Las pensiones alemanas, necesitadas de reformas por el miedo a la pobreza en la tercera edad


El sistema de pensiones alemán presenta deficiencias, de las que resultan realidades como la pobreza de la tercera edad.
Una de cada tres alemanas, aunque esté empleada en jornada completa, esta amenazada de recibir menos de 1.000 euros mensuales cuando se jubile. Eso las convierte en jubiladas pobres.
Oficialmente, una persona que viva sola es pobre en Alemania cuando tiene ingresos por debajo de 1.148 euros al mes. En el país del canciller Olaf Scholz, son muchas las personas de la tercera edad viven recibiendo menos de ese dinero en concepto de jubilación.
De ahí que, quienes se encuentren en esa situación, tengan que recurrir a algún tipo de ayuda social para mantenerse. Gracias al grupo parlamentario del partido izquierdista Die Linke, que había preguntado al Gobierno sobre cuántas personas se encontraban en esa situación, se sabe desde el pasado año que son unos 628.600 los alemanes que sufren la pobreza en la tercera edad. Este grupo de personas había crecido en 2022 respecto a 2021 en 51.000 personas.
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De ahí que Dietmar Bartsch, líder del grupo parlamentario de Die Linke, haya denunciado que “la pobreza en la tercera edad no para de crecer”. Su partido quiere una reforma de las pensiones que establezca una jubilación mínima de 1.200 euros con la que solucionar el problema que representa este tipo de pobreza.
Se supone que la coalición que dirige Scholz, formado por socialdemócratas, ecologistas y liberales, se ha comprometido a mantener “estable el nivel de las pensiones”, según se lee en el contrato de gobierno firmado en su momento por los líderes del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Los Verdes y el FDP.
El 66% de la población de entre 60 y 69 años desea que los políticos se ocupen de las pensiones, según una reciente encuesta publicada en el diario Bild.
Sin embargo, no parece que hayan puesto el foco de su acción en lograr estabilidad para quienes sufren pobreza en la tercera edad porque, de lo contrario, no darían pie a que se informara de que, según recogía hace unos días la Red de Redacciones de Alemania (RND), “una de cada tres mujeres que trabaja a jornada completa está amenazada” de no llegar a una jubilación de 1.000 euros mensuales.
La amenazante pobreza en la tercera edad que afecta a 2,7 millones de alemanas
Bajo el actual sistema de pensiones, son nada menos que 2,7 millones de mujeres las que se encuentran en esa situación pese a haber trabajado cuarenta años con un salario bruto de 2.844 euros, según las cuentas que presentaba la RND. Para alcanzar los 1.200 euros mensuales de jubilación que reivindican Bartsch y sus diputados izquierdistas en el Bundestag, esas mujeres tendrían que cobrar 3.413 euros brutos al mes.
Las alemanas suelen trabajar en empleos peor remunerados que los que ocupan los hombres. También suelen estar contratadas a tiempo parcial, pues suelen asumir mayores responsabilidades en el trabajo del hogar.
Los datos relativos a la amenaza de la pobreza en la tercera edad para las mujeres son una “catástrofe”, según reconocen políticos de la coalición gubernamental, como decía al diario Bild, el más leído del país, Katja Adler, diputada del FDP. A su entender, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el SPD, que han gobernado en doce de los dieciséis años que Angela Merkel estuvo en el poder, nunca se ocuparon debidamente de la cuestión de las pensiones en Alemania.
De lo contrario no habrían aflorado en los años propuestas de todo tipo para enmendar el sistema de pensiones. En la Agencia Federal para la Educación Cívica (BPP, por sus siglas alemanes), recogen, entre otras ideas, la “introducción de una pensión mínima” como la que pedía Bartsch, o la creación de una “pensión solidaria” o subir las valoración de las cotizaciones en periodos de desempleo.
Un sistema de pensiones con tres “pilares” necesitados de refuerzos
El sistema de pensiones alemán se fundamenta en tres pilares. A saber, primero, el seguro de jubilación obligatorio. Éste asciende a un buen 18% del salario bruto. Lo pagan a partes iguales el empleado y el empleador.
Los otros dos pilares son complementos a ese seguro. Estos pueden hacerse a través de una provisión salida del sueldo del empleado – ese sería el segundo pilar – o a través de la contratación de un plan de pensiones en un banco o empresa aseguradora. Es habitual que un trabajador tenga que apoyarse en estos otros dos pilares de su jubilación. Apoyarse sólo en el primero puede ser el modo más rápido y seguro para acabar bajo el nivel de la pobreza en la tercera edad.
Este sistema de los tres pilares, instaurado en 2011, ha generado poca satisfacción en Alemania. Recuerdan así en la BPP que “el entusiasmo por el sistema de pensiones duró poco” una vez implantado en un país que no sólo se caracteriza por su envejecimiento, sino también, según parece preocupar a Scholz, por el hecho de que demasiada gente se jubila antes de tiempo. Actualmente, la edad media en Alemania es de 49 años.
Por regla general, la edad de jubilación en Alemania está fijada en 67 años. Pero también es posible abandonar la vida laboral toda vez que se hayan cumplido 45 años cotizando. Sólo en 2022 unas 223.000 personas iniciaron los trámites para poder jubilarse antes de los 67 años, según cuentas recientes del Bild.
¿La solución está en la bolsa?
El sistema de pensiones alemán es, en cualquier caso, motivo de preocupación pública porque “cada vez hay más pensionistas y cada vez menos personas cotizando”, según han señalado en la cadena de televisión pública ARD. Esta dinámica obliga a los sucesivos Gobiernos a gastar enormes cantidades dinero público para estabilizar el sistema. En 2022 las se emplearon 100.000 millones de dinero público para esos fines, según las cuentas de la ARD.
No en vano, el 66% de la población entre 60 y 69 años desea que los políticos se ocupen de las pensiones, según una reciente encuesta publicada por el Bild. Este diario identificaba las pensiones como uno de las “auténticas preocupaciones” de los alemanes para 2023.
La reforma en el área de las pensiones que plantea la “coalición semáforo” que dirige Scholz consiste en la creación, a partir de las cotizaciones de los trabajadores, de un fondo de pensiones cuyos activos en bolsa serían gestionados por un gran organismo público. Esta es una reivindicación del FDP inscrita en el contrato de coalición de Scholz y compañía.
En los presupuestos para este año que manejan Scholz y compañía ya figura la creación de una fundación responsable del fondo de pensiones en cuestión. El estado se endeudará con 10.000 millones de euros. “Es sólo el principio”, ha dicho sobre esta supuesta solución estabilizadora del sistema de pensiones teutón el ministro de Hacienda, vicecanciller y líder de los liberales alemanes, Christian Lindner.