Raffaella Petrini, número dos del Vaticano, admite resistencias al ascenso de las mujeres: "Forma parte del juego"


la mujer de 53 años es secretaria general de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, la mujer de más alto rango en el Estado del Vaticano
La monja italiana, Raffaella Petrini, secretaria general de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano y, por tanto, la mujer de más alto rango en el Estado del Vaticano, ha admitido resistencias en el ascenso de las mujeres pero no le sorprenden. "Me sorprendería que fuera todo perfecto. Forma parte del juego", ha agregado.
"Uno de los dilemas cruciales que el hombre contemporáneo está llamado a resolver es la naturaleza y el uso de la libertad (...) en la base de la respuesta que nosotras mujeres demos a este dilema se declinará el protagonismo femenino que está en el centro de mi intervención: ¿competición o solidaridad?", ha señalado Petrini en una sesión abierta del X Curso de Especialización en Información Religiosa para Periodistas organizado por la Universidad Santa Croce de Roma.
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La religiosa franciscana de 53 años asumió el cargo en noviembre del año pasado y trabaja con el gobernador, el arzobispo español Fernando Vérgez Alzaga, en la supervisión de las operaciones administrativas de la Ciudad del Vaticano, donde se encuentran sus famosos Museos Vaticanos -su principal fuente de ingresos-, su policía, sus bomberos o su servicio de sanidad.
In April 2021, Pope Francis appointed Sister Raffaella Petrini as Secretary General of Vatican City State. In 2022, she was one of the first women appointed by Pope Francis as a member to the Dicastery for Bishops. 🇻🇦 pic.twitter.com/tG4mXp308g
— U.S. in Holy See (@USinHolySee) 7 de marzo de 2023
Según ha considerado, en particular, durante el Pontificado de Francisco se ha hecho mucho "por ofrecer a las mujeres la oportunidad de expresar más concretamente la propia libertad, nombrándolas también formalmente en puestos de guía, administrativos y de gestión de la Curia Romana y en la Gobernación de la Ciudad del Vaticano".
Petrini, cuyo trabajo es equiparable al de una vicealcaldesa de un microestado que apenas tiene unos 600 ciudadanos, pero casi 2.000 empleados- ha explicado que en este primer año ha puesto en práctica lo que ha denominado un "liderazgo del servicio" con "líneas de comunicación abierta" con los empleados, una "perspectiva holística" del trabajo, así como una "cultura de equipo radicada en la solidaridad" que tenga en cuenta la fragilidad de cada persona lo que "requiere un apoyo recíproco". También ha implantado un sistema en el que prima "compartir el poder de tomar decisiones" con "menos estructuras piramidales y más horizontales". Petrini ha asegurado que, si bien es un "concepto novedoso" en el entorno del Vaticano, los empleados están respondiendo "muy bien". "Es cierto que la cultura de la colaboración no es una cultura muy difundida pero he encontrado una respuesta positiva sobre todo entre los jóvenes. Hay más competición entre las personas más mayores en la Curia Romana", ha añadido.