El Gobierno italiano vincula el aumento del flujo migratorio en sus costas con los mercenarios Wagner


El ministro de Defensa, Crosetto, habla de las responsabilidades en la desestabilización africana de la milicia relacionada con Putin
Advierte a la UE y a la OTAN de los peligros que acechan en eje Mediterráneo
El jefe del grupo, Prigozhin, respondió que no le preocupa ni conoce el asunto e insultó al político italiano
Desde el comienzo de 2023 son ya 20.000 las personas que han llegado a las costas italianas, triplicando ya los datos del mismo periodo del año anterior. El Gobierno de Meloni, en el reciente decreto firmado el pasado jueves y en sus declaraciones, ha culpabilizado principalmente a las mafias que, aprovechándose de la fragilidad de los migrantes, los entregan a un viaje que puede costarles la vida. Pero el encendido debate abrió este lunes una nueva vertiente tras el comunicado del ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, en el que vinculaba el aumento del flujo migratorio con los mercenarios de la división Wagner, que, dice, han aumentado su poder en algunos países africanos, como Libia. Esta desestabilización estaría siendo usada por el grupo, vinculado a Putin, para perjudicar a Italia.
"Me parece que a estas alturas ya se puede afirmar que el aumento exponencial del fenómeno migratorio desde las costas africanas también forma parte, en una medida nada desdeñable, de una clara estrategia de guerra híbrida que la división Wagner, mercenarios a sueldo de Rusia, está poniendo en práctica, utilizando su considerable peso en algunos países africanos", escribía en el comunicado el ministro, muy cercano a la premier Meloni y uno de los históricos dirigentes de Hermanos de Italia. El aviso de Crosetto era también una alerta y un llamamiento a la Unión Europea y a la OTAN sobre los peligros que acechan al eje Mediterráneo en este momento.
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Aseguraba, además, que estos indicios demostraban que no solo los conocidos ciberataques rusos conformaban “el enfrentamiento global que ha abierto el conflicto ucraniano”, sino que existen otras amenazas que buscan desestabilizar el escenario internacional. Declaraciones que luego confirmó la primera ministra Meloni, en la presentación de un libro sobre el decenio del papa Francisco, en la que defendió su estrategia en el Gobierno porque “sería más fácil esconder la cabeza, que los mafiosos decidieran quién puede venir y que los mercenarios y fundamentalistas de Wagner siguieran afianzándose en África”. La premier había reunido a los ministros interesados en la misma jornada, el lunes, incluido el ministro de Exteriores Antonio Tajani, para valorar la situación.
Crosetto: "I russi della Wagner dietro l'esodo dei migranti", è "una strategia di guerra ibrida". Il capo di Wagner: "Non ci occupiamo di migranti", e insulta il ministro della Difesa italiano. Bonelli: "Crosetto vuole solo distrarre" https://t.co/IkVwS7CBEY
— RaiNews (@RaiNews) 14 de marzo de 2023
Palabras que no han sido muy bien acogidas por el jefe del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, que en un audio difundido en Telegram comentaba: “No tenemos ni idea de lo que está ocurriendo en mérito a la crisis migratoria, pero nosotros no nos ocupamos”. Además añadió un grave insulto al dirigente italiano, “mudak”, que podría traducirse por bastardo. De presencia de los mercenarios rusos en algunos territorios africanos se tiene constancia desde 2017-2018 en países como Mozambique, Mali o la propia Libia, el país del norte del continente que se encuentra, en algunos puntos, solo 100 km de las costas italianas.
Yevgeny Prigozhin, fondatore del gruppo Wagner, ha detto che il ministro Guido Crosetto è «un coglione e un cazzaro» per aver sostenuto che i mercenari russi del gruppo Wagner stiano favorendo l'arrivo di migranti in Italia https://t.co/R0R14x2yGy
— Il Post (@ilpost) 14 de marzo de 2023
La sorpresa de algunas partes de la oposición es que la postura del Gobierno en declaraciones pasadas sobre estos indicios, adelantados por algunas fuentes de los servicios de inteligencia italianos el pasado mes de julio, había sido la de no tomar en serio este vínculo de los mercenarios rusos con el flujo migratorio. El propio vice primer ministro y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini se lamentaba este verano un tuit diciendo que “para la izquierda es Putin el que empuja a las pateras llenas de inmigrantes clandestinos a Italia. Esto es cómico, el miedo de perder su sillón juega malas pasadas”. Ahora parece que la coalición de derechas no ignora las informaciones de la inteligence italiana.
Spunta un vecchio tweet della campagna elettorale di #Salvini: "Migranti spinti in Italia dalla Wagner? Siamo alle comiche, colpa di Lamorgese."@ultimora_pol pic.twitter.com/2hbxtUpHBe
— Ultimora.net - POLITICS (@ultimora_pol) 14 de marzo de 2023
Ettore Rossato, parlamentario de Italia Viva, el partido de Matteo Renzi, comenta con NIUS las informaciones de las últimas horas. “La influencia del grupo Wagner en África es evidente y que contribuye a empujar la inmigración clandestina es verdad, pero también hay que decir que esta no es la única causa desencadenante. Yo usaría con mucha prudencia todas las informaciones que tienen que ver con la seguridad nacional, se lo sugiero también a los demás”, dice. Desde los Verdes, el diputado Angelo Bonelli, critica públicamente que para el ministro Crosetto esta sea la única causa del aumento de la migración y no “la imponente crisis humanitaria que tenemos ante nuestros ojos”. Añade que es una estrategia de distracción del Gobierno Meloni.
Migranti, sbarchi senza sosta. Tremila arrivi in 3 giorni e 17mila nel 2023 (+194%). Interviene la Guardia costiera - https://t.co/hXesCMj0ZE https://t.co/YWAC0K5Wcq pic.twitter.com/okhQTr1wEh
— ItaliaOggi (@ItaliaOggi) 10 de marzo de 2023
El tema migratorio protagoniza la agenda del Gobierno
El pasado fin de semana una nueva embarcación, a pocas millas de la costa libia, naufragó dejando 30 nuevas víctimas en el mar Mediterráneo. Así, junto al drama de Cutro, donde perdieron la vida ya 80 personas, hace unas horas ha aparecido otro cuerpo en la costa de Calabria, el Gobierno italiano gestiona las críticas sobre la responsabilidad de una cadena de rescates fallida. La política anti-inmigración del Ejecutivo de Giorgia Meloni se ha centrado en las últimas semanas en alejar a las ONG de sus zonas de rescate, ya que aseguran que estimulan a que más inmigrantes se arriesguen a cruzar a Europa con la certeza de que serán salvados; reducir las tipologías de permisos para entrar en Italia y, sobre todo, aumentar las penas contra las mafias que, defiende el Gobierno, son las verdaderas causantes de esta estación de desembarcos siempre en aumento.