Lo que hay que saber del 'Megxit': la ruptura de Meghan y Harry con la familia real británica


La pareja ha anunciado esta semana en las redes sociales su independencia
Meghan Markle ha regresado a Canadá con su hijo tras estallar la crisis
Reino Unido ha acuñado un nuevo término tras el Brexit, el Megxit. Así es como algunos tabloides británicos han bautizado a la ruptura de Meghan Markle, de 38 años, y el príncipe Harry, de 35, con el resto de la familia real.
La propia pareja fue la encargada de comunicar la noticia en su cuenta de Instagram el pasado miércoles, nada más regresar a Londres tras pasar varias semanas en Canadá. En el comunicado anunciaban su independencia: abandonan sus funciones reales, se van a vivir fuera y serán económicamente independientes.
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¿Dónde van a vivir?
Probablemente en Canadá, y Toronto sería la ciudad elegida. Allí disfrutaron de los primeros meses de su romance, antes de que se hiciera público en octubre de 2016. Meghan vivió seis años en esa ciudad; lo que duró el rodaje de la serie Suits. La pareja mantendrá su residencia en Reino Unido. Una de las críticas a la pareja fue que no quisiera vivir en Windsor y optara por remodelar Frogmore Cottage, lo que costó a los contribuyentes británicos casi tres millones de euros. Una residencia que ahora será temporal.
¿De qué van a vivir?
Los duques de Sussex pueden vivir de las rentas. Ambos tienen un importante patrimonio personal. Se estima que el de Harry ronde los 35 millones de euros y Meghan tendría unos cuatro millones y medio de euros. El hijo menor de Diana de Gales heredó una fortuna de su madre y, también, de su bisabuela, la reina madre, según la BBC. La exactriz estadounidense cobraba 50.000 dólares por cada episodio de la serie Suits. Además tenía un blog y diseñaba su propia línea de ropa para una marca canadiense.
La pareja quiere crear una nueva fundación benéfica que, aseguran, se convertirá en una de sus prioridades. Pero es su marca: Sussex Royal, registrada el pasado junio, con la que Meghan y Harry podrían empezar a ganar mucho dinero y construir su propio imperio.
¿De qué vivían hasta ahora?
El año pasado, el primero de Meghan como miembro de la familia real, la pareja recibió de la Corona cinco millones de libras (casi seis millones de euros) para sus gastos, según la BBC. El 95% se ese dinero procede de los ingresos del príncipe Carlos del ducado de Cornualles, de sus inversiones inmobiliarias y financieras (el año pasado recaudó casi 25 millones de euros). El otro 5% de los ingresos de los duques de Sussex proviene de una subvención que el Gobierno da a la familia real para cubrir los gastos de representación oficial.
En su página web sussexroyal.com, Harry y Meghan señalan que renunciarán a ese 5% que reciben del Gobierno, pero no está claro qué harán con el resto de la financiación.

¿Quién pagará su seguridad?
Mientras estén en Reino Unido, la seguridad del duque y la duquesa de Sussex correrá a cargo, como hasta ahora, de Scotland Yard. Según el Daily Mail, los seis guardaespaldas que protegen a la pareja y a su hijo Archie, de ocho meses, cuestan al erario público algo más de un millón de euros anuales: 600.000 euros en salarios y 400.000 euros en vuelos, alojamiento, gastos y horas extras. Si están en el extranjero, como ha ocurrido durante sus vacaciones de Navidad en Vancouver (Canadá), cuentan con seguridad proporcionada por el Gobierno canadiense, que pagan los contribuyentes de ese país.
¿Afecta al título nobiliario o a la línea de sucesión?
No. No hay ninguna sugerencia de que el duque y la duquesa de Sussex deseen renunciar a sus títulos. Harry es el sexto en la línea de sucesión al trono británico por detrás de su padre, el príncipe Carlos, su hermano, el príncipe Guillermo y sus tres sobrinos. Se necesitaría una ley del Parlamento británico para eliminar a una persona de la línea de sucesión. Archie no tiene título, esa fue la decisión de sus padres cuando nació. Es, simplemente, Archie Harrison Mountbatten-Windsor.
¿Buckingham estaba al tanto de la decisión?
No. El Palacio de Buckingham no fue informado de antemano del anuncio que hicieron el miércoles y que pilló por sorpresa a la reina Isabel II, abuela del duque de Sussex, según la BBC. La familia real está "dolida" por el anuncio, si bien desde Buckingham han matizado que aún no se ha aclarado el futuro papel del príncipe Enrique y lo han zanjado con un "es un tema complicado".
¿Cómo han llegado a esta situación?
La presión mediática ha sido clave en la decisión de los duques de Sussex. Hace tres meses, Meghan Markle demandó al Mail on Sunday después de que este medio publicara una carta manuscrita que envió a su padre, con el que no tiene ninguna relación. En un comunicado, el príncipe Enrique denunció que su esposa "se ha convertido en una de las últimas víctimas de los tabloides británicos, que llevan a cabo campañas contra individuos sin pensar en las consecuencias" y que su mayor temor "es que la historia se repita", en referencia a la muerte de su madre, la princesa Diana de Gales, fallecida el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico en París perseguida por unos papparazzi.