La Alemania de Merkel “vota” por Biden


El país de Angela Merkel tiene puestas sus esperanzas en Joe Biden, el candidato del Partido Demócrata a presidente de Estados Unidos. Alemania presenta una generalizada aversión al presidente estadounidense y aspirante a la reelección Donald Trump.
Si los alemanes participaran en la elección presidencial estadounidense de la próxima semana, votarían por Joe Biden. No es que estén enamorados políticamente de la persona y el programa del aspirante del Partido Demócrata. Lo que ocurre es que, mayoritariamente, sienten todo lo contrario por Donald Trump, el actual presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección.
“La gran mayoría de los alemanes quiere que pierda Trump, no necesariamente porque amen a Biden, sino porque detestan a Trump”, dice a NIUS Marcel Dirsus, experto del Instituto para la Política de Seguridad de la Universidad de Kiel.
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De esto mismo hablan encuestas como la que presentaba este mes de octubre la cadena de televisión pública germana ZDF. Según dicho sondeo, el 89% de los alemanes preferiría tener a Biden como presidente. En esa encuesta, sólo un 4% decía preferir a Trump.
Políticamente, los responsables del Gobierno que dirige la canciller Angela Merkel y la mayoría de partidos del Bundestag coinciden con el deseo de la mayoría de los alemanes. Aunque lo normal es que no lo digan públicamente.
“Hay una regla política no escrita según la cual los políticos alemanes, en general, no van a pronunciarse sobre elecciones en otros países, especialmente si forman parte del Gobierno”, recuerda Dirsus.
Lo máximo que se le podrá sacar, insistiendo, a representantes de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), el partido de Merkel, es una austera declaración de neutralidad frente a la elección presidencial estadounidense. “La CDU no se plantea qué candidato prefiere y se mantiene neutral”, dicen a NIUS fuentes del partido de la canciller a cuenta de Trump y Biden.
Ni los anti-establishment apoyan abiertamente a Trump
Incluso en la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), cuyo discurso político tiene frecuencias anti-establishment similares a las que puede emplear Trump, evitan posicionarse claramente a favor del inquilino de la Casa Blanca.
“AfD está con nuestros amigos de Estados Unidos, independientemente de qué presidente gobierne ese magnífico país. No nos manifestamos a favor de ningún candidato”, dicen a NIUS desde AfD, el principal partido de la oposición en el Bundestag.
La aversión que genera Trump en Alemania es tal que, políticamente, hacer o decir algo que esté en la misma línea del jefe de Estado estadounidense resulta contraproducente frente a la opinión pública. No en vano, con Trump en la Casa Blanca, la relación germano-estadounidense nunca había estado tan mal.
En estudios del Centro de Investigaciones PEW, con sede en Washington, Alemania figura como el gran país de Europa que menos confianza tiene en Trump. Apenas un 10% dice confiar en la política exterior del presidente y magnate estadounidense. Obama registró en su día en investigaciones similares del PEW una aprobación del 63% entre los alemanes.
En Alemania, Trump hace más fácil ser anti-americano
“Trump es percibido aquí como alguien increíblemente maleducado, ignorante y hostil al mismo tiempo que hace esfuerzos por caer bien a los peores dictadores del mundo. No es sólo que sea maleducado con los alemanes, sino que además dice tener un gran respeto por el dictador norcoreano Kim Jong-un, y esto suena a ofensa aquí”, dice Dirsus.
“Alemania tiene un problema tradicional de anti-americanismo, pero lo que pasa con Trump es que él hace más fácil el ser antiamericano. Porque Trump es tan ridículo que casi es un estereotipo exagerado de todo lo malo que se puede decir de los estadounidenses: egoísta, ignorante y maleducado”, abunda este experto.
En términos económicos, a Trump se le percibe aquí como alguien amenazante.
“Ya lo vimos en 2017, el objetivo de Trump era 'hacer Estados Unidos grande de nuevo', y eso significa hacer que Alemania sea más pequeña en el mercado estadounidense”, señala a NIUS Michael C. Burda, economista y profesor de la Universidad Humboldt de Berlín.
Temor a la guerra comercial de Trump
Productos de lujo alemanes como los coches Mercedes-Benz o BMW han sido señalados por el actual inquilino de la Casa Blanca. La posibilidad de que Trump imponga millonarias trabas comerciales a esos productos ha causado más de un dolor de cabeza a los grandes fabricantes de coches germanos.
“Trump no es bueno para Alemania, es más bien un desastre. Alemania es un país exportador, tiene buenas relaciones con China y una política de inmigración abierta comparada con la de los actuales Estados Unidos”, señala Burda, que alude a la dura política comercial que Trump ha llevado a cabo a nivel internacional.
Hay quien llama “guerra comercial” con China a la dinámica económica puesta en marcha por la administración estadounidense en los últimos tres años. Para un país como Alemania, dependiente económicamente de las exportaciones y del fluido funcionamiento de la globalización, actores del peso de Trump con una marcada agenda comercial de corte nacionalista son un problema. Por eso, con una nueva victoria de Trump, según Burda, “Alemania sería el gran perdedor europeo”.
Alemania necesita para prosperar un presidente estadounidense que crea en las alianzas y la cooperación internacional. Biden se ajusta más a ese perfil. Trump es más bien la antítesis de todo eso.
De hecho, la actual y tensada relación transatlántica tiene mucho que ver con la actitud individualista del presidente estadounidense. Bien lo sabe el ex vicecanciller y ex ministro de Asuntos Exteriores Sigmar Gabriel.
Este otrora jefe del Partido Socialdemócrata de Alemania, socio de la CDU de Merkel en el Gobierno, recuerda a NIUS que, “en el último G-7, el lema era: 'no enfaden a Trump'”. “Los países europeos han buscado lidiar con Trump a su manera, pero el resultado siempre ha sido el mismo: tratar de no enfadar a Trump”, señala Gabriel.
También habrá diferencias con Biden
Frente a la relación transatlántica que ha planteado Trump, Biden ofrece cooperación en temas clave como el cambio climático o las aspiraciones nucleares de Irán.
“Biden entiende el valor de las alianzas y la gente que va a poner en posiciones clave en su administración, en caso de ganar la elección, tendrá esa visión de las cosas. Esto es muy diferente respecto a lo que ofrece Trump y su administración, que es muy hostil a Alemania”, subraya Dirsus, el experto del Instituto para la Política de Seguridad de la Universidad de Kiel.
Pero eso no significa que con Biden no vaya a haber choques. Cuestiones como el Nord Stream 2, el gasoducto germano-ruso por el que Trump amenaza con sancionar a Alemania, o el insuficiente gasto militar alemán provocarán choques con Biden en caso de llegar a la Casa Blanca.
“Pero Biden no irá buscando tanto la confrontación como hace la actual administración de Trump. De Biden se espera que recurra a la persuasión. Con Biden de presidente, las cosas tampoco serán fáciles. Pero una victoria suya sería una oportunidad para poner la relación sobre una base más sólida”, concluye Dirsus.