El coronavirus para los pies a Markus Söder, el bávaro al que ven como candidato a canciller conservador


No son pocos los que ven al presidente de Baviera y líder de la Unión Socialcristiana bávara (CSU), Markus Söder, como candidato a canciller conservador en las próximas elecciones generales. Eso sí, primero ha de salir airoso de la gran crisis que le ha supuesto el coronavirus.
Markus Söder ya figura en muchas quinielas políticas como candidato a canciller conservador para las elecciones generales alemanas del año próximo. Pero al presidente de Baviera y líder la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Angela Merkel, el coronavirus le acaba de cambiar los planes
La semana pasada, Söder tenía previsto visitar el Land de Schleswig-Holstein (norte alemán), un lugar fotogénico del que el bávaro podía esperar bonitos posados y tiempo mediático a su favor. Sin embargo, la semana pasada, el coronavirus desataba una tormenta sanitaria y política en Baviera de consecuencias aún inciertas.
Söder, que ha querido erigirse como un gestor ejemplar entre los presidentes regionales alemanes, se empezaba a enfrentar entonces a un “molesto contratiempo”. Esos eran, al menos, sus propios términos. Sus rivales políticos hablan, sin embargo, de “fracaso”, “fiasco” o “debacle”.
Sea como fuere, la ministra de Sanidad de Söder, Melanie Huml, reconocía el pasado miércoles que en Baviera había 44.000 resultados de test recientes de coronavirus sin comunicar. Entre ellos unos 900 positivos. Al parecer, lo que más explica esta situación es que el tratamiento de los datos de las personas que se sometieron a las pruebas no fuera digital al cien por cien.
Huml presentaría su dimisión hasta en dos ocasiones la semana pasada. Söder las rechazaría, cancelaría su visita a Schleswig-Holstein y desde entonces lucha por recuperar el control de una imagen de político de proyección nacional que ha quedado tocada, al menos de momento. Entre otras cosas, porque esta semana todavía quedaba por localizar casi medio centenar de las 900 personas que dieron positivo en las pruebas no comunicadas.
Los límites de Söder
Para colmo de males, el lunes trascendía que uno de los trabajadores de los centros levantados estos días para la realización de test en las autopistas a turistas que volvían a casa tras las vacaciones estaba infectado por coronavirus. Este caso ha obligado a que 40 personas estén ahora en cuarentena.
“Otro contratiempo en las autopistas de Baviera”, ha señalado diario Bild, el más leído del país, a cuenta del operario infectado.
“Hasta ahora, Söder se había construido una imagen política de 'padre' que protege a los bávaros. Pero la actual situación daña su imagen, está claro. La cuestión es saber cuánto, y para eso hay que ver si los números de contagios crecen mucho o no”, explica a NIUS Julian Zuber, analista y asesor político de la firma Civity Management Consultants, con sedes en Berlín y Hamburgo.
Según ha editorializado Jasper Von Altenbockum, del diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung, lo ocurrido estos días en Baviera ha puesto de manifiesto “los límites de Söder”. “Markus Söder está en una situación embarazosa. Él quería ser siempre entre los presidentes de los Länder el más rápido y el más listo. Pero ahora ha pedido demasiado a Baviera”, según Von Altenbockum.
El rico Land del sur alemán que es Baviera, antes de desatarse lo que se ha llamado aquí “el caos de los test”, era señalado como un ejemplo en la pandemia. En sus fronteras con los países del sur germano, se llegaban a hacer test de coronavirus a viajeros que debían que pasar por Baviera en su vuelta a casa en en el norte de Alemania. Era “un servicio” para Alemania, según Söder.
Tener que hacer rápidamente test masivos ha implicado, al parecer, no trabajar con la ejemplaridad que se supone encarnaban Söder y compañía en el Gobierno bávaro.
Según datos del Instituto Robert Koch (RKI), la agencia federal de prevención y control de enfermedades, a principios de esta semana se contaban en Baviera 53.298 casos de coronavirus desde que comenzó la pandemia. Allí se lamentan algo más de 2.600 muertes. Es la región germana en la que más vidas se ha cobrado el SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19.
Ganadores de la crisis del coronavirus
En las encuestas, hay una gran mayoría bávara satisfecha con la gestión de su presidente. Los “muy satisfechos y satisfechos con su gestión” suman el 87%. A nivel demoscópico, hasta ahora, a Söder se le consideraba uno de los "ganadores" de la crisis del coronavirus.
Este tipo de datos y su carácter ejemplar en tiempos pandémicos resulta clave para entender por qué los hay incluso en la CDU que creen que el presidente bávaro sería un buen candidato a canciller para la familia conservadora germana.
La CDU elegirá en su próximo congreso de diciembre un sustituto al frente del partido, sustituyendo así a Annegret Kramp-Karrenbauer, la heredera de Merkel caída en desgracia. También en esa cita está previsto que se dé a conocer el nombre del candidato a canciller de la CDU para las elecciones del año próximo.
En el partido, ya los hay que hablan sin tapujos sobre las opciones de Söder. Sería una excepción histórica que un líder de la CSU fuera el candidato a canciller conservador. Sólo ha ocurrido en un par de ocasiones en la historia reciente de Alemania. En ambos casos fracasaron Franz Josef Strauß, en 1980, y Edmund Stoiber, en 2002.
“Quiere ser canciller”
Söder ha dicho mucha veces que su horizonte político está en su Land. Pero según ha recogido el Frankfurter Allgemeine Zeitung, en la CDU aseguran que cuando Söder dice eso de que su “lugar está en Baviera”, en realidad, está diciendo que “quiere ser canciller”. Kramp-Karrenbauer ya trató en una llamada telefónica poner a Söder en su sitio el pasado mes de julio.
Aún así, la crónica política sigue viendo a Söder como aspirante conservador para medirse, entre otros, a Olaf Scholz, elegido la semana pasada candidato a canciller del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). “Scholz, Söder y Annalena Baerbock [de Los Verdes, ndlr.]. Podría ser una batalla atractiva por la cancillería”, ha escrito recientemente Dirk Kurbjuweit en el semanario Der Spiegel.
Ahora bien, si Söder sigue acumulando malas noticias en Baviera por culpa de los tests, puede que el virus le obligue a quedarse en su Land. De hecho, según Von Altenbockum, estos días son los primeros del mandato de Söder como presidente bávaro en los que “Baviera parece tener el tamaño lo suficientemente grande” para él.