Mario Draghi forma un Gobierno con políticos y técnicos en puestos clave


El ex presidente del BCE se convertirá oficialmente en primer ministro este sábado
Presenta una lista de ministros entre los que hay técnicos y políticos
Mario Draghi llegó a la hora exacta al Palacio del Quirinal, las 7 en punto de la tarde. Diez días después de recibir el encargo de Gobierno por parte del presidente de la República, Sergio Mattarella, el economista aceptó la oferta. Salió del despacho del jefe de Estado y se limitó a leer la lista de sus ministros. Draghi se convertirá oficialmente en primer ministro este sábado, cuando jure el cargo con todo su equipo. Termina así la crisis de Gobierno que comenzó oficialmente hace un mes, con la salida de Matteo Renzi del Ejecutivo.
Entre los titulares de las carteras destacan varios pesos pesados de los distintos partidos y ningún líder. Es la forma de Draghi de marcar terreno. Las distintas formaciones tendrán un peso específico, pero no habrá nadie que le haga sombra. Sólo él marcará el paso. La composición del Ejecutivo está formada por una combinación de políticos y técnicos, que ocuparán algunos puestos clave.
Entre los tecnócratas destacan Daniele Franco, director general del Banco de Italia, que se hará cargo de Economía; Marta Cartabia, la primera mujer que presidió el Tribunal Constitucional y que ahora estará al frente del Ministerio de Justicia; o Vittorio Colao, ex directivo de Vodafone, a quien ya le encargaron un plan económico para salir de la actual crisis. Para darle continuidad a la gestión de la pandemia, el izquierdista Roberto Speranza, continúa al mando.
Por los socialdemócratas del Partido Democrático (PD) repetirá Dario Franceschini como ministro de Cultura, mientras que Andrea Orlando ocupará Trabajo. Se trata de dos de los miembros con más ascendencia dentro del partido. La derechista Liga contará con Giancarlo Giorgetti, el líder del ala pragmática, como titular de Desarrollo Económico, una cartera con importante peso económico. Forza Italia, la formación de Silvio Berslusconi, tendrá con tres departamentos, aunque de poco peso.
Mientras que el Movimiento 5 Estrellas (M5E) conserva Exteriores con Luigi Di Maio, aunque su ansiado Ministerio de Transición Ecológica va a parar a un técnico, el físico Roberto Cingolani. Los roces podrían comenzar desde ya, puesto que el M5E, el partido con más representación parlamentaria, tiene más ministerios pero muy poco poder real. El Ejecutivo tampoco será paritario, como se había anunciado, pues está compuesto por 17 hombres y ocho mujeres.
El anuncio se produjo tras un día de silencio sepulcral. Nada que ver con los vicios de la política italiana, acostumbrada a todo tipo de rumores y filtraciones. Draghi ha sido completamente escrupuloso con la agenda, los tiempos y el manejo de la información. Ni una palabra hasta que todo quedara cerrado. Se ha reunido en dos ocasiones con los líderes de los partidos y mantuvo otra ronda de contactos con agentes sociales de todo tipo, desde la patronal a asociaciones ecologistas.
Gran coalición
La coalición que lo sostendrá abarcará casi todo el Parlamento. Sólo existen en Italia los precedentes de los gobiernos técnicos de Carlo Azeglio Ciampi en 1993 y Mario Monti en 2011. La diferencia con estos es que aquellos ejecutivos estaban integrados únicamente por tecnócratas, mientras que en esta ocasión hay una combinación de figuras institucionales y políticos.
Draghi ha llevado con igual secretismo los nombres. La prensa italiana lleva días especulando con la lista de ministros, pero ni siquiera ellos han tenido confirmación hasta el último minuto. El ex presidente del BCE no ha tratado este tema con los partidos, sino que el único que lo ha aconsejado en la elección ha sido Mattarella. Esto sí es algo inaudito en Italia, que el Gobierno sea configurado únicamente por parte del primer ministro y el presidente de la República.
El economista ha dejado claro que no quiere injerencias. Por el momento, los partidos se suben al carro ganador, de alguien que cuenta con una enorme reputación entre los ciudadanos y las instituciones. Después tocará gestionar cómo satisfacer a la vez los intereses de la izquierda y la extrema derecha en un mismo Consejo de Ministros.
El M5E, dividido
Quien llegan ya magullado al principio de la carrera es el Movimiento 5 Estrellas, que ha aceptado formar parte del Gobierno, pese a la división reinante entre sus bases y un sector del partido. Alessandro Di Battista, representante del ala más batallera, ya ha anunciado su marcha, a la que podría arrastrar a cerca de una decena de diputados. Esta corriente ya amenaza una escisión frente al centrismo que propone el fundador, Beppe Grillo.
La Liga de Matteo Salvini pasa del euroescepticismo al europeísmo; los socialdemócratas del PD se erigen como aliados naturales de Draghi, aunque sin un liderazgo claro; y la derecha moderada de Silvio Berlusconi también se suma, como un partido conservador y responsable. La única en la oposición será la ultraderechista Giorgia Meloni. Así comienza la era Draghi, con el viento a favor, aunque con tantas corrientes internas como para crear un anticiclón.