frente en Ucrania, donde todo es imprevisible. Y donde el verdadero sonido retumbante es el de los misiles. “Yo voy a estar con una unidad cerca de la frontera con Bielorusia. Mi tarea será sobre todo la de hacer patrullas de reconocimiento en profundidad y recabar toda la información posible”, detalla.

El objetivo de esa unidad es precisamente la de mantener esa ruta lo más vigilada posible por donde los rusos intentaron llegar en febrero a la capital. Pese a todo, durante la entrevista quiere resaltar una idea: “mi motivación no es la de ir pensando que voy a matar soldados. Para nada. Voy, como he dicho antes, a aportar mi gran de arena. Hay muchas maneras de ayudar en esta guerra como las personas que han venido a repartir comida o las familias que han acogido familias ucranianas”.
Esta será su primera guerra aunque cuando terminó la mili de joven ya se sintió atraído por el mundo militar. De hecho, pasó por las filas de la Legión española y estuvo tres años en una Unidad de Operaciones Especiales. “Encuentro muchos paralelismos con la Segunda Guerra Mundial y esta. Entonces había genocidas como Hitler y Stalin y ahora tenemos a Putin”. Y, ¿qué le dice la palabra miedo? Para este exsoldado es necesaria porque le recuerda al sitio a donde va: “sería ingenuo por mi parte decir que no tengo miedo, pero las ganas de ir hacen que ese sentimiento esté más controlado”.
Los campos de tiro, reconvertidos en un lugar para entrenar
Los campos de tiro son bastante comunes en Polonia y funcionan al estilo norteamericano. Es decir, cualquier persona interesada en ir a disparar puede ir sin necesidad de tener licencia o arma propia, como por ejemplo sí piden en España. En este caso, se reserva y se abona el precio correspondiente. Desde que empezara la guerra en el país vecino, muchos de estos campos de tiro han experimentado un aumento importante de las reservas. Se reconvirtieron de la noche a la mañana en el lugar de entrenamiento para muchos de los voluntarios que iban a unirse al ejército ucraniano.