El envío de armamento pesado a Ucrania mete la guerra en una nueva fase


Esa artillería sirve para atacar las líneas rusas a kilómetros de distancia y los tanques y blindados permiten la movilidad de las tropas ucranianas por el frente
También empiezan a llegar helicópteros del tipo Mi-17
La guerra en Ucrania cambia. Rusia aprende de sus errores y Ucrania aprende que puede hacerle frente. Las potencias nor-occidentales aprenden que las Fuerzas Armadas ucranianas son capaces de hacer frente al invasor si cuentan con las armas necesarias.
Los primeros envíos de armas se limitaron a material ligero, como lanzagranadas y armas anti-tanques que los soldados podían cargar al hombro. También munición, equipos sanitarios, combustible o raciones de campaña. Durante meses el presidente ucraniano Volodimir Zelensky pidió que le enviaran aviones de combate o que la OTAN aplicara sobre el cielo ucraniano una zona de exclusión aérea que impidiera los vuelos rusos. Sin éxito porque los gobiernos europeos y el estadounidense entendían que eso conllevaría su entrada en la guerra.
Zelensky cambió de estrategia y empezó a pedir armamento pesado. La OTAN entendió que los ucranianos, al contrario de lo que se temía al principio de la guerra, no iban a caer como naipes, que iban a frenar a los rusos si contaban con esas armas. Esa convicción, generada por el Ejército ucraniano por su capacidad para frenar y hasta expulsar de algunas regiones a los rusos, fue clave para la decisión de enviar armamento pesado.
Ahí cambió el tipo de envíos. La mayoría de los países europeos, además de Estados Unidos, Canadá o Australia, envían ya tanques, anti-aéreos, artillería de medio y largo alcance, obuses, helicópteros y hasta los primeros aviones de combate. Si empezaron países como Chequia o Eslovaquia (que llegó a decir que sería mejor que los tanques T-72 de fabricación soviética los usaran soldados ucranianos en Ucrania y no soldados eslovacos en su país), los envíos se fueron extendiendo y hasta Alemania, que tuvo dudas durante semanas, promete ya enviar tanques ‘Guepard’ con capacidad antiaérea.
La idea es que con armamento pesado las fuerzas ucranianas podrán mantener sus líneas y hacer frente a las rusas en batallas mayores y más clásicas donde la artillería y los tanques son clave. Esa artillería sirve para atacar las líneas rusas a kilómetros de distancia y los tanques y blindados permiten la movilidad de las tropas ucranianas por el frente.
El primer armamento pesado que se envió a Ucrania eran tanques, artillería y antiaéreos de los arsenales de países como Polonia, Chequia, Eslovaquia o los bálticos. Países que tenían todavía equipos militares de fabricación soviética que los soldados ucranianos saben usar. Pero esa limitación empieza a resolverse. Grupos de soldados ucranianos están siendo entrenados en localizaciones secretas (parte en Alemania) en el uso de material militar occidental: helicópteros, antiaéreos, artillería o tanques.
También se aumentaron los envíos de drones de ataque (los conocidos como “drones kamikazes”) que permiten a los ucranianos tanto atacar directamente columnas de tanques rusas como ayudar a su artillería a calibrar mejor sus disparos.
El envío de artillería de medio y largo alcance parece clave en estos momentos de la guerra porque en un conflicto de posiciones con unas líneas de frente delimitadas se hace necesario para Ucrania poder disponer de armas con las que golpear a las fuerzas rusas a distancia. Algunas piezas de artillería pueden disparar proyectiles de gran calibre hasta a 40 kilómetros de distancia y pueden ser remolcables o autopropulsadas.
Países como Estonia, Chequia, Francia o los Países Bajos ya las están enviando. Estados Unidos ya envió 90 de esas piezas, lo que supera al stock total de algunos grandes países europeos. Fuentes de la OTAN explican que ese envío de artillería estadounidense supone que Estados Unidos ha estado formando a cientos de soldados ucranianos y que cada pieza de artillería necesita entre ocho y 10 hombres.
Los tanques y otros vehículos blindados son la otra aportación que crece. Ucrania ya recibió decenas de tanques, principalmente checos y polacos. Alemania busca en sus arsenales para enviar incluso ‘Leopards’ después de los ‘Guepard’. Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos o Australia están enviando vehículos blindados de transporte de tropas que soportan el paso sobre minas. España envió esta semana a Polonia un buque de carga militar con 20 toneladas de municiones y decenas de camiones militares.
También empiezan a llegar helicópteros del tipo Mi-17. Son helicópteros viejos, de fabricación soviética, que Estados Unidos ha comprado en arsenales de Europa del este, pero para los que Ucrania tiene pilotos entrenados.
La reunión de principios de esta semana en la base militar estadounidense de Ramstein, en Alemania, en la que Washington reunió a los ministros de Defensa y a los jefes de Estado Mayor de 40 países sirvió para hacer un repaso de las necesidades ucranianas en material militar pesado y de los ofrecimientos de los países presentes en el cónclave.
Estados Unidos cree que Ucrania puede “ganar la guerra” si por ello se entiende expulsar a las fuerzas rusas de la mayor parte de su territorio (Crimea sería la excepción). De esa reunión salió también el nombramiento del general estadounidense de tres estrellas Terry Wolff, que estaba retirado, como coordinador de toda esa ayuda. En el pasado fue comandante de la primera división blindada estadounidense en Europa, con base en Ramstein.
Las armas pesadas intentan que no se hundan las líneas ucranianas y que a Rusia le salga lo más cara posible la guerra, tanto en términos humanos como económicos. El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, dijo la semana pasada: “Nosotros ponemos las armas y el Ejército ruso pone los muertos”.