El coronavirus lastra las aspiraciones de Armin Laschet, uno de los 'favoritos' a presidir la CDU de Merkel


A Armin Laschet ya hay quien le ve fuera de la competición por el liderazgo de la familia conservadora alemana. El presidente de Renania del Norte-Westfalia era uno de los favoritos para presidir la Unión Cristiano Démocrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel.
El SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19, puede tumbar carreras políticas. Visto el ejemplo de Armin Laschet, el presidente de Renania del Norte-Westfalia (oeste), el coronavirus y los desafíos que implica no provocan caídas estrepitosas. Políticamente, este virus parece dejar, poco a poco, fuera de juego.
Laschet era uno de los favoritos a presidir la Unión Cristiano Demócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel. Pero han bastado unos meses de gestión pandémica para que pierda esta etiqueta de favorito. Para darse cuenta de esto, basta mirar resultados de la encuesta que presentaba a principios de esta semana el diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung.
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En un sondeo para ese periódico realizado por el Instituto Allensbach con medio millar de personas influyentes salidas del ámbito económico, político y de la administración, sólo un 34% pensaba que Laschet ha realizado “un buen trabajo” frente al coronavirus. En ese sondeo, el 65% de los entrevistados opinaba que su gestión no ha sido buena.
La CDU está en busca de nuevo presidente y tiene previsto designar un nuevo líder en su congreso de diciembre. En esa cita también ha de aclararse la identidad del candidato conservador a canciller.
El nombre de Laschet ha dejado de sonar como serio aspirante. “Lo tiene muy difícil. No ha rendido como gestor de crisis”, dice a NIUS Andrea Römmele, profesora de la prestigiosa Hertie School of Governance de Berlín.
El pasado mes de febrero, Laschet presentaba su candidatura a presidir la CDU como la de un aspirante centrista. Su perfil estaba alejado del más 'derechista' Friedrich Merz y era a todas luces más relevante que el de Norbert Röttgen, político y también paisano de Renania del Norte-Westfalia del que se espera un papel irrelevante en la campaña por el liderazgo del partido.
La CDU es, desde que comenzó la pandemia, el partido al que los sondeos ven como claro ganador en las próximas elecciones generales. Éstas se celebrarán, según lo previsto, en 2021. A la CDU se le atribuye casi un 40% de la intención de voto. Está muy por delante de Los Verdes (20%) y del Partido Socialdemócrata de Alemania (15%).
Según explicaba Laschet el día de la presentación de su candidatura, Merz quiere ganarse el apoyo de los votantes de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). “Eso es algo deseable, pero la competición política también tiene lugar en el centro”, decía el 'centrista' Laschet. A su lado estaba Jens Spahn, ministro de Sanidad y co-aspirante en la candidatura del presidente de Renania del Norte-Westfalia.
Ahora, pandemia mediante, estos hombres guardan las distancias. Lo hacen, presumiblemente, por deseo de Spahn. Él es ahora uno de los políticos más valorados del país.
Sin lugar entre los más apreciados
En la citada encuesta del Frankfurter Allgemeine Zeitung, el 81% de los participantes consideraba que el ministro estaba haciendo un buen trabajo frente a la COVID-19. Por encima de él sólo figuraban Merkel (91%) y el vicecanciller alemán y también ministro de Hacienda, el socialdemócrata Olaf Scholz (82%).
En su gestión de la crisis del coronavirus, Laschet se ha forjado una imagen de político que ponía los acentos en la necesidad de abandonar cuanto antes las medidas más duras de distanciamiento social frente a la COVID-19. Su idea es posibilitar así una pronta vuelta de la actividad económica.
A su Land le va mucho en ello. Renania del Norte-Westfalia es el estado federado más poblado de Alemania. Cuenta casi 18 millones de personas. El PIB de su Lands.
El pasado mes, un brote en un matadero de la empresa Tönnies situado en Renania del Norte-Westfalia con unos 2.000 casos positivos de COVID-19 obligó a que se tomaran duras medidas de distanciamiento social en el área de las instalaciones de la firma cárnica. Hubo 650.000 personas afectadas por las privaciones de libertad impuestas.
De “relajador” a “confinador”
Entonces, de “relajador” de las medidas frente al coronavirus, Laschet pasó a ser, muy a pesar de sí mismo, un “confinador”. Esta situación no le ha sentado nada bien y tampoco a su 'equipo' para conquistar el poder en la CDU.
“Jens Spahn se ha distanciado públicamente algo de Laschet. Al principio eran un equipo, pero ahora eso es una gran cuestión que está por resolver”, señala Römmele desde la Hertie School of Governance. Ese mismo interrogante lo formulaba estos días el semanario Die Zeit poniendo bajo una foto de Laschet: “¿Y qué será de él ahora?”.
La pregunta gana relevancia porque esta semana ya comienzan a airearse opiniones dentro de la CDU según las cuales Spahn sería, por sí solo, mejor candidato que Laschet. La más notoria de esas opiniones es la del diputado conservador en el Bundestag Michael Hennrich.
Él ha invitado a pasar página a Laschet, Merz y compañía en unas declaraciones a los diarios Stuttgarter Zeitung y Stuttgarter Nachrichten. “Deberían reflexionar este verano y considerar si pueden de verdad dar el impulso que necesita el partido o si dejan el camino libre para un cambio generacional”, según Hennrich.
Con 40 años, Spahn es tres lustros más joven que Röttgen, el menor de los tres candidatos a presidir la CDU. Esa juventud, sin embargo, juega en contra de Spahn, que no se ha desvinculado del todo de Laschet. Aún se dejan ver juntos de cuando en cuando en el marco de su 'conquista en equipo’ de la dirección de la CDU. Pero a nadie se le escapa que las carreras de ambos podrían tomar caminos muy diferentes próximamente.
Laschet, un político “muy debilitado”
A Spahn, de hecho, se le ve al frente de la CDU pero dejando la próxima candidatura conservadora a canciller a Markus Söder, el presidente de Baviera. Söder mantiene que quiere seguir como gestor en el rico Land del sur germano, aunque se deja querer por los titulares de la crónica política.
“Markus el grande”, titulaba el semanario Der Spiegel en su número de la penúltima semana de julio en un artículo sobre las posibilidades de Söder de ser el próximo canciller alemán. “Söder lo ha hecho muy bien hasta ahora en la gestión de la crisis, con un estilo muy diferente [al de Laschet, ndlr.]”, recuerda Römmele, la profesora de la Hertie School of Governance.
Söder nunca dejó de mostrarse cauto por mucho que en su Land también se lleven semanas de “nueva normalidad”. “Si Söder quiere ser candidato a canciller, sólo podrá hacerlo con Spahn como presidente de la CDU. Si Laschet o Merz llegan a la presidencia de la CDU, la candidatura a canciller sería para ellos”, abunda Römmele.
Si Laschet no está ya fuera de la ecuación que resolverá la identidad del próximo líder de la CDU, el perfil del “relajador” alemán ante la pandemia parece agotado, especialmente ahora que se teme una segunda ola de contagios de COVID-19. “Laschet está muy debilitado”, concluye Römmele.