Un exministro ruso odiado por Putin dice que no está loco y explica la lógica de su órdago nuclear


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El exministro de Exteriores Kozyrev explica la racionalidad de la decisión bélica de Putin
Afirma que se basa en tres premisas, que considera errores de cálculo, y cree que no apretará el botón nuclear
Andréi Kozyrev fue ministro de Exteriores de Rusia en tiempor de Boris Yeltsin. Su número dos, Sergei Lavrov, le sustituyó en tiempos de Putin. Nada refleja mejor la mala relación de Kozirev con el Kremlin que el comentario que hizo sobre quien fue su mano derecha: "Lavrov solía guardarme las espaldas, ahora vigilaría mi espalda si él estuviera detrás de mí".
Por eso tiene valor las tres claves que ofrece Kozyrev sobre la lectura que hace Vladímir Putin —por quien no siente ninguna simpatía— sobre la guerra en Ucrania. Lo primero que destaca, frente al discurso que se abre paso en Occidente, es que no está loco, no actúa dejándose llevar por el fanatismo, sino que es un actor racional en este conflicto. Cuestión aparte es que su lógica sea homicida o deleznable, pero es demasiado simple atribuir todo lo que está sucediendo a la supuesta locura de un hombre.

"La mayoría de la gente, sobre todo en Occidente, vio la decisión de invadir Ucrania como irracional. Discrepo. Es horrible, pero no es irracional", explica Kozyrev, que cree que Putin se guía por tres ideas fundamentales en su cálculo de la guerra.
Las tres premisas de Putin
La primera es la condición de Ucrania como país. Putin cree que Ucrania no es una nación de verdad, que como mucho tiene derecho a ser un estado obediente de Rusia. Mientras los gobiernos ucranianos se han plegado a la voluntad Moscú, el presidente ruso no ha valorado una intervención militar. Eso cabio con la rebelión del Maidán en 2014.
La segunda clave es el Ejército ruso. Kozyrev hace referencia a un factor que han destacado estos días otros, como el investigador Kamil Galeev. La corrupción ha desviado parte del dinero destinado a modernizar el ejército ruso a intereses privados. El ministro reformista de Defensa Anatoli Serdiukov cayó en desgracia al oponerse a esos grupos de interés. El actual responsable de la cartera, Serguéi Shoigú, ha sido más manso con todos y se cuestiona qué información sobre el estado real del Ejército ha hecho llegar a Putin.
El tercer factor es la idea que tiene Putin de Occidente. Piensa que el presidente estadounidense, Joe Biden, "es un inepto" y que la Unión Europea no le hará un rasguño, como sucedió en 2014.
La conclusión
Kozyrev concluye que con estas tres premisas es lógico que Putin, con el objetivo de restaurar la gloria militar rusa, "es perfectamente racional" a la hora de invadir Ucrania. Otra cosas es que sus premisas estén todas equivocadas o que sea inmoral.
El exministro ruso va más allá y asegura que "dado que es racional, creo que no utilizará intencionadamente armas nucleares contra Occidente".
En la interpretación de Kozyrev falta sin embargo alguno de los escenarios que prevé la más reciente estrategia nuclear rusa. Del documento se desprende que los generales rusos creen que pueden permitirse un ataque con armas nucleares tácticas dentro del escenario bélico, en este caso dentro de Ucrania, sin que eso signifique necesariamente dar el paso de provocar una tercera guerra mundial.
Demasiados errores de cálculo
El propio Kozyrev dice que las tres premisas de Putin son tres errores de cálculo. Su estrategia nuclear podría incluir un cuarto, en el caso de que crea que un ataque con armas nucleares de corto alcance sobre un objetivo ucraniano no supondría desatar una escalada internacional de la guerra.
Lo que está claro es que Putin utiliza la amenaza nuclear dentro de su lógica. A ella ha sumado el control por parte de Rusia de la mayor central atómica de Ucrania y de Europa, la de Zaporiyia, una nueva amenaza que va más allá de las fronteras ucranianas, ya que un incidente con sus reactores o con los restos del combustible crearían una alerta de dimensión continental.