Una 'app' berlinesa para ayudar a hablar con los negacionistas de la pandemia


La joven diseñadora Victoria Schrank está desarrollando en Berlín una 'app' con la que ayudar a dialogar con los negacionistas de la pandemia de la COVID-19, especialmente cuando éstos forman parte de nuestro círculo más cercano.
Victoria Schrank no supo muy bien cómo reaccionar cuando recibió en marzo una llamada telefónica de una amiga que quería contarle que el SARS-CoV-2 no existía y, que si existía, no era tan peligroso, o que , en cualquier caso, la pandemia de la COVID-19 era algo hecho para distraer la atención de la gente.
“Ella decía, primero, que no había virus, que eso era una invención creada para ocultar otros problemas. Luego, que en las redes sociales había leído que no era peligroso. Ella creía simultáneamente en varias teorías conspirativas a la vez, incluida QAnon”, cuenta Schrank a NIUS al recordar aquella incómoda conversación de mediados de marzo de 2020. Entonces fue cuando entraron en vigor en Alemania las medidas más estrictas aplicadas en el país de la canciller Angela Merkel contra la propagación del nuevo coronavirus.
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“Probé mencionarle que los virólogos de referencia decían esto y aquello, pero ella decía que no creía en las fuentes que le citaba. Entonces, llegas a un punto en el que te dices: 'bueno, todo lo que digo no tiene peso en la conversación porque no cree en las fuentes que le menciono'”, abunda esta joven nacida en Moscú hace 34 años y afincada en Berlín desde hace una buena década.
En vista de que su amiga era impermeable a los argumentos que tumbaban la conspiranoia, Schrank dejó el tema. Pero no quiso que su amistad se rompiera para siempre por culpa de aquella conversación. Es más, Schrank se dedicó a preguntar a más personas si habían vivido algo parecido.
Logró hacerse con una beca de investigación del Gobierno del estado federado de Baviera (sur alemán) para estudiar cómo lidian quienes tienen en su círculo más íntimo – amigos, compañeros sentimentales y familiares – a personas que creen en teorías conspiranóicas.
“Todos se habían encontrado en la misma situación que yo ya había tenido. Habían experimentado como el intercambio de argumentos en una discusión así no funciona. Porque la persona con la que hablaban inmediatamente se pone a la defensiva e incluso agresiva", recuerda Schrank.
“La cuestión no está, por tanto, en ofrecer argumentos de calidad, sino en tratar de comprender los miedos que mueven a las personas que creen en esas cosas”, resume Schrank los resultados de su investigación.
A partir de ahí, ella pensó en la necesidad, no de ofrecer mejores argumentos para combatir el pensamiento conspiranoico, sino de cambiar el modo en que se suele comunicar con quienes piensan, por ejemplo, que la vacuna contra la COVID-19 es un proyecto para controlar a la población a través de la implantación de chips en los vacunados.
Otra comunicación es posible con los negacionistas
“Se trata de tener una forma de comunicación en la que la persona a la que se muestra otra opinión no se le ofende ni se le insulta ni se le lleva a una pelea”, señala Schrank. Al servicio de esta otra comunicación ella ha creado una 'app' llamada Talk to me, algo así como “Háblame”.
La aplicación de Schrank está en fase de desarrollo. Se está financiando a través de un crowdfunding pero la idea de esta joven diseñadora experta en comunicación es que esté disponible para la Navidad. Estará centrada en el tema de la COVID-19, aunque el potencial es mucho mayor. En teoría, con el contenido adecuado, puede servir para concienciar sobre cómo comunicar con cualquier conspiranoico.
Schrank ha trabajado con Roland Imhoff, psicólogo y profesor de la Universidad de Maguncia además de experto de referencia en temas de conspiranoias, para desarrollar la versión beta de Talk to me. Ésta tiene la forma de un juego. En él, el usuario va eligiendo qué decirle a un supuesto miembro de su familia que ha caído en el negacionismo de la pandemia.
“Uno aprende mucho más cuando juega. Porque uno se divierte y uno puede ver cómo puede mejorar sus resultados. Jugando hay cosas que se aprenden mejor especialmente entre los jóvenes”, dice Schrank. “Es más fácil jugar que leer largos artículos. También es más fácil aprender viendo las consecuencias que tienen las acciones de uno mismo en el juego como si fuera una situación de comunicación real”, añade.
Aprender a comunicar jugando
Así, en el juego, el usuario va eligiendo en cada pantalla qué decirle a una hermana que sostiene que la COVID-19 es como la gripe y que no hay que preocuparse por llevar mascarilla ni por respetar la distancia social, entre otras cosas. En la primera pantalla, hay dos opciones: reprocharle que crea en teorías conspirativas cuando sólo en Estados Unidos el coronavirus se ha cobrado más de 200.000 vidas o mostrarse más empático.

“Sé que es duro vivir con todas estas restricciones. Yo también quiero volver a la normalidad. Me gustaría comprender mejor tu opinión sobre este asunto, ¿Te apetece que hablemos del tema?”, se lee en la empática y 'correcta' respuesta de la primera pantalla. Mostrando empatía y comprensión por la otra persona, se permite mantener la comunicación sin ocasionar el rechazo al debate.
A cada respuesta que se da en las pantallas, el juego de Schrank comenta la decisión del jugador, indicando por qué es acertada o no la decisión de decir según qué cosa a la “hermana conspiranoica”. “Lo que es importante es hacer posible que la persona que cree en estas teorías sea capaz de cuestionarse a sí misma. Que sea capaz de escuchar y decirse: 'vale, tal vez esto en lo que creo no está bien'”, sostiene Schrank.
Dialogar en lugar de llamarlos “covidiotas”
“Eso funciona mejor que decir a alguien lo que tiene que pensar, porque convencer de algo a alguien es realmente complicado”, según la responsable de Talk to me. Con esto en mente, no es difícil saber por qué Schrank rechaza el modo en que se ha venido hasta ahora lidiando, incluso desde las altas instancias de la política alemana, frente a los negacionistas teutones de la pandemia.
En Alemania, a estos negacionistas se les ha puesto la etiqueta de “covidiotas”, un término que ha llegado a ser utilizado por responsables políticos como Saskia Esken, co-presidenta del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), formación que forma la 'gran coalición' gubernamental junto a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.
“Yo entiendo que haya mucha gente frustrada porque haya personas que no estén cumpliendo con las reglas, que no respeten el hecho que hay grupos de riesgo ante esta nueva enfermedad. Porque todo el mundo puede tener a gente mayor en su familia o a personas que pertenezcan a grupos de riesgo. Comprendo que esta frustración lleve a llamar a a estas personas 'covidiotas'”, dice Schrank.
“Pero hacer eso no es constructivo. Eso sólo ayuda a polarizar más. Yo creo que hay que probar el hablar con la gente”, abunda la responsable de Talk to me.
Precisamente para ese fin está diseñada su aplicación. Ésta podría convertirse en otra herramienta en la lucha frente al coronavirus, concretamente porque apunta a lo más parecido a “aliados” que tiene el SARS-CoV-2 entre los humanos.