Alemania le da vueltas al regreso de la 'mili'


Ha pasado más de una década desde que Alemania suspendiera el servicio militar obligatorio.
Un año después del inicio de la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania, la vuelta de la 'mili' aparece como un tema recurrente en el debate público germano.
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El fin del servicio militar. He ahí otro aspecto que está emborronando el legado de Angela Merkel en Alemania.
Al igual que ha pasado con la política energética o la relaciones con Rusia, las políticas de seguridad y defensa que desarrolló en su día la otrora canciller han quedado en entredicho. La culpa de esto la tiene la ilegal guerra de agresión que lazara hace casi un año la Rusia de Vladimir Putin contra Ucrania, una invasión que ha obligado al ahora canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, a dar un giro en esas políticas.
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En materias de seguridad y defensa, Alemania ha dado un vuelco de 180 grados. Ha dejado de ser, entre otras cosas, un país que rechaza enviar armas a zonas de conflicto. El ataque ruso por tierra, mar y aire que sufre Ucrania ha obligado a cambiar esto.
A estas alturas, Alemania no sólo manda armas pesadas a Ucrania. También manda tanques Leopard, de fabricación germana, y acepta que esos sistemas sean re-exportados por los países que hacen uso de los mismos. Hay una decena de naciones europeas que usan esos Leopard, entre las que figura España.
Pero los cambios registrados en Alemania no sólo afectan a cómo Berlín debe ayudar a la heroica resistencia ucraniana. También resulta sintomático que algo se ha visto alterado en el debate público alemán cuando, recurrentemente, políticos y medios de comunicación abordan la eventual conveniencia del regreso del servicio militar.
El mismísimo canciller alemán ha dicho haber lamentado cuando, en 2011, su predecesora, Angela Merkel, acabó con el servicio militar obligatorio. “El servicio militar obligatorio se suspendió bajo un Ministro de Defensa de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), un Ministro de Hacienda de la CDU y una Canciller de la CDU. En aquel momento lamenté la decisión”, decía Scholz en una reciente entrevista publicada en el diario regional Oberhessische Presse.
El fin de la 'mili', “un error” según el ministro de Defensa alemán
Su flamante ministro de Defensa, Boris Pistorius, también se ha referido al fin del servicio militar de 2011 como un “error”. En una reciente entrevista con el periódico generalista editado en Múnich (sur alemán) Süddeutsche Zeitung, Pistorius lo decía negro sobre blanco. “Como ciudadano, y como político, le diría: 'Fue un error suspender el servicio militar”, afirmaba Pistorius.
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La decisión de 2011 se tomó en un contexto geopolítico en el que triunfaba el convencimiento de que Alemania no necesitaba un ejército como aquel que llegó a disponer en tiempos de la Guerra Fría. Hasta el final de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín, Alemania empleaba más de un 2% de su PIB en Defensa. Ese porcentaje llegó a ser de un 4,9% en 1963.
Caído el muro de Berlín y desaparecida la Unión Soviética, se entendía que Alemania, un país rodeado de naciones vecinas y socias en el proyecto de integración continental que ahora se llama Unión Europea, no debía temer una invasión como la que ahora sufre Ucrania.
“A día de hoy, ya no necesitamos números desproporcionadamente grandes, sino fuerzas armadas muy profesionales que puedan desplegarse de forma rápida y sostenible lejos de aquí, para misiones difíciles”, dejaría dicho el que fuera ministro de Defensa de Merkel que preparó la suspensión el servicio militar obligatorio. A saber, el socialcristiano Karl-Theodor zu Guttenberg. La medida entró en vigor cuando pasó a ocuparse de esa cartera el democristiano Thomas de Maizière.
Esa idea de Karl-Theodor zu Guttenberg, seguramente presente de alguna forma u otra en la Cancillería Federal en tiempos del canciller Gerhard Schröder, explica por qué, según datos del portal de estadística Statista, de los 188.000 soldados profesionales que contaba Alemania en el año 2000, el país de Scholz ha pasado a disponer en 2022 de unos 173.000 militares.
Como en una bolsa de empleo. Así recluta en Ejército alemàn, en @NiusDiario. https://t.co/7Mr79ybwc6.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 30 de junio de 2022
¿Defender la democracia sólo votando y pagando impuestos?
En el contexto geopolítico abierto por la invasión contra Ucrania, las ideas de qué debe ser un ejército en un país como Alemania parecen haber cambiado. De lo contrario, no habría declaraciones como las que hacían a cuenta del servicio militar el propio Scholz o Pistorius, su ministro de Defensa, ni interrogantes como el que lanzaba el influyente diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
A cuenta de cómo deben comprometerse los ciudadanos en la defensa de su democracia, el periódico se preguntaba: “¿Sólo votar y pagar impuestos?”.
Hay, por tanto, un cuestionamiento del modo en que Alemania ha gestionado su Ejército, también en la medida en la que se ha dejado al universo castrense, en cierta medida, al margen del día a día de la población.
Pero un día llegó la invasión rusa a Ucrania. Ahora, no en vano, es conocidos por todos el más que mejorable estado de revista de las fuerzas armadas germanas. Los planes de Scholz de cambiar esa circunstancia no han portado frutos y, por lo que ha dicho el canciller, no hay en el horizonte la vuelta de un servicio militar.
“El Ejército tiene ahora una estructura completamente diferente. Ya no tiene la estructura de un ejército de reclutas, sino de un ejército profesional. Por eso este debate no tiene ningún sentido”, señalaba Scholz en su entrevista con el Oberhessische Presse. Su vicecanciller y ministro de Hacienda, el liberal Christian Lindner, decía a cuenta de la más reciente vuelta del debate de la conveniencia del servicio militar que esa discusión era un “falso debate”.
Para Lindner, tener a una generación haciendo la 'mili' ofrece más inconvenientes que ventajas. “Un año entero fuera de la educación y del puesto de trabajo causaría un gran daño”, manifestaba a finales de la semana pasada el ministro de Hacienda de Scholz en unas declaraciones a la agencia de prensa alemana Deutsche Presse-Agentur.
La suspensión de 2011 no es una abolición de la 'mili'
Linder está, de algún modo, defendiendo una reforma introducida en su momento por Merkel en tiempos en los que gobernaba con el FDP. Entre 2009 y 2013, Merkel lideró en el Gobierno un gabinete compuesto por conservadores y liberales.
Ahora bien, también hay liberales que están más bien a favor de replantearse la vuelta de la 'mili'. Por ejemplo, la diputada y responsable de la presidenta de la comisión de Defensa del Bundestag, Marie-Agnes Strack-Zimmermann, quien ha manifestado al Süddeutsche Zeitung que “el final del servicio militar, en principio, se aplica exclusivamente a tiempos de paz”.
Desde la suspensión del servicio militar en 2011, hombres y mujeres interesados en hacerse una idea propia de lo que supone ser parte de la tropa germana pueden realizar lo que se llama aquí “servicio militar voluntario”. Este servicio puede durar entre seis y diecisiete meses, según recuerdan en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Desde dicho ministerio, señalan también que la reforma introducida en 2011 es una “suspensión” y no una “supresión”. La suspensión “no significa que se haya abolido el servicio militar obligatorio; pero sólo se reanudará si se establece el caso de tensión o defensa regulado por la Ley Fundamental”, de acuerdo con las explicaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores.