Bruselas quiere abrir la mina de oro de los datos sanitarios


La Comisión Europea propone centralizar los datos sanitarios de todos los europeos
Investigadores y empresarios tendrían acceso a los datos de 447 millones de personas
El plan es por ahora una propuesta y debe ser aprobada por los gobiernos y el Parlamento Europeo
La Comisión Europea ha presentado su propuesta para crear el “Espacio Europeo de los Datos Sanitarios”. El brazo ejecutivo de la Unión Europea asegura que busca objetivos como mejorar la movilidad de esos datos o facilitar la investigación médica. Pero el plan es sobre todo una apuesta por reforzar a la industria sanitaria privada a cambio de ahorrar dinero a los sistemas de salud pública. Siempre y cuando los gobiernos lo aprueben y después los ciudadanos confíen en el sistema para permitir que la industria sanitaria, incluyendo la farmacéutica y la aseguradora, acceda a sus datos.
El comisario Margaritis Schinas dijo en conferencia de prensa que esta sería “una revolución en la historia médica europea”. Schinas explicó que se trata de que los datos sanitarios de los más de 447 millones de europeos se compartan en una base de datos común y centralizada a la que podrían tener acceso los investigadores. Y también las empresas (farmacéuticas, aseguradoras, de hospitales privados) que pagaran por esos datos. La Comisión Europea entiende que se puede sacar mucho dinero de unos datos que ahora mismo apenas se explotan y que ponerlos a disposición de la industria sanitaria ayudaría a mejorar la investigación.
The 🇪🇺 #HealthData Space will be built on trust.
— Stella Kyriakides (@SKyriakidesEU) 3 de mayo de 2022
With EU data protection rules at the core, citizens will retain complete control of their data.
Industry and researchers will be able to access anonymous health data with permits,
for specific purposes.#EUDigitalHealth pic.twitter.com/11SFyZ9fJZ
El plan es por ahora una propuesta y debe ser aprobada por los gobiernos y el Parlamento Europeo, pero también necesita un intangible más complicado de obtener, el visto bueno de los ciudadanos. Si estos no aceptan que sus datos se compartan toda la idea queda en un castillo de naipes. La propuesta asegura que nadie podrá guardar datos de pacientes si estos no lo aceptan voluntariamente pero que en el nuevo Espacio Europeo de Datos Sanitarios, si el señor Monsieur Toutlemonde lo acepta, se compartirían datos que irían desde los resultados de análisis de sangres, de radiografías a recetas médicas pasando por vacunación o cualquier test médico.
Bruselas asegura que el sistema funcionaría con “puntos de acceso” nacionales y que estos se conectarían a nivel europeo donde se compartirían. Se trata en primer lugar de dinero. La Comisión Europea estima que los sistemas públicos de sanidad ahorrarían en 10 años 5.500 millones de euros o 550 millones de euros al año. Por dar una idea: según los datos de Eurostat, en 2020 el gasto de los 27 Estados miembro de la Unión Europea ascendió a 1,073 billones de euros. El de España de 2020 a más de 80.000 millones. El ahorro sería del 0,05% del gasto europeo en Sanidad.
Además de esa base de datos centralizados se crearía otra, más jugosa. En esa se compartirían los datos de forma anónima y a ella podrían acceder más tipos de empresas. Bruselas estima que se podrían obtener por ahí hasta 25.000 millones de euros al año a nivel europeo, algo más del 2% del gasto sanitario total europeo.
La industria aplaude el plan y considera que tiene un gran potencial para la industria farmacéutica.
La Alianza Europea de Salud Pública (EPHA), una plataforma de ong’s reconocida por el Comité Económico y Social Europeo, cree que podría ayudar a la investigación pero advierte sobre el uso que se pueda terminar dando a esos datos y potenciales fugas de los mismos.