Europa empieza a calcular el impacto económico de la guerra


El Eurogrupo sí dio ya oficialmente la señal de que las políticas fiscales de los Estados miembro deberán ser neutrales en 2023, no tan expansivas como hasta ahora
Europa conduce su economía con las luces apagadas. El Eurogrupo (ministros de Economía y Finanzas de los 19 Estados miembros de la Eurozona) advirtió este lunes que la incertidumbre que genera el impacto de la guerra “debe aún determinarse” y que se une a otros problemas previos como los cuellos de botella en las cadenas de suministros, la subida de los precios de la energía y niveles elevados de inflación que duran más de lo que se había previsto en el otoño pasado.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, reconoció que no crecerá el 4% que marcan las últimas previsiones. La guerra aumentará el precio de las materias primas, presionará al alza los precios de los hidrocarburos y seguirá generando cuellos de botella, todos aspectos que reforzarán la inflación.
El debate sobre las importaciones de hidrocarburos rusos sigue metiendo presión a los gobiernos europeos. Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo, dijo en Bruselas que “Europa debería proteger primero sus propios intereses energéticos antes de tomar ninguna decisión de suspender la compra de gas o petróleo ruso”. Donohoe cree que cualquier movimiento en esa dirección tendría que asegurar que fuera Rusia, y no Europa, quien asumiera el coste”.
Donohoe también sugirió que ahora mismo sería más rápido y más práctico tomar medidas nacionales para frenar las subidas de los precios de los productos energéticos mientras se esperan las propuestas de la Comisión Europea y se logra un acuerdo a 27 sobre esas ideas.
Reglas fiscales
El Eurogrupo acordó este lunes dar el visto bueno a la iniciativa presentada por la Comisión Europea el 2 de marzo para suspender hasta mayo la decisión de reanudar o no la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, suspendido desde marzo de 2020 como respuesta a las consecuencias económicas de las medidas restrictivas puestas en marcha para hacer frente a la pandemia.
El Pacto se suspendió sin saberse claramente cuándo volvería a activarse. A principios de 2021 se pensó que se podría activar este 2022 pero el pasado verano quedó claro que era imposible. Cuando parecía que podría volver a activar en enero de 2023 vuelven a surgir las dudas por el impacto económico de la guerra y porque varios países, entre ellos Francia, Italia y España, exigen su reforma antes de que vuelva a aplicarse.
El Eurogrupo sí dio ya oficialmente la señal de que las políticas fiscales de los Estados miembro deberán ser neutrales en 2023, no tan expansivas como hasta ahora. España hizo los deberes ya con los presupuestos de este 2022, que la Comisión Europea considera no sólo no expansivos sino contractivos. Es el único país del bloque, junto a Eslovenia, en esa situación. Al Gobierno españoles le bastaría con seguir la misma línea en 2023 para cumplir los consejos de las instituciones europeas.
Sanciones
Los embajadores de los 27 ante las instituciones europeas aprobaron este lunes las nuevas sanciones a Rusia, adelantadas el pasado viernes por la noche tras la cumbre de Versalles. Fueron pactadas con los miembros no europeos del G7: Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Canadá. Se amplía la lista de sancionados (entra en ella, según fuentes diplomáticas, Roman Abramovich).
Las sanciones también piden a la Organización Mundial del Comercio la decisión de retirar a Rusia la aplicación de la cláusula de nación más favorecida, que se otorga a países en desarrollo para facilitarles sus actividades comerciales exteriores. Además se pide que se suspenda el examen de la candidatura de Bielorrusia.