La industria alemana de defensa acelera para satisfacer las necesidades militares de Ucrania


La empresa alemana Rheinmetall, productora de los muy discutidos tanques Leopard, ha pasado de decir que no podría hacer entregas a Ucrania de esos carros de combate hasta 2024 a afirmar que podría mandar pronto decenas de otros tanques occidentales a suelo ucraniano.
El diario económico Handelsblatt ha informado de que Rheinmetall podría adquirir tanques de fabricación británica Challenger 1, que el Reino Unido ya ha decidido mandar a Ucrania, con el objetivo de modernizarlos y ponerlos a disposición del país de Volodímir Zelenski.
Puede que en la Cancillería Federal, a finales de esta semana, Olaf Scholz no tuviera claro si se iba dar el visto bueno a que los tanques de fabricación alemana Leopard pasaran a integrar el arsenal del Ejército de Ucrania. Sin embargo, en Rheinmetall, la compañía alemana que fabrica dichos tanques, han pasado a estar muy a favor de la entrega de carros de combate occidentales al país de Volodímir Zelenski.
Según informaba el diario económico Handelsblatt a finales de esta semana, esa compañía alemana de la industria de defensa que dirige Armin Papperger, estaría dispuesta a adquirir tanques de fabricación británica Challenger 1, sistemas que en su versión Challenger 2 el Reino Unido ya ha dicho que va a enviar a Ucrania, para modernizarlos y ponerlos a disposición del país de Zelenski. Una modernización sería necesaria para esos Challenger 1 procedentes de Oman.
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La compañía de Papperger estaría dispuesta a “comprar y modernizar un número elevado de dos dígitos de estos tanques británicos”, se lee en el Handelsblatt. “Al menos 100 carros de combate para Ucrania: la industria se prepara para la entrega”, decía en titulares el citado periódico, un referente de la información económica.
Rheinmetall no es un caso aislado en los preparativos de los que habla ese periódico. Otras empresas de la industria militar germana parecen estar preparándose para satisfacer las necesidades de tanques que presenta Ucrania. En concreto, la necesidades de los muy debatidos estos días carros de combate alemanes Leopard, que utilizan una buena docena de países, incluidos España.
Las armas que necesita Ucrania para ganar en @NiusDiario. https://t.co/tJ1bFFzj9u.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 11 de abril de 2022
No sólo hay existencias de esos sistemas en Rheinmetall. También las hay en Krauss-Maffei Wegmannn (KMW), principal fabricante del Leopard 2, mientras que de la versión Leopard 1 hay existencias en la firma Sociedad de Construcción de Vehículos de Flensburgo (FFG, por sus siglas alemanas). FGG está dedicada, entre otras cosas, a la producción, optimización, mantenimiento y reparación de vehículos de ruedas y orugas.
En Rheinmetall dicen que podrían mandar a Ucrania unos veinte tanques modelo Leopard 1 este mismo año, según el Handelsblatt. Su CEO, Papperger, sin embargo, había dicho el pasado fin de semana que esos sistemas, en caso de que el canciller Olaf Scholz decidiera “liberar a los Leopards”, no podrían llegar a Ucrania antes de 2024.
¿Leopard 2 en Ucrania, este año o el que viene?
“Incluso si se tomase ahora la decisión de que podemos enviar nuestros Leopard a Kiev, la entrega duraría hasta principios del año próximo”, decía Papperger a la última edición del dominical Bild am Sonntag. Esas cuentas, sin embargo, no parecen del todo acertadas, en vista de cómo otros representantes de Rheinmetall han salido a desmentir las palabras del CEO de la empresa en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
En dicha publicación se citaban fuentes de la industria armamentística según las cuales este mismo año podría hacerse llegar a Ucrania hasta un Leopard 2 por semana a partir del tercer trimestre.
