Coalición de izquierdas en la era post-Merkel, el escenario que más temen los conservadores alemanes


Los cristianodemócratas germanos, cuyo aspirante Armin Laschet va de mal en peor en las encuestas, alertan del “caos” que traería una mayoría de izquierdas en el Bundestag tras las elecciones generales del 26 de septiembre.
“Los ciudadanos esperan saber, en vista de los resultados de las elecciones que ahora se pronostican, si usted se dejará elegir como canciller por Die Linke, ¿sí o no?”.
Ese fue uno de los momentos más intensos del primer y reciente debate antes de las elecciones generales del 26 de septiembre. Hablaba el aspirante a canciller conservador, Armin Laschet, dirigiéndose a su rival socialdemócrata, Olaf Scholz, en presencia de la también candidata a situarse en el despacho de Merkel, la ecologista Annalena Baerbock.
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Ante su pregunta, Scholz echaba valones fuera. “Es una cuestión de principios. Y evidentemente quienes no respetan esos principios tienen un problema. Pero son los electores quienes eligen a un canciller cuando depositan su voto”, respondía el aspirante del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). En el debate, se escuchaba a Baerbock distanciarse más de Die Linke evocando cuestiones de “política exterior”.
Compuesto mayormente por poscomunistas salidos de los tiempos de la extinta República Democrática de Alemania (RDA) y de lo que antes era el ala más izquierdista del SPD, no hay partido más a la izquierda que Die Linke. En su agenda – entre las que figuran subidas de impuestos prácticamente a diestro y siniestro – destaca su compromiso con disolver la OTAN.
Schindler, secretario general de Die Linke, en @NiusDiario , sobre cómo a Alemania le conviene que España e Italia impulsen su economía y cómo su partido puede llegar al poder tras las elecciones generales de septiembre. https://t.co/G9v4jaLd1o.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 13 de mayo de 2021
Una encuesta realizada inmediatamente después del debate daba como “ganador” a Scholz. El mismo domingo del debate, el instituto para la demoscopia Forsa preguntaba a 2.500 telespectadores del debate y sacaba en claro que un 36% de los sondeados consideraba “ganador” al socialdemócrata. Para un 30% salió vencedora Baerbock y según un 25% Laschet quedó como triunfador.
Según las últimas encuestas de intención de voto, Scholz no puede hoy por hoy ser canciller con una mayoría de izquierdas en el Bundestag. El SPD, que se está distanciando de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel y Laschet, cuenta por ahora con hasta un 25% de la intención de voto, según los sondeos más halagüeños para Scholz y compañía. Sin embargo, a Los Verdes se les ve con un 16,5% ó 17%, mientras que a Die Linke están entre el 6% y el 7%.
Un centro fuerte con la CDU vs. “caos” de la izquierda
Para los expertos, la coalición de izquierdas es el escenario post-electoral menos probable. Sin embargo, el escenario de la coalición de izquierdas preocupa entre los conservadores germanos. Éstos, no hace tanto tiempo atrás, veían como “improbable” que Laschet no heredara el despacho de la Cancillería Federal que hoy ocupa Merkel.
Jürgen Hardt: “Es muy improbable un próximo Gobierno alemán sin la CDU y sin Armin Laschet como canciller” https://t.co/JJEnmffEPi a través de @NiusDiario
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 20 de junio de 2021
Ahora, ante la posibilidad de que Scholz lidere una coalición de izquierdas, en la CDU y la Unión Social Cristiano de Baviera (CSU), partido hermanado a la formación de Laschet, ya oponen “un centro fuerte” para Alemania ante el “caos de la izquierda”. Así lo dice Alexander Dobrindt, figura destacada de la CSU, en su último vídeo electoral.
En dicho mensaje electoral, Dobrindt trata de meter los dedos en la llaga de las divisiones que hasta no hace tanto marcaron la actualidad de las formaciones de izquierda. Menciona Dobrindt en su video las de Scholz y los presidente de su partido, los socialdemócratas escorados a la izquierda Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans; las de Baerbock y el co-líder de Los Verdes, Robert Habeck, y entre los responsables de la campaña de Die Linke, Janine Wissler y Dietmar Bartsch, y el verso libre de la formación izquierdista, Sahra Wagenknecht.
