Los civiles ucranianos resisten la invasión rusa con barricadas, sus cuerpos y el himno

Putin ha subestimado la resistencia de los ucranianos. Es una afirmación que muchos están compartiendo tras una semana de guerra. Y cuesta no pensarlo al ver estas imágenes surrealistas en Energordar, cerca de la mayor central nuclear de Europa y la tercera del mundo.

Los empleados de las instalaciones de Zaporizhia bloquean con camiones los accesos a la planta. Pero no solo los empleados de la central han plantado cara al invasor. Ante el peligro de que los rusos la tomen, son los propios ciudadanos los que han salido a la calle.

Más de un centenar de personas bloquea el paso. Desarmados, sólo con sus banderas, consignas... y barricadas. Sacos de arena, neumáticos, pinchos... todo obstáculo es poco para evitar la entrada de las tropas que ya se ven a lo lejos.

Una actitud de resistencia que se repite en otros muchos puntos del país y deja imágenes desproporcionadas. Como la de un ucraniano, solo, en mitad de una plaza, ondeando dos banderas del país frente a una línea de tanques rusos. Un diminuto David contra un gigantesco Goliat.

Y por increíble que parezca, a veces funciona. En diferentes puntos del país los ciudadanos de a pie que están logrando que el convoy ruso dé media vuelta. En Konotop se oyen cántico de gloria a Ucrania así como el himno ante los soldados de Putin.

Esta población al norte del país recibió un ultimátum, según cuenta su alcalde. "O nos rendimos o nos arrasarán con su artillería", traslada en un discurso a sus ciudadanos. Irónicamente, los representantes rusos llegaron con granadas en la mano para realizar su amenaza, por temor a un linchamiento de estos.

Así atravesaron la marea la humana, que, a pesar de la intimidación, sigue dispuesta a seguir plantando cara. Kiev ya cifra en más de 2.000 las bajas civiles por el conflicto.