La cadena de droguerías alemana que desafía a Amazon pidiendo más impuestos para Bezos


La cadena de droguerías alemana Roßmann pide que las autoridades actúen con tasas específicas contra los grandes actores del comercio electrónico, especialmente Amazon.
La cadena de droguerías Roßmann es una gran empresa de Alemania. Cuenta con 4.244 filiales en Europa – algo más de la mitad en Alemania. Emplea a unas 56.300 personas en todo el 'viejo continente' y su volumen de negocio se cuenta en miles de millones de euros. Hasta 10.350 millones de euros facturó el año pasado.
Con esos números Roßmann es la segunda cadena de droguerías del país de la canciller Angela Merkel. Sólo le supera dm, firma que facturaba en 2020 hasta 11.500 millones de euros y cuenta con unos 62.600 empleados en toda Europa. Sin embargo, por grande que Roßmann parezca, la empresa que fundara en 1972 Dirk Roßmann tiene un rival muchísimo mayor.
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Se llama Amazon. El gigante estadounidense del comercio electrónico representa muchos de los desafíos a los que se enfrentan compañías como Roßmann.
El fundador de la empresa alemana ya había explicado que firmas como la suya ganan dinero atrayendo consumidores a sus filiales.
“Las grandes marcas hacen que más gente venga a nuestras tiendas. Si tenemos éxito haciendo que estos clientes no sólo se lleven los productos más publicitados, sino que además logramos que se lleven un cepillo, entonces empezamos a ganar dinero”, según describía hace unos años el propio Dirk Roßmann su negocio en una entrevista publicada en el semanario WirtschaftsWoche.
Entonces ya veía el fundador de Roßmann en Amazon la aspiración de ser un actor “todopoderoso”. Las compras en Internet representan una amenaza para la idea de consumidor de Roßmann y compañía. Obviamente, no es lo mismo visitar una filial que comprar desde casa, clics mediante.
Ahora Dirk no lleva las riendas de Roßmann. Lo hace mayormente su hijo, Raoul Roßmann. Pero el discurso de la cadena familiar de droguerías contra el gigante estadounidense del comercio electrónico no ha cambiado.
Esta semana, Raoul Roßmann daba dos página de entrevista al diario económico Handelsblatt para demostrar que, en su progresivo ascenso al poder en la firma alemana, Roßmann-hijo también tiene a Amazon en su punto de mira.
Drogerie-Unternehmer Raoul Roßmann fordert eine Paketsteuer, kritisiert Staatskredite für Galeria – und erklärt seinen „bürokratischen Albtraum“. https://t.co/Oer7Nb2EAN
— Handelsblatt (@handelsblatt) 1 de agosto de 2021
Sabe Raoul Roßmann que su empresa es de esas que si tiene algo que decir, Alemania escucha. Pues bien, en esa entrevista al Handelsblatt, la nueva cara visible de la segunda cadena de droguerías alemanas estaba pidiendo la creación de “barreras para el comercio electrónico, especialmente para los grandes actores como Amazon”.
Más impuestos o un IVA más alto
Esas barreras pueden tomar la forma, según Roßmann, de más impuestos para el comercio electrónico, ya sea a través de tasas específicas o de un IVA más elevado. Es una “solución radical”, según reconoce el propio Raoul Roßmann, que no quiere ser visto como un partidario de alterar el libre mercado.
Lo que quiere el líder de Roßmann, según dan a entender sus explicaciones, no es otra cosa que salvar los centros urbanos de las ciudades. Estas áreas típicamente comerciales, ahora duramente golpeadas por la pandemia, han visto durante la crisis pandémica cómo se ha reducido la cantidad de clientes y viandantes dispuestos a comprar en unos establecimientos afectados por las medidas de higiene.
El virus de la COVID-19, el SARS-CoV-2, en este sentido, ha sido un gran “aliado” del comercio electrónico. Éste no exige mantener distancia de seguridad, entre otras cosas.
Con la pandemia, el consumo en tiendas en línea se ha acelerado de forma preocupante para Roßmann. A su entender, se ha disparado el cambio estructural que se venía operando según el cual las tiendas físicas estaban perdiendo en importancia en beneficio de la venta por Internet.
Una segunda oportunidad para el comercio físico
Con sus impuestos para grandes actores como Amazon, Raoul Roßmann no quiere evitar ese cambio estructural, porque, según dice el directivo de la cadena de droguerías, “eso es imposible”. “Pero abandonar a los centros de las ciudades es un gran error. Tenemos que frenar ese cambio, para dar una oportunidad al comercio de adaptarse a esta evolución”, ha explicado Roßmann.
En Roßmann no dan, por lo visto, suficiente credibilidad a la idea que se está planteando desde la Asociación Alemana de Comerciantes (HDE, por sus siglas alemanas). Esta organización ha pedido ayudas a la política frente al problema que ha presentado el coronavirus a los establecimientos de las zonas comerciales de las ciudades.
Pero en las iniciativas de la HDE Roßmann no ve “soluciones para el salvamento de los centros de las ciudades”. Más que meter dinero de los contribuyentes en esas áreas, el responsable de la cadena de droguerías entiende que sale mejor lastrar con impuestos a grandes del comercio electrónico como Amazon.
La empresa de Jeff Bezos figura en la lista de grandes multinacionales concernidas por el impuesto universal del 15% promovido por el presidente estadounidense Joe Biden y acordado en la última cita del G-7, celebrada el pasado mes de junio en Londres. En este contexto, Roßmann plantea en el debate alemán tomar medidas al margen de ese acuerdo del G-7 que ya amenaza con costar caro a la empresa de Bezos.
Una infructuosa relación Amazon-Roßmann rota en 2019
No parece una mera casualidad que la entrevista de Roßmann con el Handelsblatt se haya publicado a falta de menos de dos meses para las elecciones generales alemanas, previstas para el próximo 26 de septiembre. No ha de escapársele a Roßmann que ahora puede ser buen momento para inspirar a los partidos que compiten por el poder en suelo germano.
Pero más allá de la influencia sobre los políticos, en Roßmann tienen otra importante tarea pendiente: el comercio electrónico. Cierto es que la cadena de droguerías está presente en TikTok, Facebook y el resto de redes sociales. Pero ese área de negocio representa menos del 10% de su volumen de ventas.
En su momento, también los Roßmann firmaron un acuerdo con Amazon que acabó siendo un fiasco para la firma germana. Después de dos años de cooperación, Roßmann y Amazon partieron peras en 2019.
“Cuando alguien compra por valor de 100 euros, entonces para nosotros son 10 euros”, acabaría explicando Raoul Roßmann al WirtschaftsWoche sobre esa separación. Con Amazon, la unión no ha hecho la fuerza para Roßmann.