Cuatro policías muertos en un ataque con cuchillo en París en la Prefectura a manos de un funcionario

El agresor ha muerto tras ser abatido
El agresor era un funcionario de la Prefectura
Se descarta ataque terrorista
Cuatro policías han resultado muertos en un ataque con cuchillo en una comisaría de París. Hay, al menos, otro agente herido. El agresor también ha fallecido tras ser abatido por otro agente. Según las últimas informaciones, se trata de un hombre de 45 años que trabajaba como administrativo en la propia comisaría. Los muertos son tres hombres y una mujer.
El presidente de Francia, que ha calificado el suceso como un "auténtico drama", ha mostrado su apoyo al cuerpo de Policía y ha pedido un minuto de silencio por las víctimas.
Depuis Rodez, le Président @EmmanuelMacron a tenu à observer une minute de silence en l’honneur de celles et ceux tombés ce midi à la préfecture de police de Paris, leurs familles et leurs collègues. pic.twitter.com/7wMx9eCfkY
— Élysée (@Elysee) October 3, 2019
El edificio en el que se ha producido el ataque está junto a la catedral de Notre Dame. Toda la zona ha sido acordonada desde el primer momento del dramático incidente. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha lamentado "un ataque espantoso" y ha dicho que la ciudad "llora a sus víctimas".
Paris pleure les siens cet après-midi après cette effroyable attaque survenue à la @prefpolice. Le bilan est lourd, plusieurs policiers ont perdu la vie. En mon nom et celui des Parisiens, mes premières pensées vont aux familles des victimes et à leurs proches.
— Anne Hidalgo (@Anne_Hidalgo) October 3, 2019
El primer ministro francés, Edouard Philippe, y el ministro del Interior, Christophe Castaner, se han desplazado de inmediato al lugar de los hechos. En rueda de prensa Castaner ha descartado totalmente el ataque terrorista y ahora la investigación depende del departamento de criminalidad de la ciudad. Christophe Castaner también ha anunciado que pospone su viaje a Turquía y Grecia después del ataque en la sede de la policía.
El perfil del agresor
El agresor, de 45 años, era un agente administrativo con más de 20 años de antigüedad en el servicio de inteligencia de la Prefectura. Informático de profesión y sordomudo, carecía de antecedentes que pudieran alertar sobre un posible desequilibrio mental. Hasta ahora los investigadores trabajan la pista de un problema psicológico, una decepción amorosa o un conflicto personal en el lugar de trabajo. La pista terrorista parece descartada y de hecho es la brigada criminal la encargada de llevar a cabo la investigación. Su mujer, que está bajo custodia policial, es musulmana y el agresor se había convertido al Islam hacía año y medio. Las autoridades, no obstante, no ven nexo de unión entre su conversión y el ataque. La Fiscalía de París se encarga de la investigación.
La Prefectura de Paris, un edificio de máxima seguridad
En pleno corazón de París, a unos pasos de la Catedral de Notre-Dame, la Prefectura depende del Ministerio del Interior. Es una gran institución que se ocupa de la seguridad de los ciudadanos y alberga los servicios de inteligencia. De hecho, es en este edificio donde se encuentran las fichas policiales de los terroristas. Pero la Prefectura también se ocupa de tramitar documentos administrativos como pasaportes, tarjetas de identidad o carnets de conducir. Las medidas de seguridad son extraordinarias, por eso difícilmente alguien venido del exterior habría podido entrar con un arma. El agresor llevaba un cuchillo cerámico que no detectan los arcos de seguridad.
El sufrimiento de la Policía francesa
Este asesinato múltiple es un golpe durísimo para la policía francesa que lleva meses advirtiendo que los agentes están al límite. Prácticamente desde los atentados contra el semanario Charlie Hebdo, en 2015 no han parado de encadenar las urgencias. Aunque parece que los atentados se han calmado, la alerta es siempre extrema. Pero a eso hay que añadir la crisis de los "chalecos amarillos" que les obliga a mantener el orden todos los sábados desde hace un año exactamente.
El miércoles los manifestantes eran ellos, 27.000 policías salieron a la calle para expresar su profundo malestar. En la denominada Marcha de la Cólera, denunciaron que se sienten despreciados, odiados incluso, que son víctimas de la violencia de los chalecos amarillos, de los black blocs (grupos de manifestantes de negro que se cuelan y revientan manifestaciones), que están hartos de insultos y que necesitan descansar. Estas condiciones límite detonaron el suicidio de 52 agentes en lo que va de año.
Los policías denuncian que desde hace meses solo libra uno de cada seis fines de semana y que carecen de medios para hacer frente a tantos frentes abiertos. El cuádruple asesinato de este jueves no hace más que añadir sufrimiento al dolorido cuerpo de seguridad de Francia.