Hasta un número que oscila entre 15 y 44 de esos sistemas – con permiso de la República Checa y Eslovaquia, que han de recibir 39 entre ambos próximamente – podrían llegar entre octubre y noviembre a Ucrania en caso de que hubiera “una decisión inmediata” de las instancias políticas pertinentes, según se lee en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. O, mejor dicho, del canciller Olaf Scholz, convertido de un tiempo a esta parte, junto al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), en el principal factor que sirve para explicar por qué los tanques alemanes no pisan suelo ucraniano tras casi ya un año de guerra de agresión rusa.
Scholz, pendiente de Biden para liberar a los Leopards con destino Ucrania en @NiusDiario.https://t.co/Xg96x1LVip.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 14 de enero de 2023
Según las cuentas de las que se hace eco la prensa alemana estos días, Rheinmetall dispone de 22 Leopard 2. De Leopard 1 se cuentan en sus existencias 88 unidades. Ocurre, sin embargo, que disponer de ellos exige tareas de preparación costosas que la empresa no puede financiar por sí misma, según las explicaciones que ha dado Papperger al Bild am Sonntag. “Los vehículos no sólo tienen que recibir una capa de pintura, tienen que ser preparados para la guerra, hay que desmontar y remontar”, según Papperger.
Una solución para la falta de munición de los Gepard
Menos elocuentes han estado en FFG y Krauss-Maffei Wegmannn (KMW), empresas implicadas en la fabricación de los Leopard. La segunda de ellas fabrica los Leopard 2 con Rheinmetall. En KMW guardan silencio, según han escrito en el Handelsblatt.
En cualquier caso, las empresas de defensa alemanas no parece que quieran pasar por pasivas ante la urgencia con la que desde Kiev y otras capitales occidentales se está pidiendo material militar pesado para el país en guerra contra el invasor ruso.
En este contexto, la propia Rheinmetall ya ha encontrado una solución para la menguante cantidad de munición de los Gepard, sistemas de defensa antiaéreos de fabricación germana que está utilizando desde hace meses el Ejército ucraniano.
Esos sistemas eran dependientes de munición suiza, pero el país helvético quiere mantenerse fiel a su neutralidad y ha imposibilitado la exportación de esos proyectiles. Rheinmetall, sin embargo, ya tendrá este verano lotes de su propia munición para los Gepard, sistemas producidos por KMW.
Además, tanto Rheinmetall como KMW han dejado dicho que podrían aportar este año más vehículos de infantería Marder, que recibieron sólo el visto bueno de Berlín para ir con destino a Ucrania después de que Washington confirmara su deseo de enviar blindados Bradley, fabricados en Estados Unidos. Éste último es otro tipo de vehículo de apoyo a la infantería.
No dudar de la cuarta industria de defensa que más exporta
Todo sea, seguramente, para evitar que la política de Scholz respecto a los Leopard tenga efectos sobre la reputación de una industria militar alemana que ha gozado tradicionalmente de buena salud. Sólo a cuenta de la bronca internacional sobre los Leopard se han escuchado influyentes voces internacionales contra la tecnología militar alemana, dado que ésta implica tener que lidiar también con la política germana.
Por ejemplo, Paul Masaro, asesor para política europea de la Comisión sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE, por sus siglas inglés), una agencia gubernamental estadounidense, ha llegado a pedir, en vista de las dificultades que está poniendo Scholz a la entrega de Leopard a Ucrania, “no depender de las armas alemanas”.
Don't be dependent on German arms or Swiss ammo
— Paul Massaro (@apmassaro3) 18 de enero de 2023
La industria armamentística germana pasa por ser una de las más importantes del mundo, pese a que Alemania no ha gastado desde hace lustros el 2% del PIB, tal y como establecen los compromisos de la OTAN, en material de defensa. Entre 2016 y 2020, esta industria alemana fue la cuarta mayor del mundo, representando un 5,5% del mercado global de las armas, quedando sólo por detrás de Estados Unidos (37%), Rusia (20%) y Francia (8,2%), según las cuentas del portal de estadística Statista.