Conte se salva en el Parlamento, pero gobernará Italia en minoría

El primer ministro logra una mayoría simple en el Senado
El Gobierno quedará en una posición de debilidad y Conte deberá reformar el gabinete
La crisis de Gobierno no termina aquí. Una semana después de que el ex primer ministro Matteo Renzi le retirara su apoyo al Ejecutivo, Giuseppe Conte ha conseguido sacar adelante sendas mociones de confianza en el Parlamento. Los votos obtenidos en el Senado, sin embargo, sólo le conceden una mayoría simple. Conte logra esquivar la guadaña, pero tendrá que gobernar en minoría. Y esto quiere decir que a este final le sucederán todavía varios epílogos.
El número mágico en la Cámara alta se situaba en 161 escaños. El primer ministro lo rozó, consiguió 156, pero no logró alcanzar ese umbral que le hubiera otorgado una victoria moral ante el órdago de Renzi. Conte mantiene el cargo, eso sí. Pero su ejercicio del poder quedará supeditado a un puñado de senadores dispersos, a quienes pidió el voto en estos dos días de forma casi desesperada, y al propio Renzi. El final de la votación fue esperpéntico, ya que hizo falta revisar en vídeo durante media hora si dos senadores habían votado en hora. El VAR les dio la razón y los votos fueron para el 'premier'.
La abstención de Italia Viva, el partido del político florentino, le da a Conte una vida extra. Tampoco Renzi puede erigirse como vencedor de la partida, pues no ha encontrado el apoyo que buscaba entre el resto de fuerzas para desbancar al primer ministro, pero al menos no sale herido de muerte de esta crisis. Con un Gobierno en minoría, los votos de Italia Viva seguirán siendo fundamentales para el devenir del Ejecutivo y eso le permite a su líder conservar un as en la manga.
Si esta crisis se entendiera como un duelo entre ambos, la partida podría declararse nula. Aunque los políticos siempre encuentran motivos para salir todos ganando y así lo expresarán. Cierto es que Conte tenía mucho más que perder y ha conseguido sobreponerse. Aún así, antes o después deberá afrontar una remodelación del gabinete y ahí retornará el debate sobre si es pertinente dimitir o no antes de conformar un nuevo Gobierno. La palabra pasará entonces al presidente de la República, Sergio Mattarella, que hasta ahora se ha mostrado favorable a abrir una crisis formal y sentar las bases de un gabinete estable.
Una remodelación pendiente
Los actuales socios, el socialdemócrata Partido Democrático (PD) y el Movimiento 5 Estrellas, sustentarán al primer ministro. Probablemente el PD obtenga un mayor peso en el nuevo equipo, fruto de su mayor influencia y de unas mayores expectativas que sus aliados en las encuestas, pero el vacío dejado por Italia Viva lo debería ocupar alguien.
Conte pretende que los nuevos aliados que le han dado su voto, esas “personas voluntariosas” con vocación europeísta a las que apeló, formen un nuevo grupo que podría convertirse en un primer experimento de un movimiento centrista encabezado por él mismo. Pero los compañeros de viaje son pocos y de una procedencia tan dispar que sería complicado defender la creación de algo nuevo sobre la base de unos cuantos tránsfugas.
La intención de Renzi, que siempre maneja un plan B, es continuar influyendo. Aunque Conte parece haberle cerrado la puerta de un nuevo Gobierno, él insiste en dejarla abierta. “Si estáis dispuestos a negociar y hablar de temas y no de poltronas, nosotros estaremos allí”, le dijo Renzi a Conte en el Senado. La intervención del líder de Italia Viva fue lo más reseñable de la maratoniana jornada en la Cámara alta, al margen de la presencia de la senadora vitalicia Liliana Segre, judía superviviente del Holocausto, que a sus 90 años se desplazó hasta Roma para votar a favor de Conte.
Renzi acusa, Conte responde
Al igual que hizo el día anterior la derecha en la oposición, Renzi acusó al primer ministro de sus idas y venidas. “Usted ha sido el presidente que ha firmado el decreto migratorio de Salvini. No puede decir que su agenda es la de Biden, cuando antes decía que su agenda era la de Trump. No puede ir a las Naciones Unidas a defender el soberanismo y ahora presentarse como su alternativa”, afirmó el florentino.
Renzi defendió que el momento de abrir la crisis era “ahora o nunca”, ante quienes sostienen lo contrario. Y argumentó que ante el cambio en Estados Unidos y la vuelta al multilateralismo o la gestión de los fondos de recuperación de la UE, Italia necesita un impulso. Le reprochó a su oponente no haber querido hablar de estos temas y resolver la crisis “enrocándose en el cargo”. “La política no consiste en cambiar las ideas para mantener la poltrona. El Parlamento no puede convertirse en un mercado”, sentenció.
El primer ministro utilizó su turno de réplica para responder, argumentando que su gabinete siempre se ha mostrado dispuesto a negociar. “Yo he defendido vuestras opiniones, pero llegó un momento en el que vosotros cambiasteis de estrategia y lanzasteis un ataque mediático. Podemos decir que eso no es la mejor elección para el país, no es invertir en el futuro”, replicó a Renzi.
Conte, que ya presidió el Gobierno con el M5E y la Liga del ultraderechista Matteo Salvini, actualmente se propone poner en pie el tercer gabinete de la legislatura sin sido elegido en unas elecciones. Desde la oposición ya han comunicado su voluntad de abrir consultas ante el presidente de la República, ya que consideran que la actual mayoría es insostenible.