El Acuerdo de París, al que los franceses se sienten particularmente ligados, fue la guinda que cerró la COP21
Los políticos no suelen llorar pero el 12 de diciembre de 2015 Laurent Fabius, entonces ministro de Asuntos Exteriores, anunció con la voz entrecortada por la emoción el primer Acuerdo Universal sobre el clima jurídicamente vinculante.
El Acuerdo de París, al que los franceses se sienten particularmente ligados, fue la guinda que cerró la COP21. Tan heroico como organizar en Madrid esta COP25 en apenas un mes fue entonces celebrar esa cumbre en la capital francesa. Hay que recordar que el 13 de Noviembre de ese año una serie de ataques terroristas se habían cobrado la vida de 130 personas en el Bataclán y en varias terrazas del centro de la ciudad. Solo 17 días después, bajo medidas de seguridad extremas, las delegaciones de unos 200 países se reunían para fijar un objetivo común : limitar el calentamiento global a menos de 2 grados.
¿Merece Macron el título de "Campeón de la Tierra"?
Cuatro años más tarde Francia intenta hacer los deberes. Emmanuel Macron empezó su mandato con un fuerte compromiso con la defensa del medio ambiente. De hecho, la ONU le nombró "Campeón de la Tierra" en 2018 y él hizo historia con su réplica a Trump : "Make our Plantet Great Again". Su popularidad internacional no se refleja tanto en su política interior. De todas sus promesas electorales tres de las más importantes han fracasado :
- Aumento de la tasa carbono. La medida desató la ira social de los chalecos amarillos y el gobierno tuvo que renunciar a ella.
- Aplicación del Acuerdo de París. El tribunal de Justicia de la UE denuncia a Francia por no respetar las normas de calidad del aire.
- La prohibición del glifosato, un herbicida cancerígeno. El gobierno ha acordado una moratoria y el herbicida se sigue utilizando.
Este último punto es simbólicamente importante porque provocó la dimisión del ministro más popular del Gobierno. Macron había nombrado a una estrella de la televisión muy respetada por su compromiso con el medio ambiente, Nicolás Hulot. Hulot estuvo 17 meses a la cabeza del Ministerio de la Transición Ecológica y Solidaria pero no soportó la tibieza del ejecutivo con asuntos como el glifosato.
Seis ministros en siete años
La de Hulot no es la primera baja que sufre este ministerio. Hasta seis titulares han ocupado el cargo en tan solo siete años. Hoy tres mujeres están al frente: la ministra, Elisabeth Borne y dos secretarias de estado. Una de ellas, Brune Poirson, ha mirado hacia Madrid esta semana para decir que "Francia espera una señal politica fuerte de la COP25 para alcanzar el objetivo de la neutralidad de émisiones de carbono en 2050".
El problema es que Francia lleva bastante retraso respecto a la reducción de las emisiones de CO2 previstas en el Acuerdo de Paris, lo denuncia el Alto Consejo para el Clima, un organismo creado por el propio gobierno de Macron para supervisar que los acuerdos de la COP21 se cumplen.
¿Cuáles son los compromisos pendientes ?
Entre los compromisos del gobierno están :
- La apuesta por las energías renovables que hoy suponen la cuarta fuente de energía en Francia.
- El cierre de las últimas cuatro centrales de carbón de aquí a 2022.
- El cierre de las centrales nucleares. Es complicado ya que producen el 70% de la electricidad que consume el país. El objetivo es que produzcan solo el 50% antes de 2035 y que las centrales nucleares que vayan cerrando sean sustituidas por energías renovables.
En materia de reciclaje la ley francesa es muy clara : todas las empresas tienen la obligación de seleccionar y facilitar el reciclaje de sus desechos y embalajes pero las multinacionales de la restauraión rápida, por ejemplo, se las saltan a la torera. Solo este año generaron 180 millones de embalajes que en su mayoría no han sido reciclados, según han denunciado esta semana varias ONG en una tribuna publicada en Le Monde.
Los jóvenes exigen acciones urgentes
Los estudiantes franceses, en general muy concienciados, se han unido masivamente a las distinas manifestaciones internacionales por el clima. Con la debida autorización de los padres y el acuerdo de los profesores, han salido a la calle para exigir medidas urgentes. Lo que se detecta en estas manifestaciones es :
- La impaciencia. Exigen soluciones YA, no hay tiempo para las medias tintas
- Un profundo sentimiento de injusticia. Se consideran víctimas de las decisiones de sus mayores.
- Creen sobre todo en la importancia de los gestos cotidianos e individuales.
Agricultura urbana, una particularidad francesa
La sociedad francesa hace tiempo que se moviliza con esas pequeñas acciones personales que van cambiando el modo de consumir.
- En la cesta de la compra. Proliferan las cooperativas de productores locales, bio o de proximidad. Su éxito es indiscutible. Las más conocida, las « AMAP » nacieron en 2003 con un único punto de venta. Hoy hay más de 300 AMAP solo en París que dan trabajo a unos 200 productores de la región.
- Los jardines públicos ceden una parte del terreno a los "huertos vecinales" que permiten al ciudadano cultivar bio y estar en contacto con la naturaleza en plena capital.
- La ropa, los libros, los objetos domésticos no se tiran. Se reciclan. Así han nacido les ressourceries, asociaciones que recogen, organizan y revenden a precios más que moderados y dan trabajo a personas con dificultades.
- Las bolsas de plástico están practicamente desterradas en la mayoría de los comercios.
Es a través de iniciativas como éstas, cada vez más extendidas en Francia, que los ciudadanos dan lecciones a los gobernantes. Son acciones sencillas que aúnan ecología, economía, responsabilidad social y compromiso medioambiental.