La avalancha de ayuda a Ucrania puede desbordar su capacidad de gestión: "Lo mejor es donar dinero"

Según ACNUR ya hay más de 2.5 millones de refugiados ucranianos y 2 millones de desplazados internos
La donación en especie no es la ayuda más eficaz, explican desde Save the Children
"La solidaridad está siendo impresionante, ahora solo hace falta que sea duradera", dice María Jesús Vega
"La gente se está volcando, es impresionante". María Jesús Vega nunca había visto tanta solidaridad y eso que lleva tres décadas trabajando en ACNUR. La portavoz en España de la Agencia de la ONU para los Refugiados no recuerda una movilización similar desde la guerra de los Balcanes y esta, asegura, la supera.
Todavía no maneja los números exactos, pero "esta es la crisis que más fondos está recibiendo", explica María Jesús. "Es normal", la ciudadanía quiere ayudar a la población ucraniana, "es lógico" que surja el impulso de hacer algo al ver lo que está ocurriendo. Ya hay más de dos millones y medio de refugiados y más de dos millones de desplazados internos, según la agencia de Naciones Unidas, aunque las organizaciones humanitarias advierten: esta ola de ayuda puede desbordar la capacidad de gestión de la misma y dar pie a que todo lo donado se convierta al final en un problema. En algunos puntos de la frontera con Ucrania se ha llegado a acumular tal cantidad de enseres que ni cabían en las carpas.
El número de refugiados de #Ucrania ha alcanzado hoy los 2,5 millones.
— ACNUR España (@ACNURspain) 11 de marzo de 2022
También calculamos que unos 2 millones de personas están desplazadas dentro de Ucrania.
Millones de personas obligadas a abandonar sus hogares por esta guerra sin sentido.
👉https://t.co/lZsb1HcglE https://t.co/sgT5rCWUFP
Cada uno ayuda como puede
Mariya, por ejemplo, una ucraniana que lleva diez años en España como empleada de hogar, recoge ropa en las casas donde trabaja para ayudar a su país. Cada uno hace lo que puede, empujado por la impotencia que da la distancia. Olga, universitaria que lleva desde los 11 años en España, colabora desde el 24 de febrero, desde el mismo día en que Putin decidió invadir su país, como voluntaria en una organización de ayuda a su país natal. Olga es el primer eslabón, se encarga de informar cómo se puede colaborar, para que, finalmente, los camiones lleguen hasta la frontera y, una vez allí, la ayuda sea trasladada sorteando la guerra.
Toda esto está muy bien y es comprensible que las personas intenten hacer todo lo posible, máxime si tienen familia allí, considera la portavoz de ACNUR, pero "hay que gestionarlo bien, canalizando la ayuda adecuadamente, teniendo en cuenta que los traslados a 3.000 kilómetros son carísimos, que luego hay que tener un sitio donde almacenarlo y que, posiblemente, la idea que se te ha ocurrido a ti la estén poniendo en práctica también en otra región española o en otro país, por eso es importante coordinarse", explica la portavoz de ACNUR.
Esta mañana 9:30 empezamos a descargar el material humanitario en Medyka (Polonia),en un centro logístico donde lo clasifican y lo preparan para su distribución. De ahí la caravana se dirigió a un centro comercial cercano adaptado como centro de refugiados#cpba 🇪🇸🇺🇦🚒❤️ pic.twitter.com/iTqZBsmaFb
— Consorcio Bomberos Alicante (@BomberosDipuALC) 10 de marzo de 2022
Mejor dinero que donaciones en especie
De hecho, hace días que instituciones como el Ayuntamiento de Madrid hizo un llamamiento a la ciudadanía para que en vez de mandar comida, ropa, medicamentos o mantas, se enviara dinero. "La donación en especie no es la ayuda más eficaz en situaciones como las actuales", coincide Vicente Raimundo, director de acción humanitaria de Save the Children, porque hay que tener en cuenta que la situación cambia rápidamente y no siempre los bienes recolectados en España pueden responder a las necesidades en el terreno.
Bienes como ropa o alimentos, explica Cruz Roja, "son difíciles de clasificar, almacenar y transportar, y con demasiada frecuencia se dejan sin usar", lo que puede provocar que el esfuerzo de las personas que quieren ayudar "sea en vano". Lo mejor es donar dinero, reitera la asociación. Más allá de la logística y del coste del transporte, hay que pensar que "si yo compro esa manta en el pequeño pueblo que está pegado a la frontera o la compro dentro de Ucrania, que dentro del oeste todavía es posible, estoy haciendo una ayuda doble y más eficaz", explica Vicente Raimundo a NIUS. "Es mejor donar económicamente y que las organizaciones que estamos allí trabajando compremos lo que se necesita y hacer esa distribución de la mejor forma posible", insiste María Jesús Vega, porque además de mantas o de sacos de dormir, dar una tarjeta con dinero para que la gente compre lo que necesite "también es una forma digna de ayudar".
Las familias refugiadas de #Ucrania ya están recibiendo ayuda en efectivo en #Polonia
— ACNUR España (@ACNURspain) 11 de marzo de 2022
Este tipo de ayuda ofrece a los refugiados la dignidad de poder establecer sus prioridades para satisfacer sus necesidades, al tiempo que se apoya a las empresas localeshttps://t.co/XkTsjRA7Qj pic.twitter.com/g6GcfF5ufb
"Nuestro llamamiento es apoyar económicamente y que cada uno ayude como pueda", explica la portavoz de ACNUR, y que si alguien decide llevar a cabo cualquier acción lo haga "de forma coordinada con las autoridades de aquí y con las que van a recepcionar, almacenar y distribuir los productos, de forma que no se acumulen montañas de enseres". Porque todo el mundo puede aportar o hacer algo, pero hay que saber en qué momento y de qué manera", precisa María Jesús Vega. La solidaridad está siendo impresionante, asegura la experta, ahora solo hace falta que esta sea duradera.