La Comisión Europea estudia pagar a Hungría para que acepte el embargo petrolero a Rusia


Los embajadores de los 27 se reúnen desde la mañana de este miércoles para intentar avanzar en el bloqueo húngaro que atrasa la puesta en marcha del sexto paquete de sanciones
El Gobierno húngaro sigue siendo el gran obstáculo para que la Unión Europea apruebe su sexto paquete de sanciones a Rusia, el que incluye la prohibición gradual de comprar crudo ruso y sus derivados, además de la expulsión de Swift del Sberbank, el mayor banco ruso con el 37% de su mercado.
Hungría se niega y asegura que la propuesta sobre la mesa es una “bomba atómica económica”. El Gobierno del primer ministro Viktor Orban asegura que su dependencia energética de Rusia no tiene alternativas y que cerrar esos grifos pondría en peligro la seguridad energética del país.
Orban tiene en parte razón (no tiene conexiones energéticas más allá de las que conectan a Hungría con Rusia a través de Ucrania) pero la Comisión Europea, en su borrador de sanciones, había previsto un período mayor que al resto de países, de hasta dos años en el caso húngaro, para dejar de comprar petróleo ruso y buscar alternativas.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, viajó la noche del lunes de urgencia a Budapest para convencer a Orban pero volvió a Bruselas con “progresos”, pero sin la luz verde del húngaro.
Tras la reunión en Budapest Von der Leyen debía haber organizado este martes una videoconferencia con los jefes de Gobierno de los países vecinos de Hungría pero desistió porque Orban no daba señales de ceder. La Comisión Europea aseguraba la tarde del martes que se haría esa videoconferencia cuando tuviera sentido. El presidente francés Emmanuel Macron (Francia ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE) también llamó a Orban pero no consiguió hacerle ceder.
Earlier today, PM Orbán spoke with @EmmanuelMacron on the phone. The two leaders discussed to the future of Europe's energy security.
— Zoltan Kovacs (@zoltanspox) 10 de mayo de 2022
Así que en el brazo ejecutivo de la Unión Europea se estudia ahora ir un poco más allá y financiar ya con fondos europeos la diversificación energética húngara.
La Comisión Europea debe presentar (en principio el próximo miércoles 18) su estrategia energética para que el bloque deje de depender de Rusia. También otras propuestas como aumentar de 32% a 40% el uso de energías renovables de aquí a 2030 (España ya cumple).
En esa “RePower Europe” se podría incluir ya, esperan en el entorno de Von der Leyen, conexiones energéticas para Hungría hacia por ejemplo el Mar Adriático a través de Croacia o hacia Austria, que está conectada con Italia. Budapest ya está conectado con la costa croata (por el puerto de Rijeka) con un oleoducto (Adria Oil) que en principio sAdria Oil)ervía para encaminar el petróleo ruso hasta Croacia y que podría invertirse pero cuya capacidad sería insuficiente.
Eslovaquia, que tiene los mismos problemas de aislamiento energético que Hungría, recibiría un tratamiento similar. También se daría a Hungría y Eslovaquia hasta dos años y medio (hasta finales de 2024) para dejar de comprar petróleo ruso. Chequia tendría hasta junio de 2024.
La Comisión Europea podría cansarse de la actitud de Orban (es el más fiel aliado del presidente Vladimir Putin en Europa) y simplemente abandonar el embargo petrolero como sanción. Los otros 26 podrían anunciar que dejan de comprar petróleo ruso, pero Bruselas cree esencial mantener la unidad de los 27 en este asunto porque las sanciones se renuevan cada año por unanimidad.
Los embajadores de los 27 se reúnen desde la mañana de este miércoles para intentar avanzar en el bloqueo húngaro que atrasa la puesta en marcha del sexto paquete de sanciones. Mientras tanto, algunos gobiernos han ido consiguiendo excepciones. Fuentes comunitarias cuentan que la prohibición de comerciar petróleo ruso a terceros países ya no está en el paquete, para alegría de las navieras griegas y maltesas.