Alemania espera recuperar ya su economía pre-pandemia


La recuperación de la economía de Alemania, donde todavía se desconfía de los efectos de la variante Delta del coronavirus, se da casi por hecha en el país de Angela Merkel.
Las cifras de contagios por COVID-19 en Alemania también llevan días al alza y la incidencia se encuentra en fase ascendente pero superando por poco los doce casos por 100.000 habitantes en la última semana.
Por muy achacable que este aumento de casos se deba a la variante Delta del SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19, la economía de Alemania “está casi tan fuerte como antes de la crisis”. Así lo contaba esta semana en sus páginas económicas el influyente diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
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Lo hacía al dar cuenta de la publicación del último informe económico de Bundesbank, el banco central alemán. El actual rendimiento de la economía alemana hace pensar a los economistas del Bundesbank que “el PIB podría alcanzar de nuevo su nivel anterior a la crisis en el tercer trimestre” de 2021, se lee en el comunicado de la autoridad central germana a cuenta de su último informe.
La llegada del buen tiempo y la importante bajada del número de contagios de COVID-19 desde mayo hasta hace unos días está detrás de esta positiva evolución.
“La relajación de las restricciones a partir de mayo, que fue posible gracias a la menor incidencia del coronavirus, habría dado lugar a una actividad [económica, ndlr. plantean desde el Bundesbank.
A partir de ese mes de mayo Alemania procedió a unas relajaciones de las medidas contra la propagación del virus que ha devuelto la actividad a gran parte del sector servicios que más ha sufrido las restricciones, especialmente la hostelería y la restauración. Las restricciones sufridas en esa industria, golpeada por los cierres desde noviembre del año pasado hasta la entrada de la pasada primavera, explica en parte que, entre enero y marzo de este año, la economía alemana cayera un 1,8% en el primer trimestre.
Sin embargo, según apuntan en el último análisis económico mensual del Bundesbank, “el rendimiento de la economía alemana volvió a crecer con fuerza en el segundo trimestre de 2021”.
Un crecimiento estimado del 3,5% en 2021
Los expertos de la autoridad central alemana prevén que este año la economía germana acabe creciendo un 3,7%. En 2020, la economía del país de la canciller Angela Merkel se contrajo un 4,8%, una caída del PIB mucho menor que la de las otras grandes economías europeas. En Francia, la COVID-19 supuso una contracción económica del 8,1% en el pasado ejercicio, mientras que en Italia fue del 8,9% y en España del 10,8%.
Las previsiones oficiales del Gobierno alemán contemplan un crecimiento del 3,5% para este año y del 3,6% para 2022. Pero estas previsiones se basan en la “suposición” de que las medidas anti-COVID-19 “puedan relajarse gradualmente a partir del segundo trimestre de 2021”, según han explicado desde el Ministerio de Economía, en manos del conservador Peter Altmaier.
A Altmaier no se le escapa que el número de nuevos contagios está creciendo desde hace un par de semanas. Así, a finales de esta semana, los datos del Instituto Robert Koch (RKI), la agencia federal de prevención y control de enfermedades, señalaba una media diaria de infecciones al alza de 1.454 casos.
Pero, por ahora, Altmaier descarta que se tomen duras medidas contra la propagación de la COVID-19 como las que se vieron este invierno o las que obligaron el pasado otoño a los cierres en la hostelería.
Objetivo: evitar las medidas que más afectan a la economía
Así lo decía este ministro de Merkel a la última edición del dominical Bild am Sonntag: “Debemos evitar y evitaremos un nuevo confinamiento”. Con ese término se refieren aquí a las restricciones más duras contra la propagación del SARS-CoV-2. No se refieren a confinamientos como los vividos en España, Francia o Italia.
„Belohnungen für Impfungen wären grob ungerecht“ @BILD https://t.co/ASHNdU2l49
— Ralf Schuler (@drumheadberlin) 17 de julio de 2021
Habida cuenta del ritmo de vacunación que lleva el país – Alemania presentaba el miércoles un 47,3% de la población con la pauta completa –, Altmaier confía en que el sistema sanitario alemán pueda hacer frente a las olas de contagios que están por venir.
“Siempre y cuando no haya una amenaza de saturación del sistema sanitario, no hay motivo para nuevas medidas ni para el confinamiento”, según Altmaier. De lo que su compañero en el Ejecutivo Jens Spahn, ministro de Sanidad, no tiene dudas, sin embargo, es de que habrá una nueva y severa oleada de contagios.
Spahn señalaba el miércoles en rueda de prensa en Berlín que los contagios debían mantenerse en valores mínimos, pues, de lo contrario, en septiembre podrían alcanzarse incidencias del orden de 400 nuevos casos por 100.000 habitantes en una semana. En octubre, el número podría ser 800 por 100.000 habitantes en siete días, según Spahn.
La amenaza de la variante Delta
Semejantes cálculos son posibles dada la mayor capacidad infectiva de la variante Delta del SARS-CoV-2. En Alemania, el valor del R0 o número de reproducción, que indica a cuántas personas contagia un individuo infectado, iba al alza este jueves, situándose en 1,19, según el RKI. Dicho instituto estimaba la semana pasada que tres de cada cuatro contagios registrados en suelo germano son ya producto de la variante Delta.
Wie häufig kommen besorgniserregende #SARSCOV2 Varianten #VOC zurzeit in Deutschland vor?
— Robert Koch-Institut (@rki_de) 14 de julio de 2021
18. Bericht des #RKI mit Analysen und Trends:https://t.co/nS09l8OOZK pic.twitter.com/CWUWfAC8rx
En este contexto, según las opiniones de expertos recogidas por el diario económico Handelsblatt, “la variante Delta es una amenaza económica”. Esos son los términos que emplea Gabriel Felbermayr, presidente del Instituto para la Economía Mundial de Kiel (IW, por sus siglas alemanas).
“Aunque a día de hoy” no se pueden esperar medidas de confinamiento, según el Handelsblatt, las mutaciones del virus causan “preocupación e inseguridad en inversores y consumidores”. Por eso en ese diario los expertos llaman a los responsables políticos del país a no repetir los “errores del pasado”, cuando se tomaron frente al virus medidas insuficientes o tardías.