La "paradoja Boris": el voto en favor del Brexit no llega al 50% en la victoria aplastante de Johnson


El primer ministro se ha apuntado una victoria histórica y podrá imponer su versión del Brexit. Sin embargo, más de la mitad de los votantes han optado por partidos contrarios a la ruptura
Antes del referéndum del Brexit se hizo famosa en Reino Unido la 'paradoja Farage'. Era una especie de ley demoscópica según la cual cuanto más aparecía el líder nacionalista Nigel Farage defendiendo la ruptura con la UE en televisión, más crecía su partido pero menos eran los británicos que se pronunciaban a favor de la salida de Europa. Farage era tóxico para su propia causa.
Las elecciones de este 12 de diciembre dejan otro contrasentido, aún más significativo. Lo podríamos llamar la 'paradoja Boris'. El primer ministro conservador se ha apuntado una victoria histórica, tendrá mayoría absoluta y podrá imponer su versión del Brexit. Sin embargo, en esas mismas elecciones —dominadas por esta cuestión— que le han encumbrado y que garantizan la salida de la UE, han sido más quienes han votado a partidos que no quieren la ruptura europea.
Varios datos lo explican. Los conservadores han ganado 66 escaños con respecto a 2017, pero han conseguido ese resultado espectacular con un incremento mínimo de un 1,2% en votos. El resultado del nuevo partido de Farage, el Partido del Brexit, ha sido ridículo: obtiene sólo un 2% de las papeletas y ningún escaño. Su misión era otra: restar votos a los laboristas.
Frente a ese apoyo brexiter, la oferta de los partidos a favor del Remain en sus circunscripciones perdiendo decenas de escaños. Pero si se suman sus votos, han obtenido una victoria relevante o que al menos debería ser significativa para quien debe ahora dirigir el país al frente de lo que ya llama "el Gobierno de la gente".
Los laboristas han perdido un 7,8% del voto, pero el partido Liberal Demócrata ha ganado un 4,1% y los nacionalistas escoceses y los verdes han subido un punto cada uno. Otros partidos minoritarios favorables a la Unión Europea también han registrado pequeñas subidas.
En total, los partidos a favor de seguir en la Unión Europea suman un 51,5% del voto. Eso no significa que sean europeístas, no se puede decir eso del conjunto de votantes laboristas. Pero al menos sí se puede hablar de opciones de voto contrarias al Brexit de Boris Johnson y aún más reacias a una ruptura salvaje sin acuerdo.
Frente a ellos, los partidarios del Brexit —sea en su versión Boris o en otras— suman 47,3% de las papeletas.
El resto de partidos minoritarios o candidatos independientes, todos sin representación y muchos de ellos sin posición definida sobre el Brexit, han sumado el porcentaje restante, un 1,2%.
Es la 'paradoja Boris', un hombre con todo el poder para acometer el Brexit, pero con un país que sigue dividido sobre la cuestión, tan indeciso que en un segundo referéndum —algo que parece imposible tras estas elecciones— podría llevar la contraria a su primer ministro.