Un ayuntamiento belga paga 1,65 millones de euros a un vecino para que deje de quejarse

El agraciado había ganado cinco juicios denunciando el mal estado de las carreteras.
Un belga ha demostrado que cualquiera con tiempo y ganas puede hacerse millonario…por pesado. Es una de esas historias que aparecen de vez en cuando en los medios belgas y ante las que cualquier observador se frotaría dos veces los ojos. Otra ‘belgada’, surrealista como Magritte.
La historia empieza en septiembre de 2014. En esa época, Marc Van Damme (no se le conoce parentesco con el actor propenso a dar patadas voladoras), residente en la localidad de Holsbeek, en Flandes, decide denunciar a su Ayuntamiento por el mal estado de las carreteras. Los jueces le dan la razón y obligan a la Administración local a reparar los desperfectos.
Ahí empieza una carrera de denuncias, ahora contra el Ayuntamiento de Aarschot, una localidad vecina. Van Damme gana otros cuatro juicios y los jueces obligan siempre al Ayuntamiento a ejecutar una serie de trabajos de reparación.
En el último proceso los jueces añaden una indemnización de 1,38 millones de euros a favor de Van Damme, que exige que esa cantidad suba hasta los 4,7 millones. El Ayuntamiento, harto, decide negociar con el abogado del denunciante y pacta una indemnización de 1,65 millones de euros.
Niet meer van deze tijd? Misschien is het net de toekomst...
— Brecht D'Hoore (@BrechtDH) January 24, 2020
Aarschot betaalt activist trage wegen 1,6 miljoen euro https://t.co/evirTHPyzH via @destandaard
A cambio, según el abogado de la Administración local, Van Damme no volverá a denunciar al Ayuntamiento y este se compromete a hacer trabajos de reparación de las calles y carreteras de su jurisdicción antes del próximo verano.
Van Damme apunta ahora más alto. Su última denuncia llegó al Tribunal de Apelaciones de Bruselas. El abogado del Ayuntamiento de Aarschot cree que los jueces no atenderán el recurso a la vista del acuerdo firmado con el Ayuntamiento.
Van Damme perderá probablemente este último pleito, pero en el bolsillo llevará los 1,65 millones que el alcalde de Aarschot decidió pagarle. Para cerrarle la boca.