La adhesión de Finlandia y Suecia refuerza a la OTAN


Finlandia y Suecia han sido neutrales militarmente durante décadas
La amplitud del territorio de los dos países puede convertirlos en plataformas de defensa de los bálticos en caso de ataque ruso
Finlandia 870.000 personas en la reserva que han recibido formación militar
Finlandia y Suecia, neutrales militarmente durante décadas (siglos en el caso sueco) pidieron este fin de semana su ingreso en la OTAN. Su situación de seguridad cambió el 24 de febrero, el día en que Rusia atacó a Ucrania.
La solicitud de adhesión se ve normalmente como la forma de esos dos países de ponerse bajo el paraguas de seguridad de la OTAN por miedo a Moscú, pero el ingreso, desde el cuartel general de la Alianza Atlántica en Evere (Bruselas) se ve desde otro punto de vista. Finlandia y Suecia, más que una carga para la OTAN, son una bendición.
El Báltico, mar interior OTAN
El Mar Báltico, cuya entrada controla Dinamarca, se ha visto siempre como un mar compartido. Durante décadas bañaba las aguas de la Alemania Occidental y Dinamarca (OTAN), de las neutrales Suecia y Finlandia y de los países en el antiguo Pacto de Varsovia (Alemania Oriental y Polonia, además de Estonia, Letonia y Lituania, entonces integradas en la Unión Soviética).
El fin de la guerra fría cambió un poco la situación. Toda Alemania, Polonia y los bálticos pasaron a ser territorio OTAN, pero Finlandia y Suecia seguían siendo neutrales y Rusia mantenía el control de su costa del Báltico y del enclave de Kaliningrado, entre Polonia y Lituania. Con el ingreso de Finlandia y Suecia el Báltico se convierte en un prácticamente controlado por la OTAN salvo la pequeña salida rusa de San Petersburgo y Kaliningrado.
Profundidad estratégica
El cuartel general de la OTAN nunca lo reconoció pero siempre temió no poder defender a las tres repúblicas bálticas en caso de ataque ruso. No hay grandes contingentes militares en su territorio, tienen Fuerzas Armadas escuálidas y su protección sería muy complicada. La entrada de Suecia y Finlandia lo cambia todo. La amplitud del territorio de los dos países puede convertirlos en plataformas de defensa de los bálticos en caso de ataque ruso.
El ingreso de Finlandia es también un desafío porque las fronteras terrestres directas de la OTAN con Rusia pasarán de 1.215 kilómetros a 2.555. El Gobierno finlandés asegura que protegerá su frontera terrestre con sus propios medios como hasta ahora.
Dos Ejércitos potentes
Finlandia y Suecia no llegan a la OTAN con las manos vacías. O como dijo este fin de semana la ministra finlandesa de Asuntos Europeos Tytti Tuppurainen, “seremos un recurso, no una carga”. Finlandia tiene apenas 5,5 millones de habitantes y 12.000 soldados profesionales, pero tiene 870.000 personas en la reserva que han recibido formación militar y puede movilizar inmediatamente a 280.000. Su capacidad artillera es de las mayores de Europa. Su Marina está especializada para operar en el Báltico y en el Ártico y tiene una Fuerza Aérea muy potente para el tamaño y la capacidad económica del país.
En diciembre encargó otros 64 aviones de combate F-35 estadounidenses. El país gastó en 2021 el 1,9% de su PIB en Defensa, rozando el objetivo del 2% que exige la OTAN. Este año se acercará al 2,5%.
Suecia no va tan lejos pero empieza a dar marcha atrás al desmantelamiento de su Ejército. En 2017 restableció el servicio militar obligatorio (para chicos y chicas). El presupuesto de Defensa ha ido subiendo hasta el 1,26% en 2021 y el Gobierno se compromete a llegar en pocos años al 2%.
Suecia tiene 50.000 soldados pero la mitad son reservistas no profesionales. Pero aporta una industria de Defensa moderna y que produce su material militar y para la exportación, como los aviones de combate Gripen, sus submarinos y corbetas. Junto a Dinamarca y gracias a su puerto de Goteburgo es puerta de entrada al Báltico y a la vez llega al Ártico. En el norte tiene una flota naval cercana a Rusia.
Suecia entra en la OTAN también con Gotland, la isla en el medio del Báltico que se ha llegado a calificar como “un portaaviones imposible de hundir”. Es un enclave precioso para controlar el tráfico aéreo y marítimo y está a pocos cientos de kilómetros de cualquier país de la región.
Un ingreso automático
El ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN lleva unos pasos políticos y administrativos que podrían tardar meses aunque el visto bueno puede dárseles ya en la cumbre de Madrid del 28, 29 y 30 de junio. Pero en la práctica sus Fuerzas Armadas están prácticamente dentro. Tanto los militares suecos como los finlandeses participan desde hace años en misiones de la OTAN y en sus maniobras militares. Sus generales asisten con regularidad a las reuniones de sus homólogos y sus ministros llevan meses participando en las cumbres. Su Fuerzas Armadas son totalmente compatibles con las de los países ya miembros de la OTAN.