¿Acabará Alemania imponiendo sanciones a Schröder?


En Alemania, hay quien quiere imponer sanciones al ex-canciller alemán Gerhard Schröder como si se tratase de un oligarca ruso.
El ex jefe de Gobierno alemán mantiene contra viento y marea sus polémicos cargos de directivo en grandes empresas energéticas rusas.
Ante la ilegal guerra de la Rusia de Vladimir Putin contra Ucrania, el que fuera canciller alemán, Gerhard Schröder, no está quedando en buen lugar. Ahora chirría volver a escuchar declaraciones suyas antes de que Putin lanzara su invasión en las que decía que se hacía un belicista “ruido de sables” al expresarse el deseo de querer ayudar militarmente a Ucrania.
Como muchos alemanes empeñados en decir que entienden las posiciones geopolíticas rusas, Schröder se equivocó. Él también decía que no creía que Rusia fuera a invadir a Ucrania, pese a que la inteligencia militar estadounidense y británica indicaban lo contrario.
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Tras ese error, Schröder, a diferencia de otros políticos europeos a los que se consideraba “en nómina” de Putin, sigue en su cargo como miembro del consejo de administración de Rosneft y mantiene sus planes de integrar la dirección de Gazprom. Rosneft es una empresa energética rusa especializada en la explotación de petróleo y gas natural. En la explotación de éste último hidrocarburo está especializada Gazprom, firma matriz de Nord Stream 1 y Nord Stream 2, gasoductos que unen directamente Rusia con Alemania por el mar Báltico.
La buena relación personal que Schröder ha forjado con Putin está muy relacionada con esos dos gasoductos. De hecho, a Schröder se le considera aquí desde hace años “un lobista” para los intereses rusos en Alemania. Ahora bien, tras el inicio de la guerra rusa en Ucrania, la imagen del ex-canciller socialdemócrata difícilmente puede caer más baja.
¿Ha caducado la Ostpolitik de Berlín hacia Moscú? En @NiusDiario. https://t.co/14fMV9xxFj.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 23 de febrero de 2022
Schröder, de “empleado de Putin” a “agente extranjero Putin”
Tanto es así, que de “lobista” en “nómina para Putin”, Schröder ha pasado a ser ahora un “agente extranjero de Putin”, según los términos de Michael Brand, político de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el principal partido de la oposición en el Bundestag. Brand es un político con el foco puesto en los Derecho Humanos, tema para el que representa a su partido y a la hermanada a la CDU en la Cámara Baja germana Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).
Estos días Brand ha planteado que a Schröder habría que tratarle como al resto de incluidos en las listas negras de oligarcas rusos sancionados por la Unión Europea y los aliados occidentales que apoyan a Ucrania frente a la agresión rusa. A su entender, según ha dicho Brand al diario berlinés Der Tagesspiegel, no tiene sentido que un ciudadano alemán como Schröder, “involucrado en la financiación de la brutal guerra en Ucrania, no esté en la lista de sanciones por el hecho de haber sido presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y canciller”.
Para Brand, trabajar para Rosneft y Gazprom equivale a financiar al régimen de Putin, dado que la venta de hidrocarburos es esencial para el presupuesto de Rusia. No en vano, el ilustre senador estadounidense John McCain dijo en su momento aquello de que “Rusia es una gasolinera disfrazada de Estado”.
En las sanciones internacionales contra el régimen de Vladimir Putin se cuentan cerca de medio millar de personas, incluidos unos 300 diputados de la Duma, la cámara legislativa de la Federación de Rusia. También hay oligarcas afectados por las sanciones, como Alisher Usmanov, uno de los hombres más ricos de Rusia gracias a sus negocios con las telecomunicaciones y la industria el metal; o Igor Shuvalov, que fue viceprimer ministro entre 2008 y 2018 y en la actualidad presiden el banco VEB.
Petición ucraniana de sancionar a Schröder en 2018
Parece que Schröder está en el punto de mira de la CDU. Pero no sólo el principal partido de la oposición alemán está en contra del que es, a buen seguro, el ex-canciller alemán más amigo de Putin. A sus 77 años, Schröder tampoco tiene a la población alemana de su lado. Desde hace ya mucho tiempo las encuestas señalan que la población entiende que el ex-canciller debería dejar sus cargos en las empresas rusas para las que trabaja.
El actual canciller, el también socialdemócrata Olaf Scholz, se ha mostrado mucho más duro con Schröder que su predecesora, la conservadora Angela Merkel. Tanto es así que Scholz ha pedido a Schröder que deje sus cargos en firmas rusas.
“Mi consejo a Gerhard Schröder es que abandone esos cargos”, ha dicho Scholz a cuenta de Schröder. A principios de marzo, los trabajadores de su oficina como ex-canciller le abandonaban por sus diferencias ideológicas relativas a la invasión rusa de Ucrania.
Schröder, allá por el 2018, ya se vio enfrentado a iniciativas para tratar de imponerle sanciones por sus manejos en Rusia. Concretamente, desde el Gobierno de Ucrania se pidió que se castigara a Schröder, al que en diarios internacionales como el estadounidense Wall Street Journal
Además de empleado en empresas rusas, mantenido con dinero público
El Ejecutivo de Merkel desechó entonces la propuesta sancionadora ucraniana. Y hasta en Los Verdes alemanes hubo voces que defendieron al ex-canciller. "No necesitamos sanciones contra Schröder. No ha infringido ninguna ley", diría entonces a la cadena de televisión pública germana Deutsche Welle Omid Nouripour, hoy co-presidente Los Verdes. Allá por 2018, Nouripour ya veía, sin embargo, a Schröder y otras personas importantes, “hacerle el juego a Putin”, algo “peligroso”.
Tras el inicio de la guerra, ante la cual Schröder pidió en redes sociales a Putin que parara la ofensiva al tiempo que hablaba de “errores en ambos lados”, el ruso y occidente, el ex-canciller también está siendo marginado en su propia familia política. A principios de este mes, un sondeo publicado en el dominical Bild am Sonntag
Como ex-canciller, Schröder también goza de beneficios del estado. Por ejemplo, en 2021 su oficina costó al Estado alemán 407.000 euros, según ha trascendido en la prensa. Eso ya le costó en su momento críticas de la oposición.
Una reunión con Putin calificada de “cita de relaciones públicas”
“Que el ex canciller reciba dinero público, además de sus numerosas actividades económicas con empresas rusas, es inaceptable", decía al diario económico Handelsblatt hace unas semanas Stefan Müller, secretario parlamentario de la CSU en el Bundestag. Según la revista Focus
Pero lejos de amilanarse y mostrar perfil bajo ante estas críticas o la posibilidad de que pase a incluir la lista de sancionados por la invasión rusa contra Ucrania, Schröder no ha renunciado a sus actividades empresariales ni al dinero público. Es más, suya ha sido la iniciativa de viajar a Moscú para reunirse, entre otros, con Vladimir Putin.
El diario Bild, el más leído del país, ha dado cuenta de que ese encuentro que se produjo hace un par de semanas. Duró varias horas y no sirvió para nada. En el SPD, los hubo que saludaron la iniciativa. Pero en Ucrania, según fuentes cercanas al presidente Volodimir Zelenski consultadas por el Bild