Erdogan le dice a Suecia que no levantará el veto para su acceso a la OTAN tras la quema de un Corán en Estocolmo

Suecia solicitó unirse a la OTAN después de que Rusia invadiera Ucrania, pero Turquía es uno de los 30 países que debe dar luz verde
Las autoridades turcas han exigido a las de los países nórdicos más compromisos en la persecución de grupos kurdos
La quema de un Corán en una manifestación en Estocolmo por parte de un ultraderechista ha elevado la tensión entre Turquía y Suecia
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho que Suecia no debería "esperar", a día de hoy, el apoyo turco para su entrada en la OTAN. Unas declaraciones que elevan la tensión entre los dos países tras la quema de un Corán en un manifestación en Estocolmo. "Si no se muestra respeto, lo siento pero no habrá ningún apoyo por nuestra parte en el tema de la OTAN", ha advertido el líder turco, según la agencia Bloomberg.
La quema de un Corán durante una protesta la semana pasada se ha sumado lo que Ankara considera una seria de agravios inadmisibles. El extremista Rasmus Paludan incendió el libro sagrado del Islam durante una protesta anti-turca a favor de los kurdos. Como consecuencia de ello, Ankara canceló una visita del ministro de Defensa sueco, Pal Jonson, a Turquía. El Gobierno turco ya había protestado por la destrucción de una efigie de Erdogan en otra concentración anterior.
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Suecia solicitó unirse a la OTAN después de que Rusia invadiera Ucrania, pero necesita que Turquía, que ya es miembro, lo apruebe. El país nórdico depende (al igual que Finlandia) del visto bueno de los 30 Estados miembro de la Alianza Atlántica para incorporarse, pero por ahora sólo disponen del de 28 (además de Turquía falta también Hungría por completar los trámites). Las autoridades turcas han exigido a las de los países nórdicos más compromisos en la persecución de grupos kurdos catalogados de terroristas por Ankara
Tras lo sucedido el sábado en Estocolmo, ciudadanos turcos se manifestaron en Estambul y Ankara. Portaron pancartas en las que se podía leer: "Condenamos la islamofobia apoyada por el Estado de Suecia". En un una ventana del consulado sueco se había colgado un cartel que decía: "No compartimos la opinión de ese idiota que quema libros".
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, condenó la quema del Corán frente a la Embajada turca en Estocolmo. El Gobierno sueco afirmó en un mensaje a través de Twitter que "la libertad de expresión es una parte fundamental de la democracia pero lo que es legal no es necesariamente apropiado". "Quemar libros que son sagrados para muchos es un acto profundamente irrespetuoso. Quiero expresar mi solidaridad con todos los musulmanes que se sienten ofendidos por lo que ha ocurrido en Estocolmo", añadió.
Por su parte, el Gobierno turco calificó el incidente de "un delito de odio evidente".