Armin Papperger, el hombre que "rearma” a Alemania después de haber avisado sobre Putin


Rheinmetall, el mayor fabricante de armas de Alemania, tiene en su presidente, Armin Papperger, alguien que vio venir a la Rusia de Vladimir Putin.
Tras el inicio de la invasión rusa, Papperger presentó a las autoridades germanas una lista con armamento que su empresa podía proveer rápidamente valorada en 42.000 millones de euros.
Poco tardó Armin Papperger, que llegó en 2013 a los mandos del consorcio germano Rheinmetall, el mayor fabricante de armas alemán, en avisar de que países como el suyo había debían gastar más dinero en defensa. Para él, no la actual invasión de Rusia contra Ucrania, sino la anexión ilegal rusa de Crimea de 2014 fue un “punto de inflexión”.
“Ahora está claro que tenemos que hacer más por la seguridad interior y exterior”, decía Papperger en 2017 en una entrevista con el diario berlinés Der Tagesspiegel a cuenta de cómo Rusia robó la península de Crimea y de cómo la implicación de Vladimir Putin contribuyó al conflicto del este ucraniano.
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Él veía entonces con buenos ojos los esfuerzos que tomó la otrora ministra de Defensa de la última legislatura de la canciller Angela Merkel, Ursula von Der Leyen. Ella había empezado a ensanchar el presupuesto para el Ejército alemán.
Sin embargo, no fue ni con la actual presidenta de la Comisión Europea, ni con su sucesora al frente del Ministerio de Defensa y 'heredera' frustrada de Merkel, Annegret Kramp-Karranbauer, que Alemania se comprometió a llegar a corto plazo a un gasto del 2% de su PIB en Defensa. Como muchos países europeos, Alemania ha evitado sistemáticamente ese gasto militar, aunque figure entre los compromisos de los miembros de la OTAN.
Para que ese 2% dejara de ser un tabú en Alemania tuvo que ocurrir la invasión de Rusia contra Ucrania. El anuncio de llegar a ese porcentaje no lo hizo la actual ministra de Defensa, la socialdemócrata Christine Lambrecht. Esa responsabilidad cayó sobre el mismísimo canciller alemán, el también socialdemócrata Olaf Scholz.
La socialdemócrata Christine Lambrecht es la responsable de poner a punto a un Ejército alemán al que los propios militares describen estos días como “desnudo” por su preocupante estado de revista
— NIUS (@NiusDiario) 6 de marzo de 2022
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En el Bundestag, tres días después del inicio de la guerra, Scholz prometía que ese 2% se alcanzaría en 2024 y, entre tanto, se crearía un fondo especial dotado de 100.000 millones de euros para ocuparse del deficiente estado de revista que había caracterizado al Ejército alemán de un tiempo a estar parte.
En 2014, Papperger dijo adiós a la “ilusión” de que en Occidente siempre habrá paz
Iniciada la guerra, no se puede decir que a Papperger le faltara tiempo en comunicarse con el Ejecutivo teutón. Al oír las intenciones de Scholz, Papperger ofreció 42.000 millones de euros en ventas para rearmar a su país.
Llevo años hablando del infraequipamiento de nuestro ejército: tenemos muy pocas armas, muy pocos vehículos y muy poca munición, ha dicho Papperger al mensual Cicero.
Quienes se han acercado a él estos días saben que desde marzo ha estado en contacto con los ministerios de Defensa y de Asuntos Exteriores para poder colocar productos que, por lo visto, estaban a la espera de encontrar comprador.
A diferencia de la gran mayoría del establishment el 24 de febrero, Papperger no se mostró sorprendido por dicha evolución de la hostil actividad rusa fuera de sus fronteras.
Según explicaba en 2017 el presidente de Rheinmetall, desde que Rusia ocupó Crimea el ya era de los que veía una “ilusión” eso de que “en Occidente tendremos paz para siempre”. Para él, esa constatación debiera resultar especialmente difícil de llevar hasta ahora porque sabía de las malas condiciones en las que se encontraba el Ejército alemán.
Lo que hay en los depósitos de armas da para un par de días en llegar el caso de tener que defendernos.
“Llevo años hablando del infraequipamiento de nuestro ejército: tenemos muy pocas armas, muy pocos vehículos y muy poca munición”, ha dicho Papperger en declaraciones a la edición de mayo del mensual Cicero. “Lo que hay en los depósitos de armas da para un par de días en llegar el caso de tener que defendernos”, según las cuentas que hace el presidente de Rheinmetall.
El “hombre que arma a Alemania”
Por suerte para él y su empresa, Scholz se sacaba en febrero de la chistera el fondo especial de 100.000 millones de euros con los que tratar los aspectos más urgentes de la defensa alemana. En este contexto, a Papperger lo han pasado a llamar “el hombre que arma a Alemania”, según se ha referido a él el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Concretamente, Rheinmetall dice que puede entregar relativamente rápido productos como munición, tanques Leopard-2AX, blindados modelo Boxer y Puma además de camiones militares. Sistemas como esos también aspiran ahora a viajar hasta Ucrania en apoyo de la resistencia de Kiev ante la agresión rusa y de los separatistas del este ucraniano. Rheinmetall espera a la luz verde que ya han recibido los Gepard que fabrica Krauss-Maffei Wegmann.
Entre los negocios de Rheinmetall también figura la automoción. Sin embargo, el contexto actual de rearme alemán invita a pensar que sean las armas las que más pesen en los negocios de Papperger y compañía.
No en vano, de acuerdo con los datos del primer trimestre del presente ejercicio que presentaba la empresa la semana pasada en su sede de Düsseldorf, las comandas que había recibido la firma en concepto de munición y artillería totalizaban 1.100 millones de euros. Ese montante es cinco veces mayor que el valor de los pedidos de munición y artillería que recibió Rheinmetall en 2021, según el análisis que hacía a principios de esta semana el diario económico Handelsblatt.
Un volumen de negocio que ven al alza entre un 15% y un 20%
Un crecimiento así invita a pensar que Papperger no tenga que lamentar excesivamente los problemas que está experimentado su empresa – como tantas otras del sector de la industria del automóvil – debido a la escasez de componentes. Es más, en la empresa, que cuenta con unos 24.000 empleados y presencia en una decena de países de tres continentes, aspiran a que su volumen de negocio crezca este año entre un 15% y un 20%.
En bolsa, las acciones de Rheinmetall pasaron de costar 100 euros la unidad el día que estalló la guerra a 156,60 euros el título tras la reacción de Scholz en el Bundestag. En el momento de escribir estas líneas la acción de Rheinmetall se pagaba a 180,05 euros.
No ha debido errar del todo el tiro empresarial Papperger cuando ahora su empresa aspira a conseguir resultados tan positivos de la mano de un negocio armamentístico que en 2013 algunos veían “bueno pero demasiado pequeño”. Así aludían al sector de la defensa de Rheinmetall en el diario regional Rheinische Post al poco de que Papperger tomara las riendas del consorcio.
No parece que esa afirmación siga vigente. El negocio armamentístico de Papperger se encuentra en expansión en vista de las necesidades generadas en Alemania y en Europa por culpa de la ilegal agresión militar de Rusia contra Ucrania.