Jetzt mit Alexander Dobrindt Richtung entscheiden und Linksrutsch verhindern: https://t.co/j3Lpn264OA Am 26. September steht Deutschland vor einer Richtungsentscheidung: Starke Mitte oder linkes Chaos? pic.twitter.com/DQDQjmquUW
— CSU (@CSU) 31 de agosto de 2021
Scholz, el candidato más “merkelesco”
Para Stefan Marshall, politólogo y profesor de la Universidad de Düsseldorf, el gran problema de Laschet es que se ha topado con una realidad que le va a complicar mucho las cosas en las últimas cuatro semanas antes de las elecciones generales.
“Para Laschet, hay problema con Scholz. Porque es el socialdemócrata el que se presenta como el que mejor puede sustituir a Merkel. Tiene un estilo parecido al de Merkel y quiere transmitir esa idea de continuidad.”, dice Marshall a NIUS.
“Scholz dijo en el debate en más de una ocasión eso de que: 'la canciller y yo hemos hecho esto y lo otro...'. Es una prueba de que Scholz está tratando de situarse en esa línea y así aprovechar la popularidad de Merkel. Trata de explotar esa seguridad que da Merkel ante las crisis múltiples del momento, las inundaciones del oeste alemán, la pandemia y Afganistán”, abunda este experto.
Con sus explicaciones coincidía Stefan Braun, corresponsal parlamentario en Berlín del influyente diario muniqués Süddeutsche Zeitung, en su editorial de este martes. A su entender, Scholz es candidato más “merkelesco”
En este contexto, la CDU ha llegado a caer hasta un 20% en recientes encuestas de intención de voto. Es un mínimo histórico para la formación de Laschet y compañía. Mover el espantajo de la coalición entre el SPD, Los Verdes y Die Linke seguramente no será suficiente para mejorar esos valores.
BUNDESTAGSWAHL | Sonntagsfrage INSA/BILD
— Deutschland Wählt (@Wahlen_DE) 30 de agosto de 2021
SPD: 25,0% (+2)
Union: 20,0% (-3)
GRÜNE: 16,5% (-0,5)
FDP: 13,5% (+0,5)
AfD: 11,0%
LINKE: 7,0%
Sonstige: 7,0% (+1)
Änderungen zur letzten Umfrage vom 23. August 2021
Verlauf: https://t.co/hsxgiA6QD4#btw #btw21 #BTWahl2021 pic.twitter.com/Cb5DyVkTFF
De ahí que el lunes, ni siquiera 24 horas después del debate en el que una mayoría le vio como perdedor, Laschet tirara de partido para presentar sus renovadas intenciones en la campaña electoral. Presentaba así en la sede de la CDU un plan para mejorar la percepción de los conservadores en materia de política medioambiental.
“Un turbo para las renovables”, se llama el documento con el que la CDU quiere ahora situarse del lado de las empresas y la innovación tecnológica en busca de soluciones en materia energética. “Nos situamos a favor de las innovaciones y los mecanismos de la economía de mercado y no en prohibiciones como el SPD y Los Verdes”, señalaba Laschet a cuenta de su iniciativa.
La ofensiva de un Laschet “herido”
En las intenciones de Laschet también figura poner el foco antes de las elecciones en los siguientes temas: “modernización digital y economía”, “aligerar a la clase media”, “fortalecer el centro económico” y la “seguridad y la defensa”. A Laschet, los observadores lo ven, desde el debate, a la “ofensiva”.
Pero está por aclarar si esa agresividad política se debe a que está contra la espada y la pared o porque se dispone a esprintar en la campaña para recuperar el espacio político perdido por méritos propios y ajenos. En la Universidad de Düsseldorf, Marshall entiende que Laschet está más bien en la primera de esas situaciones.
“Laschet ha entrado en una una dinámica dramática. Tuvo una primera dificultad: la batalla por la presidencia de la CDU. Hubo entonces una competencia muy fuerte. Laschet fue elegido pero eso no implicó que se despejaran las dudas sobre si él era el mejor candidato a canciller”, explica Marshall.
“Luego, aunque también ganó, las mismas preguntas salieron a la superficie en su victoria sobre Markus Söder para ser el candidato a canciller conservador. Laschet ganó, pero se provocaron unas heridas en su perfil político y aún no está recuperado”, concluye.